◇¢σяαʝє ∂є qυєяєямє◇

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Una semana después.

El castaño está comenzando a aburrirse. Emilio a penas se había ido al trabajo y él ya comienza a extrañarlo. Desde que empezó su período de embarazo, siente la necesidad de tener a Emilio cerca, pero demasiado cerca, a veces un abrazo no es suficiente.

Y menos ahora que el rizado se la pasaba la mayor parte del tiempo llendo al trabajo. Quería preguntarle que pasaba, pero no si había algo que discutir, no le gustaría que sus hijos los vean, asi que tenía que esperar a que el rizado llegase y estar un momento a solas.

Toma su celular e indeciso, en si mandar un mensaje o no, suspira llevando su taza llena de chocolate caliente a sus labios. Después de unos segundos, decide entrar al chat del rizado y mandar un mensaje.

Ramé

Te extraño, Emi.

Mientras espera a que el rizado entre en línea, comienza a navegar por la galería de su celular. Borra algunas fotos que ya no necesita o que ya no le gustan, así sigue hasta que llega a una en especial.

La había tomado una vez que quería ver cómo es que iba el proceso de sanación de sus cicatrices. Voltea un segundo hacia su abdomen.

Ya no está plano.

Una sonrisa se dibuja en su rostro. Su bebé está creciendo cada vez más.

Ramé

Mira Emi, así estaba antes.

Y así esta ahora

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Y así esta ahora.

Vuelve a esperar a que Emilio responda

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Vuelve a esperar a que Emilio responda. No ha pasado mucho tiempo, pero él ya comienza a desesperarse.

Está nada de reclamarle al rizado, cuando un mensaje del mencionado aparece en la pantalla.

Kintsugi 💙

También te extraño, amor.

Tendré que hacer un collage de todas tus hermosas fotos y ponerlo de fondo de pantalla. 😏

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