CAPÍTULO 91

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CAPÍTULO 91


Al día siguiente tenía los mejores ánimos y preparada para afrontar la pila de documentos, pero antes debía hablar con Daniel.

—¿Puedes decirme donde estuviste o que hiciste? Me tuviste muy preocupada —lo miré mientras desayunabamos.

—Ya te lo dije, pasé la noche con Yess, ¿Acaso quieres detalles? —me miró confundido y fruncí el ceño.

—No hablaba de eso. —suspiré —¿Todo fue normal?

—Claro, como siempre ¿A ti te sucedió algo? —también frunció el ceño.

—No, ya sabes como soy y como el trabajo me estresa. Eso me tiene a la defensiva, no lo sé. —desvié la mirada esperando que creyera.

—Te entiendo, pero no te preocupes —sonrió —es hora de irnos.

Nos fuimos en su auto mientras divagaba en mis pensamientos e intentaba que no me afectara lo que sucedía.
Y como lo suponía tenía una enorme pila de documentos que verificar, pero ante mi expresión agotada Daniel me ayudó.

—Por cierto, ayer no pude contactarte, pero me llamaron por una “posible modificación en el producto Walker”...

—No tenemos permitido hacer absolutamente nada de eso. —interrumpió mientras pasaba las hojas.

—Lo sé, eso debería tratarse con nuestro padre posterior a una reunión de análisis. Pero en fin, sólo te lo dije para que supieras. De igual manera lo dejé en claro. —tomé otro documento.

—Como se debe, no olvides lo que dijo el señor Anderson. —me miró —Mantengamos todo bajo control.

—Exacto —levanté un pulgar —Aunque me sale mejor decir “señor Anderson” —lo imité y reímos.

Otro día finalizaba y con él otra semana. A mi parecer estábamos manejando mejor de lo que podía creer la sitúacion, supimos que el juicio había comenzado, pero no tuvimos la oportunidad de hablar con nuestro padre.

—Hola Sam —saludó Yessica abriendo la puerta de mi habitación.

—Hola, ¿Que haces aquí? —pregunté sin ganas dejando el móvil de lado.

—Eso dolió, pero pasaré aquí unos días. Daniel no quiere dejarte toda la responsabilidad así que los apoyaré. —se sentó en mi cama.

—Genial, pero no tocaras absolutamente nada. —la señalé.

—Lo sé, vaya hasta ahora puedo notar que te volviste demasiado arrogante. Tom te ha contagiado su amargura. —rió divertida.

—No es arrogancia, sino agotamiento y estaba leyendo las noticias del juicio. Al parecer las cosas van bien.

—¿Por qué no hablas con tu padre?

—No, decidimos esperar hasta que llame. Queremos que esté tranquilo y los abogados manejan la sitúacion.

—Entiendo.

—¿Tus cosas? —noté que no llevaba su bolso

—Bueno... —sonrió con pena. —en la habitación de Dan, ya no es secreto lo nuestro. Así que, me quedaré en su habitación.

—Mira nada más.  —hice una mueca molesta.

Cenamos los tres mientras los ignoraba y escribía un mensaje.

Yo: Tom, mi amargo más dulce ¿Como estas? ❤

Thomas: Acabo de llegar.

Yo: Te extraño

CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora