◆FAMILIA AL INSTANTE◆

◇αяяєρєηтιмιєηтσ, ρєя∂σ́η у αмσя◇

⚠Capítulo largo⚠

A la mañana siguiente.

La luz del sol entra por la ventana, ilumina la habitación con un tenue color amarillo. Después de todo lo que había pasado y exagerando un poco, no se había visto luz más hermosa que esa.
Los cantos de los pájaros pueden escucharse a lo lejos, acompañados de una pequeña brisa que entra por la ventana.

Emilio se remueve un poco al sentir la luz sobre su rostro, se estira por unos segundos y gira su mirada hacia la persona a un lado de él. Inevitablemente una sonrisa surca sus labios. Las risas de sus hijos en la planta baja, hacen que su ceño se arrugue un poco, voltea hacia a la cama y se encuentra con el pequeño Francisco dormido, con muchas almohadas a su alrededor, se imagina que fueron Axel y Eduardo quienes las colocaron ahí, más que nada para que el bebé no se caiga.

El movimiento a su lado, hace que nuevamente centre su atención en la persona que duerme plácidamente en su pecho. Se acomoda mejor y acaricia el brazo herido de Joaquín, fue todo un lío lograr acomodarse de forma que no se lastimen sus heridas y Emilio tenía razón, era una ventaja que fuera el brazo contrario, así pudieron dormir abrazados.

—¿Qué hora es?— pregunta Joaquín acurrucandose en Emilio.

—Aún es temprano— murmura besando la frente de su esposo —son las ocho, los niños ya se levantaron y están en la planta baja. Están jugando con Duke, creo.

—¿Y Francisco?— pregunta tallando sus ojos, despertando completamente.

—Está dormido en la cama, los niños le formaron una cuna con almohadas— explica sonriendo.

—Mis bebés— habla en un tono bajo y lleno de tranquilidad —finalmente van a estar bien y no los intentarán dañar de nuevo.

—Lo sé— sonríe tranquilo —finalmente estamos sintiendo la libertad, se respira paz y amor.

—¿Como está tu abuelo?— pregunta frunciendo el ceño —ayer ya no me dijiste nada.

—Creo que estará bien, después de hablar se fue a ver a mi tía— sonríe —le dije que no debía caer en el error de lo abuela y no enfrascarse en lo que pasó, que debe salir adelante por las personas que si lo queremos y lo amamos de verdad. Me dijo que le encantaba como tú y yo jamás peleamos. Le conté lo que nos pasó cuando nos quitaron a los niños y le dije que supimos como arreglar eso, que ahora estamos bien. Él simplemente lo entendió y supongo que quiere empezar pidiéndole disculpas a David y a mí tia.

—Lo siento— murmura levantando un poco su rostro para ver a Emilio.

—¿Por qué?

—Por lo que pasó entre nosotros aquella vez— hace una mueca —yo no quería lastimarte de esa manera, estuvo muy mal de mi parte reaccionar así.

—Ya te dije que no pasa nada— murmura Emilio acariciando la mejilla de Joaquín —. Me dolió en el momento, pero créeme que también te entiendo, estabas desesperado por tener de vuelta a los niños.

—Eso no justifica lo que te dije— vuelve a recortarse en el pecho de Emilio y lo abraza con fuerza.

—Ya, tranquilo, dejemos eso atrás— pide —los niños ahora están con nosotros y debemos estar felices por eso, no hay que vivir en el pasado, amor.

Joaquín no dice nada, simplemente levanta la cabeza para admirar el rostro de Emilio. Tiene un debate mental relacionado a la situación, no sabe si debe decir algo más o dejarlo así.

»Sé que has estado intentando hacerme ver que me amas y, de cierta manera, compensar lo que pasó— Joaquín abre sus ojos en sorpresa, no se le había cruzado por la cabeza que Emilio sabría eso —Escucha— suspira y se acomoda a mejor sobre el sofá para ver a su esposo —. Ya te había dicho que te perdonaba por eso, ya quedó en el pasado y no hay que sacarlo de ahí, ¿de acuerdo?