Lucia estaba feliz de haber encontrado la ubicación de Micah. Claro, si el imbécil de Terrence hubiera hecho su trabajo, ya Micah estuviera de regreso. Terrence nunca le cayó bien a Lucia. Había algo en el que nunca la terminó de convencer. Ahora que había traicionado a Francis, por fin se desharía de él.
— ¿A dónde vas de tan buen humor? — preguntó Martha.
— A casa de mi suegro. Tengo noticias de Micah y del perro sarnoso de Terrence. Nos vemos madre.
Martha estaba acostumbrada a los cambios de humor de su hija. Era mejor verla feliz que enojada.
Lucia llegó a la mansión Williams sin anunciarse. Después de todo, ella era la prometida de Micah y no necesitaba invitación.
— Señorita Lucia, bienvenida.
— Gracias. — dijo con la más falsa de las sonrisas.
— ¡Madre! Qué bueno que estás aquí. Tengo noticias de Micah. ¿Dónde está padre?
— ¿Noticias de Micah? ¿A qué te refieres?
— Vayamos con padre y así le cuento a los dos. ¿Dónde está?
— En el despacho.
— ¡Vamos entonces!
Diane sinceramente no la soportaba. La hipocresía desbordaba por todo su cuerpo. ¿Por qué su marido no podía verlo?
Llegaron al despacho y Lucia tocó.
— Adelante.
— ¡Padre!
— ¡Lucia! Qué grata sorpresa. — Francis la abrazó con ternura. — Precisamente iba a llamarte.
— Grandes mentes piensan igual.
— ¿Qué te trae por aquí?
— Pues tengo noticias de Micah.
Francis se sorprendió.
— Precisamente por eso pensaba llamarte. Pudimos localizar el último lugar donde usó su tarjeta pero aún no damos con su paradero. Terrence se está encargando de eso.
— Padre, me duele decirte esto, pero Terrence te está mintiendo. El encontró a Micah pero no te dijo nada. — dijo fingiendo tristeza.
— ¿Qué quieres decir? — preguntó Francis furioso.
— Yo contraté a mi propia gente para ayudar a buscar a Micah y él me envió esta foto de Micah y Terrence hablando y luego Terrence se marcha.
Francis observó la imagen y miró a Horacio con ojos acusatorios. Horacio solo bajó la cabeza.
<<Ya verás mocoso.>>
— Mi gente si pudo localizar dónde está Micah y tengo la ubicación exacta. Está en una cabaña de mala muerte en un monte aislado de todo.
— ¿Estás segura?
— Sí, padre. Tenemos que rescatarlo.
— Dame la ubicación y saldremos mañana mismo.
— No. Yo iré contigo. Ya he esperado demasiado tiempo.
— Hija puede ser peligroso. No sabemos si quien lo tiene en esa cabaña es un asesino.
— No me importa. Solo daré la dirección si me permites ir. Si no iré yo sola. — las lágrimas de cocodrilo salieron como si fuera a pedido
Diane estaba atónita ante semejante actuación.
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En Lo Profundo del Bosque
Fantasy⚠️ADVERTENCIA ⚠️ Esta historia es para adultos. Contiene escenas de sexo explícitas no aptas para menores de 18 años de edad. Si no eres mayor de 18 años, por favor no la leas. Esta es una historia basada en el omegaverse donde los hombres quedan e...