CICATRICES [FINALIZADA ✓] |+18|

CAPÍTULO 73

CAPÍTULO 73

Abrí el guardarropas encontrando la sudadera al instante, aunque estuviese en medio de mi ropa la reconocía perfectamente.
Mientras la tomaba sentí unas manos rodear mi cintura por lo que quedé inmóvil.

—¿Que haces? —pregunté en tono bajo.

—Si te extrañé. —susurró en mi oído haciéndome estremecer.

—Lo sabía. —sonreí para que no notara mi nervisismo.

—¿Está mal que esté aquí? —siguió del mismo modo y suspiré.

—Creo que no. —giré para mirarlo y lo abracé escondiéndome en su cuello. —Ya dormimos juntos.

—¿Desde ahora utilizarás esa ropa? —murmuró.

—Si, ¿No te gusta? —suspiré con decepción.

—No es eso, claro que me gusta, pero atraerá la mirada de otros tipos. —se quejó haciendome reír.

—Por favor, soy hija de Anderson. Debo verme bien, no importa las miradas. Sólo me importa la tuya. —no respondió y pude sentir sus caricias subieron por mi cintura. Subiendo y bajando por mi espalda, sintiéndome aún más nerviosa, pero no lo detuve.
Me separé un poco, lo suficiente para que aprisionara mis labios con los suyos. En un beso un tanto desesperado y difícil de seguir, pero lo conseguí, era muy similar a esos que nos dimos en su coche y en parte me gustaba, pero también pensaba en otra cosa.
Se detuvo un segundo mirándome a los ojos y bajando hasta mis labios, no sabía en que pensaba y no pretendía preguntar. Mejor dicho no podía preguntar.
Volvió a reclamarme con la misma intensidad mientras envolvía mis brazos en su cuello para acercarlo aún más. Me sorprendí cuando sentí su lengua en mi boca pidiendo paso, totalmente inexperta y solo por instinto cedí disfrutando de las nuevas sensaciones que me regalaba, desordenando mis pensamientos y su cebello.
Suspiré al sentir que me levantaba haciendo que automáticamente envolviera mis piernas en su cintura mientras se dirigía a la cama.
Descendió con lentitud para posarse encima de mi de la misma manera, nuestras respiraciones eran aceleradas y sin pensar mucho volvió a besarme mordiendo levemente mi labio inferior mientras bajaba hasta mi cuello. Liberé un suspiró largo, uno que había estado conteniendo y  la sensación era magnífica, mientras acariciaba su cabello.
Una vez más volvió a mis labios, fue cuando sentí subir la temperatura en mis mejillas y no solo en ellas, sino en todo el cuerpo. Instintivamente acaricié su abdomen y sin pensar le quité la camiseta, él no se opuso solo siguió besándome y por mi parte me dediqué a acariciar su espalda desnuda y bien formada.

Poco a poco sumergió su mano por debajo de mi ropa, acariciando lentamente mi abdomen subiendo y bajando, deteniéndose en el comienzo de mi sostén. Fue cuando se detuvo, unió su frente con la mía mientras suspiraba.

—¿Que? —susurré

—Deberiamos detenernos —me acarició por última vez desviando su mano un poco y lo detuve repentinamente cuando tocó algo más.