Capítulo 61- Nunca nos abandonó 🔞

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— Uff, estoy muerto. Nunca pensé que ir de compras fuera tan agotador. — replicó Ángel una vez que llegaron a la cabaña.

— ¿Estás cansado?

— Sí. Ahora que estábamos en el coche me comenzaron a doler los pies, tal vez porque dejé de moverme.

— Entonces siéntate aquí un momento mientras voy y te preparo un baño de espumas y aceites como te gustan.

— Gracias, amor. Eres el mejor, ¿lo sabías?

— Sí, pero me encanta que me lo recuerdes. — le dijo dándole un dulce beso.

— Mientras Micah prepara tu baño, yo te prepararé algo de frutas.

— Gracias, madre.

— ¿Cómo se siente que te consientan tanto? — preguntó Terrence con una sonrisa.

— La verdad es que me da vergüenza. Aún no me acostumbro a ser el centro de atención.

— Pues ya es ahora de que te acostumbres porque Micah no dejará de consentirte. Eres la luz de sus ojos y daría todo por ti.

— A veces me parece mentira que un hombre come el se haya fijado en mí. Micah es tan excepcional, hermoso, inteligente y puede tener a alguien de su propia clase social.

— Pero te ama a tí y la clase social le vale mierda. Tu eres el amor de su vida y fue capaz de renunciar a todo por ti. Tu vales mucho, Ángel y es por eso que Micah está tan loco de amor por tí.

— Además, mi hijo nunca en su vida ha sido tan feliz como lo es contigo. — agregó Diane caminando hacia Ángel.

— Tu eres la luz que ilumina la vida de mi hijo. Por favor no te sientas menos por no pertenecer a la alta sociedad. Ser miembro de esta no es precisamente gran cosa, todos son unos hipócritas interesados. Para ellos lo más importante es el dinero, no los sentimientos. Yo cambiaría mi estatus si pudiera ser feliz siendo pobre.

— Yo no quiero que al estar conmigo los demás se burlen de él o le den la espalda.

— Lo que piensen los demás me vale mierda. A mí solo me importa lo que pienses tú. ¿Cuando vas a entender que mi vida empezó cuando me rescataste de ese accidente? El Micah de antes vivía la vida porque tenía que hacerlo no porque quería. El Micah de ahora, anhela ver la llegada de un nuevo día porque tú estás en el. Tu eres todo lo bueno que siempre quise tener y le doy gracias a la vida por tenerte a mi lado.

Ángel rompió en llanto y Micah lo abrazó con ternura. Amaba tanto a este chico que no tenía idea de lo importante que era para el.

— Perdóname, soy un tonto.

— No eres un tonto, simplemente no sabes como lidiar con tanto amor que te tengo. Te dije que recompensaría todo el amor que te falto al crecer y no era broma. Quiero que te sientas el ser mas amado del mundo.

— Lo siento todos los días que estás conmigo. Gracias por darme tanto.

— No tienes nada que agradecer. El baño está listo, vamos antes de que el agua se enfríe.

— Oh, pero ¿y las frutas?

— Te las comes cuando termines, no te preocupes.

Micah lo cargó y lo llevó hasta el baño. Le quitó la ropa en silencio sin mirar a Ángel a los ojos.

— Estás enojado, ¿verdad?

— No.

— ¿Entonces por qué no me miras a los ojos? — Ángel se agachó buscando la mirada de Micah pero este no se inmutó.

En Lo Profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora