◆FAMILIA AL INSTANTE◆

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—¿Qué pasa, amor?— cuestiona Emilio acostándose a su lado, dejando un beso en su mejilla —Estás muy pensativo.

—Si, es sólo que... — mira a Emilio y continua —¿Qué fue lo que pasó contigo y tu familia?.

Emilio baja la mirada un poco triste. No esperaba esa pregunta.

—Si no quieres dec-....

—No, creo que ya es momento de decirte— abrazo al castaño por la cintura, suspira y habla —Quiero contarte.

Ya está decidido, soltaría ese pedacito de su pasado.

—¿Estás seguro, amor?— cuestiona Joaquín acariciando la mejilla del rizado.

—Si, estoy listo— le sonrie y deja un beso en sus labios —Todo empezó cuando vine a estudiar a México.

•FLASHBACK•

EMILIO

Había llegado a México con la emoción de estudiar y conocer a más personas, tener nuevos amigos y conocer sobre la cultura.

Me había costado trabajo convencer a mi abuelo de permitirme venir a este país. Me dijo que sólo hasta el término de la preparatoria, yo me negué porque de verdad quiero estudiar aquí, pero el dijo que es todo lo que podía ofrecer.

Era mi primer día de clases en la secundaría. Estaba nervioso, mi primer día en la escuela y mi primer día en el país, doble de nervioso estaba.

Entré al salón de clases soltando suspiros, me senté en una de las bancas del fondo, no quería llamar la atención desde el primer segundo, aunque, eso no servía si era el único dentro del salón, o bueno, eso hasta que un chico entró.

—Hola— me saludó nervioso —¿Este es el grupo de 1-D?.

—Si— respondí lo más tranquilo posible, existía la ligera posiblidad de que aquel chico sea mi nuevo amigo —es aquí.

—Oh, gracias, creí que me había perdido— respondió riendo —ammm... ¿Puedo sentarme contigo?.

—Claro, adelante— cuando hizo aquella pregunta, me sentí el adolescente más feliz del mundo, esperaba poder mantener una amistad con él.

—Venía de mi casa y en el transporte una señora empezó a gritarme porque no le daba el asiento— contó mientras se sentaba a mi lado —yo le dije que no tenía que hacerlo, que ella no era de la tercera edad ni mucho menos estaba embarazada. Se enojó y todo el camino me gritó a pesar de que le dije que ya tomara el asiento. Lo peor fue que cuando lo hice dijo "no estoy vieja niño", pero sólo lo dijo porque se subió un señor bastante atractivo debo... admitir... — hizo una pausa y por fin volteo a verme —lo siento, a veces hablo mucho, debo estar estresándote.

—No, tranquilo— sonreí para darle confianza —en realidad... me está gustando escucharte, eres mi primer amigo aquí y en la ciudad.

—¿Vienes de otra ciudad?— preguntó tratando de ocultar el pequeño sonrojo en su rostro.

—De otro país— aclaré y él se sorprendió —vengo de Viena, Austria. Por cierto, me llamó Emilio.

—Yo soy Joaquín— respondió ladeando su cabeza a la vez que soltó una risita —Vaya— expresó y se acomodó mejor sobre su lugar —yo soy de Italia, pero ya tengo bastante tiempo viviendo aquí. ¿Te gustaría salir conmigo a conocer la ciudad?, digo, si no te molesta.

—No, al contrario— sonreí aliviado —me ayudarías bastante, aún me cuesta saber en donde está exactamente mi departamento, me confunden las calles.