CAPÍTULO 79

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CAPÍTULO 79



Llegué al edificio y toqué con cierta timidez la puerta de Thomas, quien no tardó en abrir.

—Hola. —sonreí levemente

—Hola —correspondió del mismo modo dandome paso para sentarnos en la sala.  —¿Que anduviste haciendo?

—Tuve la primera cita con la psiquiatra. —liberé con tranquilidad.

—¿Como te fue? ¿Como te sientes?

—Bien, no creerás quién es. —sonreí esperando su respuesta.

—¿Quien?

—¿Recuerdas que un tiempo trabajé en la cafetería cercana? —asintió recordando. —Pues mi antigua jefa ahora es mi psiquiatra, me siento realmente aliviada. Aunque sea algo profesional no es una desconocida.

—Es muy bueno y más aún que sepas diferenciar las circunstancias —tomó mi mano.

—Ya no soy una niña pequeña —negué y sonrió.

—¿Como serán las citas?

—Dos veces por semanas, no tiene ningún informe al respecto así que comenzaremos “por el principio” —hice comillas.

—Llevará tiempo.

—No lo creo, pondré mi confianza en ella. Me recuperaré pronto. —negué al notar mis palabras. —No recuperar, sino reforzar mi salud mental. Calculo que al finalizar el año académico estaré en mi 100 % de nuevo.

—No apresures las cosas, ve con calma. Un paso a la vez. —rió y lo miré mal

—Bajas mi expectativa. —arrugué la nariz.

Por un momento quedó en silencio, mirándome de una forma muy particular, como si quisieras algo que no se atrevía a pedir y sonreí levemente.

—¿Por qué me miras así? —no respondió —¿Acaso quieres besarme?

—¿Que? —reaccionó.

—Si quieres besarme puedes hacerlo —desvié la mirada. —solo no llegaremos a más.

—Solo tu compañía es suficiente. —me haló para abrazarme y besar mi frente.

—A veces me pregunto si esto es real y si te merezco. —lo miré desde mi posición y sonrió.

—Podría preguntarme lo mismo —besó levemente mis labios y volví a la misma posición.

—Creo que eres el único que me merece, eres afortunado. —bromeé abrazándolo.

—Ambos lo somos. —reí por lo que dijo haciendo que me relaje

Nuestra relación se mantenía en un estado neutro, a veces me incomodaba estar a solas y las pocas que podíamos no era como veces anteriores. Los besos eran contados, pero nos habíamos acercado como amigos y eso llenaba un vacío mucho más antiguo.

En cuanto a las sesiones de terapia...
Durante varias citas hizo preguntas sobre mi y conté más relajadamente mi historia, Alexia me generaba confianza y era lo más importante.

—Muy bien. —tomó su libreta —He podido analizar más detalladamente tu sitúacion. Dime, luego de la última vez, ¿Volviste a ver, saber o tener contacto con el acusado?

—Si, él vino hasta aquí. En un principio no presté atención a ciertas situaciones para no caer en aquel pozo oscuro, pero fue inevitable cuando se hizo presente ante mi. —fruncí el ceño.

—¿Fue reciente?

—Meses atrás, poco antes de darme a conocer en sociedad. Fue justamente por eso que lo hice, así podría mantener la distancia. También fue cuando comencé a tener episodios de ansiedad.

CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora