No comí bien durante esa semana, pensando en la vida pendiendo de un delgado hilo de aquel hombre del rayo. No era justo con el mismo terminar así. Tenía veintisiete años, tenía aun más vida qué vivir, entonces por qué prematuramente se querría ir así...
-Lo amas.
-¿Qué?- Respondí desconcertada ante la supuesta afirmación de mi hermana menor quien me observaba luchar contra un sándwich de atún que definitivamente podía conmigo.
-Que... No haz disfrutado tu verano.
-Vaya verano- Murmuré con mi mandíbula sobre mi mano izquierda sin quitar la mira en el sándwich, sumiéndome en una profunda depresión.
-Lo amas- volvió a insistir.
-¿Qué...?- Juro que mi cabeza no era capaz de digerir nada.
-Nada. Que... aparecimos en esta revista.
Miré y éramos ella y yo saliendo del edificio y otra subiendo a la ambulancia.
Pero no le presté gran importancia.
-Todos se preguntan quiénes somos. En especial preguntan por ti.
-Que pregunten lo que quieran.
-¿Papá y mamá ya te dijeron?
-¿Decirme qué?
-Que nos vamos a América por el resto del verano.
Lo que faltaba para que mi frágil estado sentimental se terminara de quebrar: Alejarme del epicentro catastrófico en el que me quería seguir hundiendo al pensar en Derek. Lo que más extraño me había parecido era el hecho de que en la llamada que hice ese mismo día a Mila pude escuchar su voz la cual se escuchaba más que alegre, de hecho ya intuía su emoción por verme. Algo habría tenido que pasar entre el corto lapso de tiempo desde el corte de la llamada hasta nuestra llegada al edificio como para que Derek cambiara tan drásticamente de estado de ánimo.
Alguien quizá había podido estar manipulandolo en ese momento, bueno, realmente no lo sé. Estoy fantaseando quizá. Pero no quisiera quedar con esa duda, aunque realmente... me siento completamente impotente ahora mismo.
No quise llamar a ninguno de los números de la familia porque quizá habría pasado lo que no quiero pensar y sería algo muy inoportuno e imprudente de mi parte. Tampoco quise informarme de nada de su vida a través de la prensa puesto que nunca contaban la verdad completa y exageraban todo, y finalmente no supe nada más acerca de aquel maravilloso hombre con el que tantos momentos agradables había pasado, mi primer amigo en Alemania y la persona que me había ayudado a sentir más segura de mí misma. Probablemente haya tenido un triste final y yo aun no lo sabía. Me dolía en el alma de una forma impensable.Al menos iría de nuevo a un lugar donde casi nadie sabía nada acerca de Derek Hoffman y podría estar más tranquila sin que todo el mundo lo estuviera nombrando a gritos.
Los días pasaban, cada vez más eternos, y mucho más lejos de él. Cada vez me volvía más delgada a causa de la depresión, aunque mi familia hiciera el máximo esfuerzo en que nos divirtiéramos. A ratos podía olvidarlo, pero la mayor parte del tiempo mantenía en mi cabeza. Hubo cosas buenas del viaje, puesto que pude ver a mis dos mejores amigos: Francis y Álex. Me dijeron que les diera algunas clases de alemán pero definitivamente no era buena en la enseñanza y terminaban saboteando el idioma horriblemente. Fui a Disneylandia con ellos, mi hermana y mis padres, donde todo fue genial pero sé que todo hubiera sido más que perfecto si esa primera vez hubiera sido junto a él. Cuando llovía y veía los rayos a la distancia era la vívida imagen de su accidentada pero aún fuerte y escultural espalda, y era también como si él estuviera ahí, manifestándose ante mí.
"¡¡Vete, Derek Hoffman!! ¡¡Vete de mi cabeza!!", gritaba cuando me encontraba sola.
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Ya me había acostumbrado a vivir con ese profundo dolor en el alma, o tal vez no y simplemente me resignaba entregándome a la idea de que así iba a ser por el resto de la vida; siendo así jamás volvería a ser feliz. La última semana de estadía allá Lauren y yo abogamos ante nuestros padres para que pudiéramos llevarnos a la abuela Ster para Alemania puesto que estaba muy sola, y al fin accedieron. Ella me entendía muy bien quizá porque sentía que mi madurez mental era bastante avanzada para mi edad y eso hacía crear una pequeña confidencialidad entre ambas. Siempre me daba muy buenos consejos, y siempre que le hacía caso en lo que fuera me iba muy bien. Bueno, he aquí un secreto: Toda su vida practicó algo de astrología, taromancia, Quiromancia y todo esto que tenía que ver con la magia blanca llevándola a últimas instancias a ser casi completamente asertiva con sus predicciones.
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-Bien, de vuelta a la cruda realidad- Murmuré cuando entramos a la casa después de pasar casi todo el verano en Estados Unidos.
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Estando en Berlín - (Manuel Neuer)
Hayran KurguDerek Hoffman (Manuel Neuer) celebridad del deporte es víctima del impacto de un rayo en su espalda y su condición amenaza poner en riesgo su carrera. Taylor Samuelsen universitaria norteamericana acaba de mudarse junto con su familia a Alemania y b...