◆мσνιмιєηтσ ιηєѕρєяα∂σ◆

275 25 611
                                    

Los minutos y las horas pasaban. Los tres chicos estaban casi a punto de sufrir un ataque de pánico o nervios. Pedían informes, pero las enfermeras les decían que él doctor aún estaba atendiendo a Eduardo.

El más afectado, definitivamente, es Axel. Su mirada está pérdida en la pared blanca frente a él. Sus lágrimas salen de sus ojos de manera involuntaria. Parece perdido en sus pensamientos, en sus recuerdos.
El arrepentimiento y la culpa gobiernan su mente y su corazón en este momento. Sí no hubiera creído en las palabras de esa mujer, nada de esto estuviera pasando. Si no lo hubiera escuchado a él no...

—Familiares del niño Eduardo Rodríguez— habla el doctor saliendo de la habitación. Axel inmediatamente sale de sus pensamientos.

—Somos nosotros— menciona Emilio levantándose y caminando hacia el médico.

—¿Como está mi hijo, doctor?— pregunta Joaquín angustiado.

—El niño se encuentra en buen estado— explica el doctor tranquilizando a la familia —lo han traído a tiempo. Tenía una herida en la espalda, la cual, no fue tratada a tiempo y comenzó a infectarse, es por eso que el menor tiene fiebre. Ahora se encuentra dormido, pero ya pueden pasar a verlo.

—¿Qué fue lo que le hicieron, para curar sus heridas?— pregunta Joaquín bastante nervioso.

—Hicimos una limpieza a las heridas— explica en medio de un  suspiro —. El pequeño tiene heridas por todo el cuerpo, más en las partes que no se ven debido a la ropa. Parece ser que el menor cuidó de las heridas que estaban a su alcance como los brazos, piernas y rostro, pero en el caso de la espalda, no hay rastro de limpieza o algo parecido.  Le suministramos analgésicos para el dolor, como dije, ahora está dormido, pero ya pueden pasar a verlo, en este caso, se les permitirá quedarse el tiempo que gusten.

—Muchas gracias, Doctor— agradece Emilio.

—Cualquier cosa me avisan.

El doctor se retira y los tres chicos entran a la habitación. Lo hacen con cautela, tratando de no despertar al menor, pues se imaginan que con tanto dolor durante días, debía de estar cansado.

Se sientan a su lado, Emilio toma su mano derecha, Joaquín la izquierda y Axel se queda a un lado de Joaquín, pero alejado de la cama.
El adolescente observa a Eduardo sobre la cama. Tiene sus ojitos cerrados y se pueden notar sus mejillas teñidas de un ligero tono carmesí y tiene dibujada, en el rostro, una mueca de dolor.

El corazón de Axel se hace más chiquito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El corazón de Axel se hace más chiquito. Todo esto era su culpa. Si tan sólo hubiera escuchado a Eduardo cuando le dijo que tenía que hablar, con Emilio y con Joaquín de la llegada de Victoria, esto no estaría pasando. Definitivamente estaba dispuesto a escuchar a su hermano y a sus amigos sobre las "malas vibras" de su madre, Eduardo no estaría herido.
Le había prometido cuidarlo si aceptaba el trato y lo rompió, no cumplió con su parte, pero... No tenía opción. Él sólo lo vi...

◆FAMILIA AL INSTANTE◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora