◆FAMILIA AL INSTANTE◆

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Mini-maratón 1/2.

—No vayan a olvidar sus abrigos, está haciendo frío— menciona Joaquín —Emi, ¿me pasas el mio?.

—Si, deja lo traigo— sube las escaleras para ir a buscar el abrigo del menor.

—¿Irás con nosotros, Dereck?— pregunta el castaño.

—Si... digo, si no les molesta— se rasca la nuca incómodo, pero sin borrar su sonrisa.

—No nos molesta, sólo avisale a tus papás que estarás con nosotros para que no se vayan a preocupar — sonríe al ver la emoción, un poco disimulada, de Axel.

—Papi Joaqui— habla Eduardo jalando el pantalón del castaño —¿en dónde vamos a llevar al gatito?.

—Oh, en el auto, vamos a ir al veterinario que está en la plaza— explica acomodando el abrigo del menor —el gatito se deja agarrar fácilmente, así que no creo que sea un problema.

—Listo, amor— llega Emilio con el abrigo del menor en la mano —te ayudo.

Joaquín se voltea y deja que Emilio le coloque el abrigo.

—Gracias, amor— deposita un beso en los labios del mayor y le acomoda bien el abrigo —vámonos.

Toman al felino y salen de la casa hacia el auto. Emilio en el asiento del piloto, Joaquín de copiloto y en la parte de atrás van Eduardo, detrás de Joaquín; Dereck en medio y detrás de Emilio va Axel.

En el camino van pensando los posibles nombres para el nuevo integrante de la familia, pero aún no llegan a un acuerdo.

Tomará un poco más de tiempo de lo que pensaban.

—Jamás creí que nombrar a un gato fuera tan difícil— Emilio suspira deteniendo el auto en una luz roja.

—No te rindas, papá Emi— murmura Eduardo aún pensando en algún nombre para su nuevo amigo —tenemos que pensar muy bien como le vamos a hacer para nombrar al gatito.

Axel sonríe y gira su cabeza hacia la ventana, se imagina que Eduardo tiene miedo y preocupación de que, si no le ponen un nombre al felino, este se ira y jamás regresará. Una sonrisa se pinta en sus labios al sentir las caricias de Dereck sobre su cabello, Dereck lo está abrazando por los hombros.

Su vista se distrae en la calle, específicamente en el puente a un  lado del río. Las luces de las calles alumbran a un muchacho que está recargado sobre el barandal de este. Curiosamente aquel chico se le es muy conocido.

Entrecierra un poco sus ojos enfocando bien la silueta. Luego de unos segundos se da cuenta que se trata de nada más y nada menos que...

—Brad... —susurra captando la atención de Dereck.

—¿Qué dijiste?— pregunta riendo de algo que ha dicho Eduardo, pero dicha sonrisa desaparece cuando ve la mirada perdida de Axel —Hey, ¿qué pasa?.

—Brad... — susurra de nueva cuenta y al mismo tiempo que señala el lugar donde se encuentra el mencionado.

Dereck sigue la línea invisible que traza la mirada de Axel y sus ojos se abren de más ante la sorpresa de ver a Brad trepando sobre el barandal de aquel puente.

Axel sale del auto sin importarle los gritos de Emilio y Joaquín pidiéndole que se detenga, ya que los autos no tardan en avanzar de nuevo. Dereck no lo piensa mucho y decide ir tras él.

La distancia entre el puente y Axel, quien corre lo más rápido posible, parece hacerse más grande con cada paso que el adolescente da.
Brad parece cada vez más decidido a seguir sus pensamientos. Axel intenta gritarle, pero su voz parce no querer salir.