Capítulo 83 - Soy tu mami

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Luego de todo el estrés y las angustias del día anterior, Ángel por fin pudo ir a ver a sus bebés. Los doctores estaban atónitos con su pronta recuperación. No se explicaban como una persona que había tenido una cesárea podía caminar como si nada. Los murmullos no cesaban por lo que Ángel tuvo que fingir que estaba convaleciente cuando en realidad estaba listo para correr un maratón.

Decidieron que Ángel usaría una silla de ruedas para ir a ver a las niñas y así evitar rumores. Con uniformes quirúrgicos entraron al NICU. Las gemelas estaban conectadas a un tanque de oxígeno que las ayudaba a respirar. A pesar de ser tan pequeñas, las bebés estaban fuertes y saludables dentro de lo que cabe.

— ¿Quieres amamantarlas? — preguntó la enfermera.

— ¿Puedo? — preguntó Ángel emocionado.

— Sí. Al principio no hay leche, solo calostro. El calostro es la primera leche que produce la madre después del parto. Es una sustancia espesa y de color amarillento que contiene una alta concentración de nutrientes y anticuerpos. Es fundamental para el sistema inmunológico y el desarrollo del sistema digestivo del recién nacido.

— ¿Y cuándo saldrá leche de verdad? — indagó Micah.

— Por lo general, la producción de leche materna comienza entre 2 y 5 días después del parto, después de que el calostro haya sido secretado. Sin embargo, este tiempo puede variar de una persona a otra. La leche materna proporciona todos los nutrientes necesarios para el bebé durante los primeros meses de vida, incluyendo proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Contiene anticuerpos que ayudan a proteger al bebé contra enfermedades e infecciones, reduciendo así el riesgo de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y alergias. Además, los componentes inmunológicos de la leche materna ayudan a fortalecer el sistema inmunológico del bebé, lo que lo hace más resistente a las enfermedades.

— Wow, no sabia. — admitió Ángel.

— Y lo más importante, la lactancia materna promueve el vínculo emocional entre la madre y el bebé, creando un sentido de seguridad y confort para ambos. También ayudan a la madre a reducir el riesgo de hemorragia posparto, acelerar la pérdida de peso después del parto y disminuir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama y de ovario. Es vital que las bebés consuman la leche materna, sientan su calor y el olor de sus pieles para que se vayan familiarizando con ustedes. Además el piel con piel las ayuda a fortalecerse más rápido. Ven, siéntate aquí y yo te la pondré en los brazos. El señor Williams puede sostener a Micaela mientras amamantas a Angelica.

— Tengo miedo de dejarla caer. — admitió nervioso.

— No lo harás, amor. Tu instinto materno solo te permite protegerlas.

La enfermera colocó a la bebé cuidadosamente en los brazos de Ángel, indicando cómo colocar el pezón en su boca para que la bebe pueda succionar el calostro sin lastimar a Angel.

— Es muy importante que su boca esté bien abierta y abarcando la mayor parte del pezón y la areola. Asegúrate de que la bebé esté enganchada correctamente al pecho. Su labio inferior debe estar volteado hacia afuera y su nariz debe estar libre para respirar. Si sientes dolor durante la lactancia, coloca tu dedo meñique en la comisura de la boca de la bebé para romper el sello y aliviar la succión antes de retirar el pecho. Si no lo haces así, puedes desarrollar mastitis. Trata de relajarte durante la lactancia, ya que el estrés y la tensión pueden dificultar el proceso.

— ¿Que es mastitis? Suena doloroso. — dijo preocupado.

— La mastitis es una inflamación de los tejidos mamarios que puede causar dolor, enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad en el pecho. Puede ocurrir debido a la obstrucción de los conductos de leche, infecciones bacterianas u otros factores. Es importante buscar atención médica si experimentas síntomas de mastitis para recibir tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.

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