En la víspera del cumpleaños de Ángel, Micah se había encargado de que todo estuviera listo para su fiesta sorpresa. Entre él y sus padres se habían encargado de hacer los preparativos para una velada íntima. Ángel aún no se sentía cómodo rodeado de muchas personas por lo que solo invitaron a los abuelos Matthews, a Francis y a Robert al igual que a Terrence, Mark y Fabrizio.
Después de decidirse a darle una segunda oportunidad a su padre, Ángel, Robert y Francis se habían vuelto muy cercanos. Micah amaba que su pequeño travieso tuviera esa capacidad de perdonar. Al principio Robert quiso mantener distancia para no incomodarlos, pero Ángel los invitaba a menudo hasta que Robert se sintió parte de la familia.
Su Ángel era un ángel. Siempre viendo el lado positivo de los demás y haciéndolos sentir las personas más especiales del mundo. Micah estaba seguro que estaría feliz celebrando junto a las personas que más ama.
Ángel nunca había tenido una fiesta de cumpleaños y Micah se encargaría de que fuera inolvidable. Empezaría una tradición de cantarle feliz cumpleaños a la media noche y le haría el amor hasta la madrugada. Le haría sentir cada año lo agradecido que estaba con la vida por su nacimiento y por tenerlo en su vida.
Micah le había mandado a hacer un pastel especial. Uno que no tuviera mucha azúcar pero que tuviera fresas y duraznos. Ángel amaba las fresas y los duraznos y más si estaban rodeados de un delicioso pastel. Micah sonrió pensando en lo feliz que se pondrá su diablillo cuando lo viera. Terrence vendría a traerlo alrededor de las once y media. Micah tuvo que pedirle que lo recogiera para que no se arruinara la sorpresa.
Después de la noche caliente donde Ángel le complació sus fantasías, Micah le había tomado el gusto a los cosplays. Esta vez sería él quien se pusiera algo sexy para su amor.
Había comprado un conjunto de lencería sexy de camarero estilo esmoquin con una tanga. Esta noche sería el mozo que le daría de comer toda la noche. Estaba seguro de que a Ángel le encantaría este atuendo y no podía esperar ver su cara de sorpresa.
— Amor. ¡Amor!
— Perdón. ¿Que decias?
— ¿En qué estabas pensando con tanta concentración?
— En lo que me gustaría regalarte para mañana. — le dijo agarrando sus manos para que se sentara en su regazo.
— Ya te dije que tengo todo lo que quiero en tí.
— ¿Seguro no quieres nada más?
— Bueno... contigo siempre quiero todo. — sus manos fueron hasta el elástico del pantalón deportivo y el boxer. Acarició el pene el cual estaba semi erecto.
— Ángel, espera.
— ¿Por qué tengo que esperar?
— Tengo que hacer una llamada muy importante. ¿Por qué no vas y te duchas mientras la hago?
— ¿A quién tienes que llamar a esta hora? Es casi medianoche. — preguntó con enojo.
— No te pongas celoso. Quedé de llamar a Fabrizio para coordinar unos detalles del diseño de la cabaña. En California apenas van a ser las 9. Te prometo que no tardaré mucho y terminaremos lo que empezaste. — le aseguró mordiendo su labio interior.
— Más te vale. — replicó yendo a darse un baño.
Micah tenía exactamente 15 minutos para completar su misión. Terrence le había enviado un texto dejándole saber que estaba afuera. Fue a abrir la puerta para recoger el pastel.
— Gracias hermano.
— Se que no tengo que decirlo, pero que lo disfruten.
— Así lo haremos. — cerró la puerta sin hacer ruido y se dirigió a la cocina para sacar el pastel de la caja.
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En Lo Profundo del Bosque
Fantasy⚠️ADVERTENCIA ⚠️ Esta historia es para adultos. Contiene escenas de sexo explícitas no aptas para menores de 18 años de edad. Si no eres mayor de 18 años, por favor no la leas. Esta es una historia basada en el omegaverse donde los hombres quedan e...