CAPÍTULO 120

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CAPÍTULO 120

El gran día de Adam había llegado, la boda se realizaría a las 7 p.m para luego dar lugar a la fiesta en el mismo lugar.

Me preparé con maquillaje y peinado sencillos. Y mi vestido era...

Sonreí levemente al verme en el espejo y bajé para encontrarme con mi padre y Larisa que me vieron totalmente sorprendidos

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Sonreí levemente al verme en el espejo y bajé para encontrarme con mi padre y Larisa que me vieron totalmente sorprendidos.

—Adam suele llamarte su ángel y si te pareces a uno —dijo con una sonrisa y me avergoncé.

—Papá... —sonreí —ustedes se ven muy bien.

—Gracias Sam, es hora de irnos —agregó Larisa.

Salimos y el viaje fue totalmente tranquilo, llegamos al lugar donde en la entrada había algunos fotógrafos. Pude reconocer a algunos que solían ser nuestros compañeros en el taller y ese día estaban tomando su trabajo.

Ingresamos al lugar donde contaba con dos enormes salones, por un lado donde se llevaría a cabo la boda como se debía y al otro la cena seguida de la fiesta. Ambos tenían una decoración muy bonita que hacía suspirar a cualquier por los detalles y seguramente más de uno desearía casarse luego.

—Hola. —saludé encontrando a la familia Rogers.

—Sam, pero que hermosa —Emma quedó maravillada al verme con aquel vestido.

—Soy una de las damas de honor. —sonreí apenada por la atención.

—Tan reluciente como siempre, deja de ser tan modesta —agregó el señor Jack.

Discretamente desvié la mirada hacia Thomas y a su lado estaba Alicia quien me sonrió y devolví el gesto.

—¿Saben donde está Adam? —pregunté buscándolo con la mirada.

—La verdad no...

—Lo llamé, pero no respondió, temo que se desmaye o algo parecido. —reí haciendo otro intento.

—Sam —me llamaron y volteé

—¡Oscar! —lo abracé, desde que había regresado solo lo vi y saludé a la distancia una vez.

—¡Wooo, que hermosa!  Ahora entiendo porque Adam quería que tuvieras seguridad propia. —me miró con atención para luego levantar ambos pulgares.

—Por favor, ¿Dónde está?

—Por eso vine, está al punto de un colapso y Olivia igual, pero Sophi se encarga de ella. Vamos... Debes ayudarme o no habrá boda. —me señaló la dirección y asentí.

—Claro.

—Disculpen, me llevo ésta bella señorita por un momento. — avisó y mi padre asintió.

Me llevó hasta un notablemente nervioso Adam que caminaba de un lado a otro sin poder tranquilizarse mientras desabrochaba un botón de su camisa.

—Adam... —llamé su atención y me miró para después abrazarme, allí pude sentir el temblor nervioso de su cuerpo y sonreí levemente.

CICATRICES [FINALIZADA ✓]   |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora