CAPÍTULO 53

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CAPÍTULO 53

Nos levantamos juntas para desayunar con Daniel quien aún no había despertado. Hicimos el desayuno y luego sonreí con malicia para cobrarme de lo que hacía cada mañana. Tomé una olla y entré golpeándola a su habitación. Inmediatamente me sentó asustado, pataleando, sin saber dónde estaba y comencé a reír.

—Por favor dime que nuestras expresiones no son las mismas. —reí sin poder contenerme.

—¿Que demonios? —se molestó con el cabello alborotado.

—Está listo el desayuno, arriba Romeo —tiré las cobijas al suelo para después salir totalmente satisfecho por haberlo hecho.

El desayuno marchaba tranquilo con una pareja muy enamorada ignorándome.

Suspiré mirando a la nada hasta que la pregunta de Yessica llamó mi atención.

—Dan, ¿Los chicos se enamoran igual que las chicas?

Volví a mirarlos en un vaivén, esperando la respuesta de mi hermano.

—¿De qué hablas? —sonrió.

—No, no enamoramiento. Gusto —corregí con sutileza.

—Eso, gusto. —repitió.

—No entiendo absolutamente nada de lo que hablan. —continuó con su desayuno y Yessica me hizo una seña para que preguntara, pero  negué.

—Quiero decir, ¿Como sabes cuando le gustas a alguien? ¿Como actúan los chicos? —preguntó animada.

—¿Por qué? ¿No te lo he demostrado lo suficiente? —la miró dudoso, frunciendo el ceño.

—Solo responde...

—Bueno, no sé. Supongo que todos los chicos somos diferentes. No somos como las chicas que se sonrojan cada vez que ven al que les gustan, tampoco nos ponemos nerviosos, no enviamos mensajes amorosos o cortejamos a la antigua.

Ambas nos miramos un poco confundidas sin comprender su analogía.

—¿Demuestran más con actos o palabras? —pregunté interesada para salir de la duda.

—Depende que actos sean, algunos chicos somos directos con las palabras —me miró.

—¿Que dices si se molesta cuando un chico se acerca a una chica en particular? —siguió su novia y asentí.

—Puede que el chico no sea de su agrado y no precisamente guste de ella. —encogió los hombros bebiendo su café.

—¿Si la mira mucho?

—Quizás algo llame su atención, somos de mirar mucho, pero no significa nada.

—¿Si habla con ella y no con las demás?

—Quizá no la consideré una pretendiente y esté tranquilo —nuevamente encogió los hombros.

Cada una de sus respuestas me desilucionaban más y más, haciendo que bajara la mirada asimilando que no significaba nada para Thomas, nada más que una molestia.

Cada una de sus respuestas me desilucionaban más y más, haciendo que bajara la mirada asimilando que no significaba nada para Thomas, nada más que una molestia

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CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora