La luz del sol entra por la ventana iluminando la habitación de un lindo color ámbar.
El castaño sobre la cama comienza a removerse y talla sus ojos para acostumbrarse a la luz.
—Buenos días, belleza griega— murmura coqueto el rizado junto a él. — ¿Cómo amaneciste?.
—Buenos días— sonríe perdido ante la belleza, iluminada por los tenues rayos del sol, del rizado —bien, amanecí de maravilla, ¿Y tú?.
—Si tú eres lo primero que veo al despertar— deja un piquito en los labios del castaño —siempre amaneceré de maravilla.
—Eres un encanto, Emilio— susurra Joaquín sobre los labios del mayor para después besarlo. Pasan unos largos segundos y se separan del beso —¿Por qué estás en toalla?.
—Oh— sonríe —desperté hace unos diez minutos e iba a darme una ducha, pero no quería que abrieras los ojos y te encontraras sólo en la cama, así que esperé a que despertaras para poder bañarme.
Joaquín sonríe ante aquel detalle. Había tenido encuentros con otras personas en donde, al despertar, se encontraba completamente solo.
¿Ahora?, ahora tiene a alguien que no se bañará hasta que él despierte y no se asuste o se sienta mal al no ver a nadie.
Esos pequeños detalles hacen que su corazón palpite más rápido y sea envuelto por calidez pura. Emilio es el único que ha logrado eso.—No sé que hice para merecerte, mi amor— peina los rizos de Emilio hacia atrás. Emilio lo toma de la cintura al momento en el que Joaquín se acomoda boca abajo para poder verlo mejor.
—Oh no, tú eres un regalo del destino para mi— sonríe acariciando las mejillas del rizado —tú haces que salga de la tierra para sumergirme en el infinito universo y eso, sólo con ver tus sublimes ojos color miel.
—Emi... — se arroja nuevamente a los labios del mayor, ambos se dejan llevar por el momento, se disfrutan el uno al otro —si no soy el amor de tu vida— susurra al terminar el beso, pero sin alejarse del rizado —confundeme con él.
Emilio sonríe y se gira sobre la cama aún con el castaño en brazos, ahora él queda arriba y Joaquín abajo; usa su codo como apoyo para no dejar caer todo su peso.
—Estoy seguro de que tú eres el amor de mi vida— los ojos del rizado brillan como dos únicas estrellas en la inmesidad de la noche —Tú me haces sentir único, bonito.
—Uy, hablando de eso— acaricia el brazo de Emilio, el cual está sobre su cintura —¿a qué te referías con eso de que también tienes inseguridad con tu cuerpo?.
—Oh, claro— sonríe deslizando la punta de sus dedos por todo el largo del muslo de Joaquín —cuando llegué aquí, tuve un conflicto con mi cuerpo, básicamente fue porque, al ser de Austria, un país Europeo; las personas hacían comentarios hacia mi cuerpo, como "míralo, dice ser Austríaco, con esa grasa de sobra nadie le creerá semejante mentira", " ya viste que gordo es, no sabía que en Europa había obesos"— el rizado se ríe, pues ahora cae en cuenta que esos comentarios son verdaderamente estúpidos y basados en estereotipos igual de idiotas —comencé a crearme esos estereotipos en mi cabeza y de ahí nació el hacer ejercicio en exceso, las dietas que hacía, ¿las recuerdas?— el menor asiente con atención —fue hasta que me obligaste a comer aquella mitad de sándwich, ahí entendí que, si quiero tener un mejor cuerpo, tiene que ser por mi y no por complacer a las personas.
—¿Por qué nunca me lo dijiste?— cuestiona guiando la mano de Emilio a que acaricie su cintura.
—No lo sé— confiesa acariciando el lugar indicado —creo que, al principio, tenía miedo de que me juzgaras, de que te rieras de mi; pero conforme te fui conociendo, me di cuenta que no eras como el resto y cuando nos hicimos amigos, no pasó mucho para que entendiera a tiempo que estaba haciendo mal. Además... — sonríe recordando —recuerdo la primera vez que me viste entrenar. Recuerdo que yo me había quitado la camiseta y tú llegaste y dijiste "quisiera tener ese cuerpo"— ambos rien ante el recuerdo —los dos malentendimos esa frase.
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◆FAMILIA AL INSTANTE◆
FanfictionEl vínculo que tengo con ellos... Emilio se dio cuenta que una pequeña mentira se puede convertir en lo que, sin saber, siempre necesitó y anheló porque una familia al instante se puede volver lo más importante. ◆Historia totalmente mía. ◇No se p...