Capítulo 68 - Diseñando nuestro futuro

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Luego de la conversación sobre la expansión de la cabaña, Micah llamó a su gran amigo Fabrizio Bernardi. Fabrizio se había graduado del Instituto de Arquitectura de California del Sur (SCI-Arc), una de las universidades más prestigiosas de arquitectura en California. Nadie mejor que él para diseñar la expansión de la cabaña.

"Ciao Micah, è un piacere sentirti." — Micah sonrió con la rapidez que su amigo contestó el teléfono.

— Fabrizio amico, quanto tempo.

"Come stai?"

— Molto bene, grazie.

"¿A qué se debe esta sorpresa? No me digas que es para invitarme a tu boda con la principessa Lucia."

— No me voy a casar con ella pero sí me casaré con un princepesso, se llama Ángel.

"Mamma mia, congratulazioni! Se te oye feliz."

— Porque lo estoy, amigo. Encontré a mi alma gemela y no puedo estar más feliz.

"Non scherzare, sul serio?"

— Sí. Además, voy a ser papá de gemelas, ¿qué tal? — la carcajada de su amigo retumbó en sus oídos. Fabrizio era notorio por su risa entusiasta.

"No sabes lo feliz que estoy por ti. Sinceramente no creí que lo encontrarías. Después de todo no tenías ni idea de cómo lucía el ragazzo. Pero que bueno que por fin lo encontraste."

— Tu más que nadie fuiste testigo de mi desesperación. Fuiste el único aparte de mi madre que me creyó y eso es algo que siempre te voy agradecer.

"Para eso están los amigos. Pero dime, ¿en qué te puedo ayudar?"

— Necesito de tus talentos arquitectónicos. Tenemos planeado ampliar nuestra cabaña y no hay nadie mejor que tú a quien le pueda confiar este proyecto. ¿Crees que puedas viajar a Nueva York para echarle un vistazo?

"Amico, estás de suerte. Actualmente estoy supervisando un proyecto en Nueva York. ¿Por qué no nos vemos mañana en la tarde?

— Me parece perfecto. Te mando la ubicación. Grazie amico per essere sempre lì per me.

"Di niente, amico. Ci vediamo domani."

— Arrivederci.

"Arrivederci."

— ¿Son ideas mías o te escuché hablando italiano? — Ángel lo abrazó por detrás rodeando sus brazos en su cintura.

— Amor. ¿Dormiste bien? — Micah lo tomó de la mano para que se sentara en su regazo, dándole un beso.

— No muy bien. Últimamente las bebés están un poco inquietas.

— Quizás es que no tienen mucho espacio y se están peleando por él.

— Puede ser. ¿Con quién hablabas?

— Con mi amigo arquitecto. Vendrá mañana para darle un vistazo a la cabaña y así decirnos los cambios que podemos hacer.

— Pensé que habías dicho que vive en California.

— Sí, pero está supervisando un proyecto aquí.

— ¡Qué suerte!

— Bastante. ¿Tienes hambre?

— Honestamente no. No sé, últimamente no me apetece nada.

— ¿Te sientes bien? ¿Quieres ir al hospital?

— No creo que sea necesario. Me siento bien, solo que no tengo mucho apetito. Me siento algo ansioso, la verdad no sé qué me pasa.

En Lo Profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora