CAPÍTULO 115

561 50 15
                                    

CAPÍTULO 115

Había pedido una pizza y la esperaba con tranquilidad mientras pasaba rápidamente los canales de televisión con aburrimiento para después apagarla.

Tocaron la puerta y salté para recibir mi pedido.

—¡Sorpresa! —exclamó con una sonrisa

—¿Que haces aquí y con mi cena? —lo miré con seriedad y borró su sonrisa.

—Solo vine de visita —desvió la mirada y reí.

—Oh vamos, solo bromeo. Pasa, Liam —su expresión era una caricatura.

—Tu humor es único —pasó con confianza.

—Es casi irónico —corregí —¿Que te trae por aquí? —comenzamos a comer.

—Solo quería saber que hacías, si necesitabas algo, en fin...

—Ya veo —asentí —mañana tendremos reunión con mi padre, te presentaré como mi asistente.

—¿Estás segura?

—Desde luego, ya hacen dos meses que trabajas conmigo e hiciste un buen trabajo. Mi padre debe saberlo, además que debo rendir cuentas de quien trabaja tan cercana a mi —respondí con tranquilidad.

—De acuerdo —suspiró y me quedó mirando  de un modo que me causó curiosidad.

—¿Por qué  me miras así? —cuestioné frunciendo el ceño y negó.

Pasamos un buen rato entre amigos, platicando diversas cosas y viendo algunos vídeos graciosos. En un momento no noté cuán cercanos estábamos hasta que nuestras cabezas chocaron y reímos.

—Seguiré siendo torpe, lo siento Liam —me froté la frente.

—Descuida... —sonrió y beso mi frente quedando a unos centímetros de mi rostro.

Podía sentir su respiración y por un momento mi corazón se alteró, mientras se acercaba lentamente a mis labios.

—Si valoras nuestra amistad, no lo hagas  —dije en tono bajo para que se detuviera.

—Sam...

—Por favor, o todo desaparecerá en este momento —lo alejé y me acomodé en mi lugar.

—Lo siento —suspiró regresando en sí.

—Está bien —miré a otro lado con incomodidad.

—Si tan solo no te hubieses ido, ¿Nosotros? —volví a mirarlo e hizo lo mismo —¿Hubiesemos tenido una oportunidad?

—¿De que sirve eso ahora?

—Quiero saber, ¿Habríamos podido?

—Eres lindo y no lo digo sólo en aspecto, sino como persona. Creo que si, pero las circunstancias y lo que vino luego... —suspiré —hubiesemos podido, pero no sé si hubiese funcionado.

—Entiendo... —bajó la mirada —siempre eres tan clara y directa.

—Evitemos confusiones Liam.

—Claro, ahora me iré —sonrió levantándose y lo acompañé hasta la puerta.

—No olvides la reunión de mañana, debes ser puntual —recordé antes de que saliera.

—No se preocupe jefa, allí estaré.

Reí y lo despedí.

Liam era un buen chico y sin duda hubiese sucedido algo con él, solo había un pequeño problema. Solo habría funcionado en caso de que no me hubiese pasado absolutamente nada de lo sucedido y que jamás haya regresado a Londres. En resumen, algo imposible en mi actualidad.

Al día siguiente estábamos en la reunión donde todo marchó con normalidad, Liam estaba a mi lado prestando la documentación correspondiente.

—Muy bien, fin de la reunión —dijo mi padre y todos nos levantamos —Sam, espera un momento.

Volví la mirada a la pantalla y asentí, terminé de despedir a los presentes y luego presté atención a mi padre mientras Liam recogía los documentos.

—¿Ese chico es el hijo de Cooper? —preguntó directamente

—Lo es, estoy segura de que lo recuerdas. Es Liam Cooper y es mi asistente —informé sin dudas.

—Debería estar sorprendido, pero no te cuestionaré, confío en tus decisiones.

—Te lo agradezco —observé como Thomas se retiró de la reunión seguido por mi hermano.

—Bien, finalizamos por hoy.

—Nos vemos padre, señor Jack —saludé y asintió con una sonrisa.

Corté la conexión y miré a mi asistente.

—¿Tendrás problemas? —preguntó un poco preocupado.

—¿Con quién? —cuestioné son una sonrisa desgranada. —Es horario de trabajo, no olvides con quién hablas —salí seguida por él.

Un mes después Adam me había citado en el mismo restaurante y Frederick también estaría presente. Esperaba una confirmación de su parte.

—De acuerdo —sonrió —compráremos el edificio y cambiaremos el nombre de inmediato —sonrió muy animado.

—Perfecto. —devolví el gesto y mientras entregaba el documento a firmar.

—La trasferencia será inmediata a tu cuenta. —avisó Fred y asentí.

—Solo dime que nos asesorarás a cualquier duda, y que confiarás en nosotros. —dijo Adam mientras firmaba.

—Ya lo hice ahora es su turno, confíen en ustedes mismo y que los demás no los hagan dudar. Solo espero que en un futuro no haya conflicto entre entidades y podamos llegar a acuerdos según conveniencia.

—No tienes que decirlo, esto es como un acuerdo y seguro de asociativismo —respondió y asentí.

Finalmente mi pensado se había hecho realidad.
En 4 meses la empresa había subido una escala magnífica bajo el nombre “W&W Association” 
En otros 6 meses fue altamente reconocida en América y pronto llegaría a Londres con una expectativa que nadie daba credibilidad en sus inicios. Tanto Adam como Frederick al principio viajaban continuamente hasta que el último decidió establecerse en Los Ángeles para una mejor administración, pero Adam redujo los viajes hasta el último mes.
Según lo que informaban los medios se lo había visto con una chica, suponía que Olivia había viajado con él. No sabía mucho por el hecho de que todos teníamos mucho trabajo sin mencionar la dificultad de la carrera a distancia y que cada día era más demandante.

En cuanto a mi, me dediqué a mis cosas. Me convertí en donadora anónima para la prevención de violencia y también ayudar a mujeres en estados de vulnerabilidad, brindado refugios, atención médica y ayuda psicológica. En los últimos meses junto a otras mujeres dimos inicio a una fundación con el mismo propósito, siempre manteniendo el anonimato, o eso creía y quería, pero siempre hay un pero. Una reconocida revista se había encargado de investigarme desde que había llegado al país y había lanzado la información al público. Todo quedó expuesto, pero sorpresivamente no fui envuelta en polémica sino lo contrario y con apoyo de otras asociaciones femeninas quedó bajo control.
Todos los que me conocían y reconocían ya no era por ser Samantha Anderson, hija de Simón Anderson de la poderosa CI Anderson. No. Finalmente era conocida como Samantha, a veces Anderson, pero continuamente solo Samantha. Aquella chica que hizo muchas cosas y ahora apoyaba causas justas.

Estaba repasando los últimos meses de mi vida cuando di cuenta de  en un par de meses más debería regresa a Londres, sí. Habían pasado casi 2 años









Chan chan! Bueno no era secreto los sentimientos de Liam *tira una piedrita*
Por otro lado Samantha consiguió muchas cosas por si sola yeiiiii *aplaude*

CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora