CAPÍTULO 66

839 59 11
                                    

CAPÍTULO 66


Cepillé mi cabello para luego salir y tocar la puerta de en frente para esperar en un vaivén manteniendo mi sonrisa.

—Hola —levanté una mano en cuanto abrió y pasé con toda confianza antes de que dijera algo.

Al entrar sentí un aroma delicioso, y sin pensarlo dos veces me acerqué donde se estaba cocinando.

—Que considerado —lo miré —estás cocinando para mí.

—No quería que incendiarás la cocina —sonrió y lo miré mal.

—Dije que no —fruncí el ceño borrando mi sonrisa.

—Yo cocino, pero tu limpias, es un trato justo.

—Está bien —concordé.

Lo observaba mientras cocinaba, se veía aún más guapo en aquella concentración de chef y pensé que no había nada que le saliera mal y sonreí.

Lo observaba mientras cocinaba, se veía aún más guapo en aquella concentración de chef y pensé que no había nada que le saliera mal y sonreí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Deja de mirarme como si fuese un bocadillo —me sacó de mis pensamientos.

—¿Que? —me sorprendí y sonrió.

—Por cierto, ganamos el partido.

—Pues felicidades. Solo espero que ninguna niña se haya acercado o puede considerarse calvam —murmuré molesta, pero lo suficientemente entendible.

—¿Realmente harías un escándalo? —apagó la cocina.

—Ganas no me faltarían, pero también debo cuidar mi imagen, ya sabes. —asintió con una sonrisa.

Puse los platos mientras se enjuagaba las manos y al probar el primer bocado levanté el pulgar.

—Delicioso, si no quieres ser empresario definitivamente tendrías empleo como mi chef personal. —continué comiendo

—No estoy dispuesto a recibir tus órdenes.

—Solo tendrías que cocinar, nada grave. —resté importancia

—Eres la torpe Sam, no debería sorprenderme lo que dices. —prestó total atención a su plato y sonreí sin ganas para cambiar la conversación.

—Oye, tu madre me hizo dudar —volvió a mirarme.

—¿Con qué?

—Insiste que tú y yo podríamos tener algo, por un momento me sentí mal. Quise decirle, pero no.

—Si no lo hacemos es por tu culpa —encogió los hombros.

—¿Que? ¿Estas dispuesto a decirlo? ¿en serio?  ¿Thomas Rogers? —me sorprendí con cada pregunta.

—Lo saben Daniel y Yessica, ¿Por qué no nuestros padres? —respondió con tranquilidad —Aunque me gusta la privacidad.

—Eso es... —lo señalé —la privacidad es importante.

CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora