CAPÍTULO 5

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CAPITULO 5

THOMAS


Era el último día clases y regresaba a casa. Los últimos días Samantha no había asistido, y no era como si me importara, pero tomó vacaciones adelantadas por su torpeza y eso era totalmente injusto. De alguna manera siempre se salía con la suya.

Llegué a casa y sentí el aroma de un pastel que parecía recién preparado, di unos pasos y mi madre no tardó en salir de la cocina.

—Bienvenido... —me sonrió y tomó su bolso —haré unas compras y por favor ve a casa de Sam e invitalas a cenar para esta noche —tomó las llaves

—¿Por qué?  —cuestioné confundido por la repentina invitación.

—Porque no olvido lo que le hiciste...

—No le hice nada —desvié la mirada con el ceño fruncido.

—Fuiste desconsiderado y por eso estuvo enferma toda esta semana y no fue a clases.

—Como si eso le importara o afectara, continúa siendo de las peores. —ella me miró en forma de reproche y suspiré. —Está así por su torpeza y que no haya ido no hace la diferencia, todos lo saben. —resté importancia.

—No me importa esa perspectiva de niño arrogante. No quiero excusas. Irás a su casa y las invitarás hasta que regrese de hacer las compras —salió sin que pueda decir nada más.

Subí a mi habitación y la vi en la suya, estaba recostada tirando un oso de peluche por los aires como una niña, era tan infantil a pesar de su edad.

Tomé unas hojas y comencé a escribír,  pero no me prestaba atención por lo que abrí la ventana y la llamé.

Me miró y sonrió

[¿Si?]

Escribió en su hoja.

[Mi madre las invita a cenar ésta noche]

Mostré lo que había escrito.

[Esa no es la forma de hacer una invitación]

Respondió, encogiendo los hombros.

[Dije lo que debía]

Comenzaba a molestarme y no me agradaba como terminaba con mi paciencia tan rápido.

[Entonces no iremos]

[No puedes rechazar a mi madre]

[No lo hago. Solo rechazo tu forma amarga de hacer una invitación.]

[Tomalo como quieras]

Mostré de mala gana y ella sonrió levemente.

[Veremos que dice tu madre.]

Encogió los hombros y cerró las persianas.

¿Desde cuándo era tan irritante? 

Era  una pregunta equivocada. Siempre lo fue solo que se volvió aún más al punto de agotar mi paciencia en poco tiempo.

Mi madre no tardaría en regresar y sin otra opción salí para ir a la casa vecina y tocar el timbre.

—¿Si? ¿Que necesita? —preguntó del otro lado

—Se supone que debes abrir la puerta, torpe —respondí malhumorado.

—Oh —la escuché reír y abrió la puerta. —¿Que necesitas?

CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora