◆FAMILIA AL INSTANTE◆

◆ρяσмєѕα нιєяάтι¢α◆

Aviso: Cuando lleguen a la parte de los videos, veanlos completos para poder seguir la secuencia de la historia y tener mejor ambientación.
En el primer video, imaginen que son recuerdos emiliaco. 🤭

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Escena 4

💍Se roban al novio.

Una mirada.

Una mirada puede expresar mucho más que las palabras. La mirada nunca va a callar los sentimientos del corazón, ella no ocualta ni el mínimo atisbo de odio, así que tampoco puede ocultar el amor que nace del alma. La mirada ni sabe guardar secretos.

Cuando Emilio mira a Joaquín, aquel dulce color miel lo envuelve en un universo de amor, admiración y cariño profundo. Se siente seguro con tan sólo mirar tan bellos ojos. Aquellos hermosos ojos que le hacen el amor con tan sólo verlos, que le muestran el alma de su amado y lo conectan con la propia.

En los ojos de Emilio, Joaquín puede admirar y vivir en carne propia lo que es el sentirse seguro a lado de alguien. En la mirada de Emilio encuentra todo lo que le había hecho falta en su vida, se siente finalmente completo. Y ni se diga de como aquellos hermosos ojos café le expresan, casi a gritos, el amor que el corazón de Emilio le otorga. Esa mirada lo abraza para nunca soltarlo.

Emilio, en estos momentos, lo único en lo que podía pensar y hacer, es admirar la belleza de Joaquín. Esa sonrisa tan hermosa que tiene, tan dulce y única en el mundo, aquella hermosa sonrisa que sólo es para él. Eso es lo que Emilio más ama de esa sonrisa, es para él y para nadie más.
De esos mismos labios tan suaves y esponjosos, salen los besos más bonitos que jamás había probado.

Joaquín, teniendo a ese apuesto hombre frente a él, lo único que pasa por su mente son los momentos llenos de risas, carcajadas, besos, caricias e incluso llantos. Cada uno de ellos siendo memorables, unos más que otros, pero todos siendo a lado de ese perfecto ser que se ha convertido en el dueño de sus suspiros y de su corazón. Aquel chico que, en su papel de mejor amigo, de esposo y amante, siempre le recuerda lo enamorado que está de él.

—... repito— habla el padre aclarando su la garganta —Emilio, ¿aceptas a Joaquín como tu compañero de vida?, ¿prometes cuidarlo, protegerlo y ayudarlo en todo como lo haz hecho hasta ahora?, ¿prometes velar por su seguridad y recordarle lo perfecto que es para ti, así como prometes seguir siendo su mejor amigo, pero también su fuente infinita de amor aun en la salud y enfermedad, incluso, después de la muerte?

Ambos chicos reaccionan ante las preguntas, habían estado tan inmersos en sus propios pensamientos que no se dieron cuenta en que momento había avanzado tanto la ceremonia, fue un alivio que ambos hayan decidido no decir votos, pues ambos son conscientes que ya no existe nada que ellos no sepan de los sentimientos del otro; además, tienen toda una vida para decirse cuando se aman y se amarán por siempre. Joaquín incluso se sorprende por aquellas preguntas, pues no son las típicas cuestiones que se hacen en las bodas. Mira a Emilio, quien le sonríe y le regala una mirada de aceptar estar involucrado en eso, sonríe y entiende que fue el mismo rizado quien le pidió al padre cambiar las preguntas.

—Acepto y prometo solemnemente ante Dios, el destino y el universo que mi amor por Joaquín será infinito y que no permitiré que ni la muerte nos separe.

Joaquín sonríe con los ojos cristalizados. Ambas madres de los novios ya son un mar de lágrimas y los invitados no pueden evitar sonreir ante tal declaración. Eduardo y Axel se miran felices, pues lo que una vez Eduardo dijo se comprueba una vez más... Sus padres hacen magia cada vez que se miran.