Estando en Berlín - (Manuel Neuer)

CAPÍTULO 73

Increíblemente empecé a sentir pesar por él. Allí pude entender que sufría casi tanto como yo.

-Derek-. Toqué su hombro para que se volviera hacia mí. Secó sus lágrimas con la intención de que yo no me dieran cuenta, pero ya era muy tarde. Ahora sí me dirigió la mirada, y sus ojos parecía inyectados en sangre.

-Lo siento, no quería que me vieras haciendo eso. Siempre lo hago cuando estoy solo. No debería mostrarme tan frágil ante ti-. En este caso no estaba de acuerdo con él. En realidad esas lágrimas me habían ayudado a entender que su arrepentimiento era real. Y yo no quería llevar rencor hacia él en mi corazón. No era capaz.

Pensé y pensé por un lapso que pareció eterno acerca de cual debía ser la respuesta más prudente.

-Tal vez te pueda dar una respuesta, Derek.

Su semblante se iluminó con esperanza,

-Pero aún es muy pronto.

esperanza efímera.

-¿Hay algo me me pueda garantizar que va a ser una respuesta positiva?

-Solo sé paciente, demuéstrame al menos con paciencia que me quieres de vuelta-. El asintió y ambos nos retiramos y tomamos nuestros propios rumbos.

Subí al cuarto por algo de dinero y por mi teléfono y me dispuse a salir del hotel. Vaya sorpresa: A la entrada de este el paso estaba cercado de paparazzis. Me cegaban con los flashes de sus cámaras y mis oídos se contaminaban con sus murmullos. Pronto me abordaron.

-¿Señorita no estaba usted en Alemania hace unos días?- Me preguntó uno de ellos en Inglés mientras sostenía un micrófono.

Pensé evadirlo con un rápido comentario pero me atacaron aun más.

《¿Qué hace de nuevo en Brasil, señorita Samuelsen?》

《¿Pasó algo con usted y el señor Hoffman para que de hubiera ausentado del campeonato?》

《Señorita Taylor, ¿cómo ha lidiado usted con las criticas hacia su persona, el hecho de que se le atribuya el cargo de conciencia de haber acabado con el compromiso de Aschenbach y Hoffman, con las críticas hacia su posición social y demás?》

《¿Por qué engañó el señor Hoffman a Emma por alguien tan burda como usted? ¿Cuál su defensa frente a ese ataque》

《¿Por qué se considera usted un buen partido para Derek Hoffman?》

¡¿Qué demonios era todo esto?! ¡¿Qué les importaba a esta cantidad de personas desconocidas los asuntos de mi vida privada!?

De alguna u otra forma logré hacerme paso forzoso a través de aquella multitud, y casi me lleva un auto por delante. Algunos me empezaron a perseguir a lo que tuve que correr hasta que me perdieran de vista. ¿Ya no podría estar tranquila incluso si quería estar a solas en algún lugar? Esto era el colmo.

En lo único en que me concentré por casi veinte minutos aproximadamente fue en correr; incluso cuando hace más de quince ellos me hubieran dejado de seguir. Sentía que me estaba desahogando de esa manera, huyendo de los problemas que nos encerraban a Derek y a mí. Corrí y corrí. Sintiendo que no soportaba que alguien estuviera apunto de alcanzarme.

Mi cuerpo ya no daba para más y me estaba empezando a hiperventilar. Fui descendiendo la velocidad poco a poco si mucha prisa y apoyé las manos sobre las rodillas para tomar algo de aire mientras cerraba los ojos. Empecé a caminar de derecha a izquierda mientras mi pulso se normalizaba solo para darme cuenta al abrir los ojos que no sabía dónde estaba. Miré a mi derredor y nada era conocido; mucho menos nadie.

Caminé algunas cuadras más abajo para encontrar quizá la ruta a la playa nuevamente, pero en lugar de eso parecía estar adentrándome cada vez más en aquel extraño y exótico lugar. Todas las personas me miraban extrañada como si estuviera invadiendo su territorio, y sin embargo decidí pedir ayuda a alguno de ellos.

-¿Hola, me podría decir por dónde puedo llegar nuevamente a la playa?- Interrogué en Inglés a un tendero malacaroso.

-(...)- Me había respondido, pero en un idioma que yo ni siquiera podía identificar cuál era.

-¿C ó m o   l l e g o   a   l a   p l a y a?- Pronuncié lentamente mientras al sujeto le escurrían gruesas gotas de sudor por la frente y lo rondaban un par de moscas.