— Oh cómo extrañé este lugar.
— Apenas estuviste fuera una noche.
— Sí, y es la primera vez que duermo fuera de casa.
— ¿En serio? — preguntó Micah sorprendido.
— Recuerda que toda la vida estuve aislado de todos. No iba a dormir donde un amigo si no tenía ninguno.
Micah se acercó y lo abrazó. Se había olvidado que Ángel no tuvo una infancia normal.
— Perdóname, amor. Se me había olvidado que creciste sin amigos.
— Eso ya no importa. Quedamos que mi vida empezó cuando te conocí.
— Tienes razón.
— Tenemos que darnos prisa y ordenar la casa para cuando llegue tu mamá. También tenemos que preparar algo de comer. — Ángel se dirigía a la cocina.
— Eh, eh, eh. ¿Para dónde crees que vas? Usted no va a mover ni un dedo. Mark y Terrence se encargaron de arreglar la habitación que era de tu abuela y Mark preparó comida para todos. Así que lo único que tienes que hacer es sentarte aquí a mi lado y dejarme que te consienta.
— Eso me parece fantástico. — dijo dándole un beso.
— ¿Estás nervioso?
— ¿Y quién no cuando se trata de conocer a la suegra?
— Mamá es una mujer muy amorosa y encantadora. Ya verás que se llevarán de maravilla.
— ¿A qué horas llega el vuelo?
— Terrence me envió un texto diciendome que estaran aqui en media hora.
— ¡¿Tan pronto?!
— Tranquilo amor. ¿Por qué no te das un baño para que te relajes? Yo mientras iré calentando la comida, ¿si?
— Está bien. Ya vuelvo.
Treinta minutos más tarde Terrence y Diane llegaron a la cabaña. Ángel estaba un manojo de nervios. Micah tuvo que liberar sus feromonas para poder tranquilizarlo. Tocaron a la puerta y Micah fue quien fue a abrirla.
— Madre.
— ¡Micah! — exclamó emocionada dándole un fuerte abrazo.
— No sabes lo feliz que estoy de verte, mi amor. Te extrañé tanto. Déjame verte bien.
Lo revisó de pies a cabeza y volvió a abrazarlo. Micah dejó que su madre lo inspeccionara. Sabía que esta era su forma de asegurarse que el estuviera bien.
— ¿Confirmaste que estoy bien? — le preguntó en tono burlón.
— Sí, mocoso.
— Entonces déjame presentarte al amor de mi vida. Madre, él es Ángel, mi amor.
Diane se acercó y lo estrechó entre sus brazos con gran alegría llenándolo de besos.
— No sabes el placer que me da conocerte Ángel. Eres mucho más hermoso de lo que me dijeron Micah y Terrence.
— Gracias, señora Williams.
— Nada de señora Williams. — le reclamó acariciando sus mejillas.
— De ahora en adelante eres otro hijo para mí. Déspues de todo, eres la causa por la cual mi unico hijo sonríe como tonto.
Ángel se sonrojó y Micah se rió con el comentario de su madre.
— Puedes llamarme Diane o suegra o madre. Lo que te sea más fácil.
— Gracias madre. Siempre he querido usar esa palabra. — dijo el muchacho con los ojos aguados y abrazándola.
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En Lo Profundo del Bosque
Fantasy⚠️ADVERTENCIA ⚠️ Esta historia es para adultos. Contiene escenas de sexo explícitas no aptas para menores de 18 años de edad. Si no eres mayor de 18 años, por favor no la leas. Esta es una historia basada en el omegaverse donde los hombres quedan e...