Maratón 1/3.
El ambiente aún se siente tenso. Los días pasan y Joaquín se niega a hablar con Emilio. El rizado ha intentado con todo su ser cargar a su bebé, pero no puede. En el momento en el que lo toma en sus brazos, lo siente tan frágil que podría lastimarlo en cualquier momento.
Se la ha pasado llorando todas las noches por no poder cargar al pequeño Francisco. De verdad se siente inútil, un fracaso y asco como padre.
No ha podido dormir en toda la semana por estar leyendo y leyendo una y otra vez las pruebas que Mateo y Rodrigo consiguieron. Ahora resulta que las pruebas de ADN habían estado listas con un mes de anticipación y que Victoria había conseguido las pruebas por medio de los platos en la cafetería de la escuela. Las obtuvo el tiempo que estuvo trabajando en la escuela de los niños.No puede creer que esa mujer estuvo ahí todo el tiempo y él, por idiota, no se había dado cuenta. Sus hijos estuvieron en peligro desde un principio y jamás fue capaz de verlo.
Joaquín tiene razón.
—Soy un maldito idiota— murmura para si mismo, llevando sus manos a su rostro para frotarlo con desespero.
Sólo bastó que Joaquín pronunciará aquellas palabras una vez, para que la mente de Emilio las guardara y las mantenga presentes todo el tiempo.
Su teléfono empieza a sonar, logrando sacarlo de sus pensamientos.
En la llamada.
—¿Si?, diga— responde recostandose en su asiento y soltando un suspiro cansado.
—Hola, señor Emilio— saluda Claudia —lo están buscando en la empresa. Al parecer es un cliente de su abuelo quiere hablar sobre la producción de su pedido, tiene que venir.
—En un momento llego— menciona haciendo una mueca —dile que me espere.
—Claro que si, señor.
☎
Suelta un suspiro frustrado y después de tallar su rostro con sus manos, guarda todos los papeles que podría necesitar para esa reunión.
Sale de su pequeña oficina en casa y se dirije a la habitación que comparte con Joaquín. Entra sin decir nada, el castaño lo mira igual, sin decir nada y sólo observa como se acerca al armario para sacar lo que parecer ser un traje.
Cuando Emilio está por cerrar su armario, un mareo lo ataca y tiene que sostenerse fuerte de la pared más cercana. Joaquín iba a levantarse, pero su orgullo no lo dejó, simplemente se queda ahí sentado, fingiendo que no vio nada.El rizado entra al baño y moja su cara con agua fría, lo más probable es que el mareo sea por no estar durmiendo bien. Se cambia de ropa por aquel traje negro, bastante elegante y sale de nuevo a la habitación. Toma sus cosas y se dirije a la puerta para detenerse por un segundo.
—Tengo que ir a la oficina— menciona sin mirar al castaño —sé que no te importa, pero creo que es justo que sepas en donde estoy. Si pasa algo puedes llamarme, incluso si le pasa algo al bebé, tal vez no sepa cómo cuidarlo, pero podré llevarlo a un hospital.
Emilio sale de la casa sin que Joaquín pueda decir o hacer algo más que rodar los ojos. Aunque... ¿Emilio iba a conducir después de ese mareo?
Baja rápidamente a la sala, con la esperanza de que Emilio siga a ahí, pero no hay nadie. Cuando piensa en regresar a la habitación con el pensamiento de que Emilio estará bien, el sonido del timbre lo detiene. Frunce el ceño, pues no espera a nadie.
—Oh, hola— saluda asombrado —¿está todo bien?
—Si, sólo venía a visitarlos— menciona Aristóteles saludando con la mano —¿puedo pasar?
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◆FAMILIA AL INSTANTE◆
FanficEl vínculo que tengo con ellos... Emilio se dio cuenta que una pequeña mentira se puede convertir en lo que, sin saber, siempre necesitó y anheló porque una familia al instante se puede volver lo más importante. ◆Historia totalmente mía. ◇No se p...