◆FAMILIA AL INSTANTE◆

◆υηα мєηтιяα мÁѕ◆

Dos cosas antes de empezar:

◆Recuerden que esto es ficción y es wattpad así que aquí puede pasar de todo. Solo les pido que en la última parte del capítulo se lo tomen con humor, más adelante entenderán todo.

◇Pueden insultar a los personajes, pero no los juzguen antes de tiempo. Confíen en mí ;).

⚠Capítulo largo⚠

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La mañana es perfecta, los rayos de sol entran por la venta iluminando la sala. El primero en despertar es Eduardo, abre sus ojitos acostumbrandose a la luz. Levanta su vista y lo primero que ve es el rostro de Emilio profundamente dormido, gira un poco, no puede moverse mucho pues Emilio lo tiene rodeado con sus brazos, Joaquín está dormido a su lado y junto a él está Axel, quien también duerme.

Regresa su vista a Emilio y una ligera sonrisa aparece en su rostro. Aprecia detalladamente el rostro del mayor y por su mente sólo pasa una idea.

Emilio es el padre que siempre soñó tener.

Sonríe y se acurruca de nuevo sobre su pecho sintiendo como el rizado lo abraza como si de un peluche se tratara. Ríe un poco disfrutando del momento, un momento en familia.

Un momento que siempre anheló tener.

Y ahora tiene la dicha de decir que lo tiene.

Eso lo hace feliz.

Recuerda el incidente de anoche, el miedo y el terror que sintió al creer que Emilio y Joaquín lo obligarían a lavar lo que manchó bajo la lluvia habían sido demasiado. Su sorpresa y alivio fueron enormes al sentir el abrazo de Emilio y las palabras llenas de amor de Joaquín explicándole que eso era normal y que le podía pasar a cualquiera.

Ya no tiene miedo, ya no se siente amenazado.

Se siente seguro.

—Buenos días— murmura Emilio con la voz ronca, pues recién despierta.

—Buenos días, papá Emilio— saluda con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Dormiste bien?— pregunta el rizado peinando hacia atrás el cabello de Eduardo.

—Sipi— sonríe achinando sus ojitos —¿y tú?.

—También, dormí muy bien— sonríe —hay que despertar a Joaquí para poder desayunar.

—Sipi— se da la vuelta y con ayuda de sus manos comienza a mover al castaño —Joaquí, despierta.

Espera unos segundos para ver si obtiene respuesta, pero no, nada.

»Joaquí, despierta— vuelve a mover al castaño —tenemos que levantarnos, Joaquí.

Emilio sonríe ante los fallidos intentos del pequeño y, al ver que no logra despertar al castaño, decide ayudarle.

—Joa— hace lo mismo que Eduardo, pero siguen sin respuesta.

Emilio cubre los oídos de Eduardo y a Axel, quien acaba de despertar, le hace una señal para que también cubra sus oídos.

Exhala y grita.

—¡JOAQUÍN BONDONI, LEVANTATE!— el castaño se levanta de sorpresa llevando su mano a su pecho, se gira para ver a Emilio, quien lo mira aguantando una risa.

—Más vale que corras, Osorio— habla entre dientes levnatnadose para ir sobre el rizado.

Emilio se levanta de golpe con Eduardo en brazos, quien ríe al ser llevado por Emilio, que a su vez corre por toda la sala siendo perseguido por Joaquín.