Terrence estaba nervioso. Nadie nunca había tocado su entrada y hoy le estaba permitiendo a este extraño no solo tocarlo, sino también perforarlo.
Mark se aseguraría que esta experiencia fuera inolvidable para Terrence. Se aseguraría de darle tanto placer como Terrence se lo había dado a él. Con su boca entreabierta besó su cuello al mismo tiempo que acariciaba su pecho. Fue bajando lentamente hacia sus pezones erectos alternando con su lengua en círculo, mordisqueando y estirando. Trazó ese hermoso tatuaje una y otra vez haciendo a Terrence gemir por la sensación.
Continuó arrastrando su lengua por su vientre plano hasta llegar a esa boa entre sus piernas. La tomó entre sus manos y la jaló de arriba a abajo para luego chuparla. Con su lengua recorrió sus testículos hasta llegar a su entrada. Terrence se tensó ante la intromisión.
— Tranquilo. Te prometo que seré cuidadoso.
Abrió sus nalgas y se deleitó lamiéndolo. Terrence no podía explicar lo que estaba sintiendo. Solo sabía que le gustaba y se sentía placentero. Mark metía y sacaba su lengua estrechando la entrada. Abandonó el delicioso orificio y tomó el sobre de lubricante echando una gran cantidad en sus dedos.
— Introduciré un dedo primero para que te vayas acostumbrando a la sensación.
Terrence asintió y Mark comenzó a follarlo con un dedo. Una vez que Terrence se acopló, introdujo otro más buscando su próstata. Los gemidos de Terrence empezaron a escucharse por toda la habitación, indicándole a Mark que Terrence estaba disfrutando esto tanto como él. Un tercer dedo fue ingresado y esta vez Terrence no pudo resistirse comenzando a mover sus caderas sin control.
— Ahh, ahhh. Ya estoy listo. Quiero más que tus dedos.
Mark se movió hasta su boca mordiendo su labio inferior hasta hacerlo casi sangrar. Terrence se quejó pero se excitó al mismo tiempo.
— Dilo. — le susurró mordiendo el lóbulo de su oreja. —Anda quiero escucharte.
Terrence lo sostuvo del cabello con fuerza para que lo mirara a los ojos.
— Quiero que me folles sin contemplación. Que esta noche no se me olvide jamás. — le ordenó devorando su boca con un beso salvaje.
Cuando lo soltó, la boca de Mark estaba completamente roja. Este le dió una sonrisa ladeada y remojó sus labios. Tomó un condón de la mesita de noche y se enfundó. Giró a Terrence sobre el colchón, colocando la almohada debajo de su abdomen. Levantó sus caderas dándole una nalgada haciéndolas rebotar.
— Uff.
— Vamos, quiero ese delicioso trasero bien empinado.
Terrence hizo lo que se le ordenó. Mark tomó su pene y lo introdujo lentamente en su entrada. Terrence se tenso por el dolor.
— Tranquilo. Si no te relajas te dolerá más. — le susurró girando su rostro para besarlo.
Terrence se relajó permitiendo que Mark pudiera entrar por completo.
— Umm. No te muevas todavía.
— No lo haré. Tú dime cuando estés listo.
Mark continuó acariciando su espalda, dejando besos húmedos.
— Tienes una piel hermosa. Pareces una gran barra de chocolate. — le musitó dándole un lametón. — Me encanta el chocolate. Para mí es el mejor sabor del mundo.
La voz de Mark era tan melodiosa y excitante a la vez. Su voz ronca en su oído le erizaba la piel ayudándolo a olvidar el dolor. Terrence comenzó a mover sus caderas como señal para que Mark empezara a embestir. Mark salió casi por completo quedando unidos solo por la cabeza. Volvió a entrar hasta el fondo sacando un fuerte gemido de Terrence. Fue aumentando la velocidad de los embistes hasta volverlos salvajes. Los gritos de Terrence retumbaron por toda la habitación.
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En Lo Profundo del Bosque
Fantasy⚠️ADVERTENCIA ⚠️ Esta historia es para adultos. Contiene escenas de sexo explícitas no aptas para menores de 18 años de edad. Si no eres mayor de 18 años, por favor no la leas. Esta es una historia basada en el omegaverse donde los hombres quedan e...