-Bueno, vuelvo a lo anterior. ¿Te sientes bien físicamente?
-Un poco mejor. ¿De dónde crees que saqué fuerzas para ducharme, alistar mis maletas y subirme al avión?
-Entonces no imagino cómo te sentías ayer. Wooo te está sangrando la nariz- abrió los ojos como platos.
-Debe ser la presión, la altura...- sin terminar de decir se incorporó y fue en busca de un pañuelo el cual trajo en cuestión de segundos.
-Rayos, es demasiada sangre- Me pasó el pañuelo y con unas servilletas me ayudó a limpiar las manos. -Iba a decirte que salieramos el resto del día a conocer un poco pero parece que no te has recuperado del todo.
-No no, yo me siento completamente capaz, sería genial.
-¿Segura?
-Sí- al fin descendió el avión y el sangrado no me paraba.
-Traeré otro pañuelo pero has presión así- mostró ella apretando su nariz de la parte de arriba y yo asentí.
Hacía fuerzas para no toparme con Derek pero el cosmos conspiraba en mi contra porque de lejos vi como se aproximaba para venir a esperar sus maletas y maldecí porque no aparecía rápido la mía, pero cuando vio que mi nariz sangraba a borbollones sus ojos se desorbitaron y pareció que quisiera haber venido a ayudar sin embargo el orgullo se lo impedía. Finalmente la divisé y como pude la saqué de donde estaba dando vueltas. Para cuando Dinah regreso mi nariz ya había parado de sangrar casi por completo y me sentí más aliviada al respecto.Las vans que decían FIFA nos llevaron hasta el hotel que era más lujoso que los anteriores y era mucho más grande. Rápidamente nos ubicaron y me entristeció el hecho de no saber dónde estaría Derek está vez. ¿Por qué me hacía eso? Para el momento en el que llegué a mi cuarto de hospedaje ya me sentía un tanto agotada y debía ser por el viaje que aunque no era tan largo me había maltratado un poco y ahora sólo quería dormir.
Me dormí sin avisarle a Dinah que de hecho no sabía dónde quedaba mi cuarto.
~
Me desperté muy sudada; la espalda el cuello y la frente los tenía empapados como si me hubiesen tirado un balde de agua. Tenía una leve jaqueca pero se me disipó conforme me iba despertando. Me quise asomar por el mirador del cuarto el cual daba un hermosa vista nocturna hacia el amplio mar y le agradecí a la vida que aunque fuera hasta ahora me hubiera permitido dejar de sentir ese incómodo y molestó dolor en mis huesos. Tal vez me estaba enfermando por algún factor del ambiente pero sabía que pronto estaría mejor. Sonreí por estar ante una vista tan maravillosa y ver la alegría de la gente a lo lejos en la playa danzando. seguramente lo disfrutaría más si Derek estuviera a mi lado.
Me atreví a tomar una ducha sin mojar mi cabello y a bajar para comer algo porque sentía que mi cuerpo lo necesitaba bastante. Terminé cenando pollo al curri con una pequeña montaña de arroz que nunca había probado antes y unos vegetales al rededor de ésta que acompañaban muy bien al plato. Sabía que todo salía del bolsillo de Derek así que una forma de enfadarlo sería quizá el que yo consumiera más servicios de los que necesitaba mientras estuviéramos peleados, aunque a fin de cuentas no le importaba para nada porque tenía demasiado dinero.
Iba a mirar si de pronto lo veía en algún lado así que caminé hacia la zona de las piscinas porque sabía que a él le gustaba salir por las noches a nadar un rato, pero había mucha gente al rededor.
-Rayos, ¿dónde estarás Derek Hoffman?
Seguí caminando hasta que lo que vieron mis ojos me hicieron frenar mi paso en seco. De inmediato me arrinconé a un lado de las vallas donde sabía que no me podían ver a simple percepción: Lizz Klose rodeando con sus sucios brazos a mi hombre de una forma en la que me provocó estampillarle la cara contra una de las aristas puntiagudas de las mesas. Me revolqué de rabia en mi mente y de inmediato me hice notar en el momento en que estaban besándose cuál pareja de completos enamorados. Me paré frente a ellos sin emitir sonido o gesto alguno hasta que ellos notaron mi presencia.
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Estando en Berlín - (Manuel Neuer)
FanfictionDerek Hoffman (Manuel Neuer) celebridad del deporte es víctima del impacto de un rayo en su espalda y su condición amenaza poner en riesgo su carrera. Taylor Samuelsen universitaria norteamericana acaba de mudarse junto con su familia a Alemania y b...