CAPÍTULO 11

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Después de todo sí era cierto, pensaba que era mi culpa. Yo en cambio no lo culparía a él, pues entendía que su cabeza era todo un mar de confusión. Sin embargo me sentía muy triste por haber perdido su confianza de una forma injusta.

Tomé mis cosas y las guardé hasta que al fin llegó Mila, que por cierto me encontró llorando, pero no le di explicaciones porque era absurdo.

Pues bien, mi familia no sabía cuál era exactamente mi trabajo; si a mucho sabían que trabajaba, y yo no me había esmerado tanto en que lo supieran. Estaban tan ocupados en sus cosas que apenas notaban mi existencia. De hecho podría decir que se concentraban más en Lauren, aunque eso podría sumar un punto a mi favor para poder independizarme pronto y cada vez me atraía más la idea. Sólo esperaba encontrar trabajo pronto ya que tengo un mal presentimiento con mi relación social con Derek Hoffman después de arruinar su relación de años y su compromiso por algo que fue un completo malentendido; hasta yo había quedado confundida.

El lunes volví para cumplir mi rutina como su empleada. Hoy era día de control médico así que el doctor Schmidt nos visitó. Dijo que el estado físico había mejorado bastante desde que lo vio anteriormente, pero que su ánimo no había cambiado para bien.

-De un estado agresivo había pasado a uno depresivo lo cual potencializaría los posibles pensamientos suicidas, tal y como ya esperaba.

Aproveché un momento en privado con él para hablar acerca de su comportamiento a través del tiempo y que había mejorado bastante hasta el punto de estar prácticamente normal de nuevo al parecer, pero se había vuelto depresivo de un día a otro por la ruptura de su compromiso. Busqué nuevamente acerca de él en Internet y me aparecieron grandes cantidades de noticias anunciando la ruptura de las dos estrella.

-Sabes,.. No te caen rayos todos los días, me refiero a que es algo muy esporádico y lamentablemente Derek corrió con la mala suerte de que su espalda recibiera el impacto de uno. Intenté estar ahí para él pero debido a su inestabilidad mental después del incidente todo se desmoronó, y también por un factor externo, ¿entiendes? Algo... con otra persona. Así que tal vez puede que me digan que lo juzgué muy rápido, pero simplemente las cosas no se mantuvieron sólidas más tiempo- Parecía otra persona y no esa misma Emma Aschenbach que había causado discordias entre todos.

Había algo en su tono de voz que reflejaba tristeza a pesar de su enorme sonrisa claramente fingida. Ese alguien del que había hablado era yo, pero debía saber que fue impulsiva e imprudente.

-Así que en la siguiente Copa del Mundo no irás con él, así como lo hicieron en la pasada, supongo.

-Lo dudo, es casi un 'no' asegurado, créeme. Creo que tiene a alguien más a quién llevar.

¿Qué rayos era la copa del mundo? También aparecieron artículos sobre la sospechada traición del guardameta Derek Hoffman a su prometida.

Demonios

-Cariño, tienes que salir a dar un paseo con el señor Hoffman a algún lado. Vayan a una buena cafetería y no sé, disfruten bastante, todo lo que puedas. ¿Tienes licencia?

-Claro.

-Oye, no sé que te haya pasado pero no estés triste, ¿sí?

Yo asentí -De acuerdo.

-Señor Hoffman, ¿Ya está listo?

-Quisiera no estarlo- Respondió saliendo de su cueva con unas bermudas beige, una camisa blanca y unos lentes de sol.

-Dale las llaves a Taylor.

-Olvídense. Yo conduciré.

-No, Derek. El doctor te lo prohibió- Dije alertada. Podríamos chocar porque aún no sabemos qué tan buenos están sus reflejos.

-No me interesa- Volvió a murmurar.

-Señor Hoffman, si no es Taylor la que conduce no saldrán de aquí.

-Mi****- Masculló y me pasó groseramente las lleves mientras que Mila y yo sólo nos miramos preocupadas.

Estando en Berlín - (Manuel Neuer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora