CICATRICES [FINALIZADA ✓] |+18|

CAPÍTULO 93

CAPITULO 93

No podía negarme ya que tenía el arma sobre mí. Me haló con fuerza para que caminara cuando alguien se abalanzó sobre él para golpearlo, haciendo que tirara el arma a una distancia.
Solo me alejé unos pasos de la escena mientras peleaban a puñetazos.

—Tom... —murmuré cuando Harry tomó ventaja, pero el nombrado reaccionó rápido.

—Aléjate de ella. —dijo entre golpes.

—¡Es mía¡ —respondió como un psicópata y me cubrí los oídos.

—No me conoces, solo es una advertencia. —le dió un último golpe dejándolo ensangrentado.

Se separó para acercarse a mi, pero vi a Harry ir por el arma.

—Tiene un arma. —señalé  rápidamente.

Fue cuando llegó Daniel y no pudo hacer más que huir como siempre lo hacía.

—¿Estas bien? —preguntó y no respondí, me bajó las manos que cubrían mis oídos e hizo que lo mirara. —¿Estás bien? —repitió y aún estaba en la conmoción del momento impidiendo que respondiera, pero reaccioné al ver una herida al costado de su labio.

—¿Estás bien? —me preocupé e intenté tocarlo, pero me detuve al sentir el temblor de mis manos.

—Estoy bien, no te preocupes. Tú eres lo más importante. —tomó mi brazo con suavidad.

—Llevaré esto a la estación para que hagan un examen. —mencionó Daniel acercándose con el arma  y me miró con preocupación. —¿Estás bien? —preguntó con suavidad.

—Dan... —desvié la mirada. —Quiero descansar. —agregué con voz agotada.

—La llevaré, puedes ir. —agregó Tom mirándolo.

—Seguramente tendrán que declarar, te la encargo. —se retiró y nosotros igual.

—Sam... —acarició mi rostro llegando a la puerta del departamento —¿Estás bien?

—Mira eso, hay que limpiar esa herida. —volví a evadirlo y entramos a su departamento. Tomé lo correspondiente para hacerlo y se sentó en el sillón.

—Sam. —me detuvo tomando mi mano.

—Primero esto... —evité mirarlo y limpié la herida. —¿Te duele?

—Eso no importa, mirame. —me levantó el mentón —Sam...

—No, no estoy bien. —negué conteniendo los deseos de llorar. —¿Como podría con lo que acaba de suceder? ¿Cuánto más tendré que pasar por esto? ¿A quien más dañará por su obsesión? —rompí en llanto, sintiendo que la situación me sobrepasaba.

—Sh... No pienses en eso ahora. —me abrazó. —Solo piensa que no estás sola.

Me escondí en aquel abrazo, lo único que aplacaba mi miedo en ese momento, pero aunque quisiera no podía disipar esa pregunta, ¿Cuánto más debía pasar por lo mismo? Harry parecía estar sin control y lo peor era que a pesar de las denuncias, la demanda y la seguridad que tenía, no lo habían detenido.

—¿Puedo quedarme contigo? —pregunté con temor sin intenciones de soltarlo.

—Claro que si, no debes preguntar eso. —besó mi frente y lo miré.

—Gracias por estar cuando más lo necesito. —susurré y en sus ojos pude ver una enorme preocupación.

—No agradezcas, Sam te amo y haré lo que sea por ti. —depositó un corto beso en mis labios y volví a esconderme en su cuello.