Mark y Terrence llegaron en menos de 20 minutos. Micah los estaba esperando para que cuidaran de Ángel mientras él iba a ver a su padre.
— Déjame ir contigo. Mark puede quedarse con Ángel mientras vamos. Yo le debo una disculpa a tu padre por haber traicionado su confianza. Es lo menos que puedo hacer después de todo lo que ha hecho por mí.
— No. No quiero que te lastime. Tú sabes lo severo que puede ser papá y más cuando se siente traicionado. Es mejor esperar.
— ¿Tu padre sería capaz de lastimarlo? — indagó Mark preocupado.
— Mi padre puede ser cruel si se lo propone. Será mejor que esperes unos días.
— Eso solo desatará su ira aun más. Al mal paso, darle prisa. Prefiero saber a qué atenerme de una vez, a tener que dilatar el castigo. Estaré bien. Lo más probable es que me golpee y me despida.
— Yo no se lo permitiría. Y si te despide, puedes trabajar para mi. Necesitaré de alguien de confianza que cuide a Ángel mientras esté fuera.
— ¿A dónde irás?
— Eventualmente tendré que volver a California a arreglar este problema con papá y Lucia. No quiero dejar a Ángel solo.
— Cuenta conmigo.
— Mark, el sedante que le dieron lo mantendrá dormido por unas horas. Yo trataré de estar de regreso antes de que se despierte. Pero en caso de que se despierte antes, por favor llámame. Este es mi número.
— Tranquilo, yo lo cuidaré.
— Gracias.
— Terrence. — Mark lo sostuvo del brazo para detenerlo.
— Te espero afuera. — dijo Micah dándoles privacidad.
— Prométeme que vas a estar bien.
Terrence le dio un beso tierno y lo abrazó.
— ¿Preocupado por mí, señor Jones?
— ¡Claro, tonto! No quiero que te lastimen. Se que quedamos en que lo nuestro fuera algo sin condiciones pero...
— Yo también quiero más que una noche con usted, señor Jones.
Terrence lo agarró de la nuca y le dio un beso salvaje. De esos que te roban la respiración.
— Ya vuelvo.
Mark se sostuvo de la puerta para no caerse. Ese beso le succionó el alma y él quería más que solo uno. No sabía cómo, pero no dejaría escapar a ese maravilloso hombre. Entró a la habitación y se dedicó a cuidar a su amigo. Esperaba que Micah regresara antes de que Ángel despertara.
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— ¿Me vas a contar? — indagó Micah.
— ¿Qué quieres que te cuente? — replicó con otra pregunta.
— ¿Cómo, cuándo y dónde?
— ¿Cómo? Desde que lo vi me fascinó. ¿Cuándo? El día que nos encontramos tú y yo. ¿Dónde? El primer beso fue en el baño de la cafetería. Lo demás en su casa.
— Valla, valla. Esto sí que no me lo esperaba. Tú no eres de relaciones de más de una noche.
— ¿Lo has visto? Es hermoso, tierno, leal a sus amigos. Es un ser increíble.
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En Lo Profundo del Bosque
Fantasy⚠️ADVERTENCIA ⚠️ Esta historia es para adultos. Contiene escenas de sexo explícitas no aptas para menores de 18 años de edad. Si no eres mayor de 18 años, por favor no la leas. Esta es una historia basada en el omegaverse donde los hombres quedan e...