Estando en Berlín - (Manuel Neuer)

CAPÍTULO 104

Suspiré y coloqué el número de mi cuenta.

-Siempre te sales con la tuya, Derek Hoffman.

Ahora ese dinero estaba en mi cuenta con el casi millón de euros que me había dado el mismo Derek, más lo que había ahorrado de casi todo mi tiempo cuidándolo y de mi trabajo como profesora de Inglés. Me serviría para el momento en que mis padres me echaran de la casa al enterarse de mi falta de cuidado para con mi hermana menor.

Los señores me invitaron a cenar allí mismo y yo no paraba de pensar en mis amigos, que aún estaban en mi habitación; los había dejado allí de una pieza con aquella desafortunada noticia como si no me importara. No podía si quiera llegar a imaginar cómo iba a reaccionar Thomas ante esto, teniendo en cuenta que apenas se conocían ambos; sin embargo él también había tenido la culpa y tendría que asumirlo a como diera lugar.

-Partimos mañana, chicos. Nos vamos para Centroamérica y probablemente no nos vayamos a ver sino hasta su boda- Se despidieron ellos y se marcharon a su hotel.

-¿Ya ves? Hasta mis padres te aman-. Me abrazó por detrás colocando sus manos en mi cintura.

-Me alegra el que yo les agrade; esa es una prueba de fuego generalmente.

-Tienes razón. Y ellos detestaban a Emma, por cierto. No terminaban de tragársela.

-Ya me imagino porqué-. Reímos.

Hubo un silencio, nada incómodo, pero se vio turbado por mis incesantes pensamientos sobre mis amigos y Lauren. Había dejado a Dinah sufriendo en mi habitación y a todos en un mar de tragedia.

-Derek, tengo que decirte algo.

-¿Sí?- Preguntó sin mínima sospecha de alguna mala noticia.

-Supongo que será una mala noticia. No tiene que ver contigo pero sí conmigo. Es la razón además por la cual estaba llorando y no pude dormir bien, solo que definitivamente no quise molestarte.

-Tienes que saber que todo lo que tiene que ver contigo también tiene que ver conmigo; vamos a compartir nuestra vida y estar a tu lado en los momentos difíciles desde ahora, solo nos va a preparar para lo que viene más adelante. Ten toda la confianza en mí.

-Por eso te adoro, Derek-. Suspiré y coloqué mis manos sobre su pecho. -Derek...

-Dime.

-Es que... Lauren está embarazada.