◆FAMILIA AL INSTANTE◆

◇яє¢υєя∂σѕ яσтσѕ◇

Hay recuerdos que nunca se borran y personas que nunca se olvidan.

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Sábado en la mañana.

Después de leer aquella carta, no ha podido dormir ni un minuto durante toda la noche. El sol ya comienza a asomarse por la ventana. Su mirada está fija en el cristal, pero sin mirar nada en específico.

Por su mente pasan muchas cosas, en especial el contenido de la carta. No sabe que pensar al respecto, pues jamás se imaginó que esto llegaría a pasar.

—¿En que piensas, Al?— cuestiona la vocecita a su lado.

—En algo... — calla por unos segundos —... ¿Me ayudas a pedir permiso a Emilio y Joaquín de invitar a los chicos?.

—Sipi— se levanta de su cama y comienza a tenderla —¿a quien vas a invitar?.

—A Dereck, Lara y Lucas— enumera con sus dedos —¿quieres invitar a Emma y Erik?.

—Nop, hoy quiero estar contigo— murmura cambiándose la pijama —¿Puedo?.

—Sabes que si, dudu— lo mira —¿por qué te cambias ahora?.

—Para bajar y pedir permiso— dice con obviedad a la vez que sonríe —y ya es tarde, sabes que no me gusta estar acostado todo el día.

—Cierto, lo había olvidado— menciona. Eduardo siempre ha sido así, le molesta estar acostado todo el día en pijama, prefiere ponerse algo cómodo y hacer otras cosas. Sólo en casos especiales acepta estar en la cama todo el día.

—Voy a abajo— menciona saliendo de la habitación —apurate.

Baja las escaleras emocionado y corre hacia Emilio y Joaquín, quienes ya están preparando el desayuno junto a Jorge.

—Buenos días, campeón— saluda Emilio dándole una fresa al más pequeño.

_Buenos días, papá Emilio, papá Joaqui y Jorge— suspira después de saludo tan grande.

—Buenos días— saludan Jorge y Joaquín riendo.

—Papá Joaqui— llama captando la atención del castaño —¿Al, puede invitar a sus amigos a la casa?.

—Claro que si, sólo que me diga a que hora para prepararles algo de comer— sonríe.

—Papá Emilio— el rizado lo mira —¿Al, puede invitar a sus amigos a la casa?.

—Claro que si.

—Jorge— el mencionado lo mira confundido, pero con una sonrisa.

—Dime.

—¿Te molesta que vengan los amigos de Al?— ladea su cabecita esperando una respuesta.

—Claro que no, pequeño, esta es su casa, no puedo opinar sobre eso.

—Es que papá Emilio dijo— explica mordiendo otra fresa —que como eres nuestro invitado, tenemos que hacer todo porqué te sientas en confianza y cómodo.

—No hay problema— sonríe revolviendo el cabello del pequeño —gracias por preguntarme.

Eduardo sonríe y regresa a la habitación para avisarle a su hermano que todos le dieron permiso.

Axel agradece y envía un mensaje al grupo que habían creado los cuatro amigos.

Axel 💛