Capítulo 40 - Visita inesperada

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— ¿Estás nervioso? — preguntó Micah mientras manejaban hasta el hospital.

— Me muero de los nervios. 

— No te preocupes, todo estará bien.

— Lo sé, pero es la primera vez que escucharemos el corazón de nuestros bebés. — Micah tomó su mano y la besó. 

— Estoy muy orgulloso de ti.

— ¿Por qué si yo no he hecho nada?

— ¡Claro que sí! — exclamó.

— Estar embarazado no es nada fácil y tu no te has quejado ni una sola vez. Has empezado a quererte más y aceptar lo maravilloso que eres. Eso es digno de orgullo.

— Gracias, amor. Tu amor saca mi mejor versión. — dijo poniendo su cabeza en el hombro de Micah. Este lo besó y le apretó la mano.

Llegaron al hospital 10 minutos después. Una enfermera los guió hacia la sala de consulta. Ángel estaba hecho un manojo de nervios. Micah lo abrazó y liberó sus feromonas para calmarlo.

— Recuerda que lo que tú sientes, lo sienten los bebés.

— Es verdad, lo olvidé. Prometo que me calmaré.

— Buen chico. — le dijo apretando sus manos.

— ¿Angel Sáenz?

— Soy yo.

— Pasen por aquí por favor.

Una enfermera muy simpática los condujo hasta la sala de examen, donde le indicó que se acostara en la camilla y que la doctora lo atendería enseguida. Ángel se acostó en la camilla y Micah se sentó en la silla frente a él. Cinco minutos más tarde la doctora llegó.

— Hola Ángel, soy la doctora Roberts y yo estaré a cargo de tu embarazo. ¿Cómo te has sentido?

— Muy bien.

— ¿No has tenido náuseas, mareos o dolores de cabeza?

— No, solo un poco de fatiga y mucho apetito.

— Eso está muy bien. Tienes suerte porque muchas personas sufren de malestares terribles.

La doctora tomó el transductor y lo embarró de gel pidiéndole a Ángel que se subiera la camisa. Volteó el monitor para que ambos pudieran ver las imágenes. Dos estruendosos latidos retumbaban la habitación mientras dos pequeños frijoles aparecieron en la pantalla.

— ¡Oh! ¡Felicidades, están en espera de gemelos idénticos! 

Micah y Ángel se miraron en complicidad ya que ellos lo sabían, pero no dejó de ser emocionante verlos en pantalla.

— ¿Y está todo bien doctora? — preguntó Micah preocupado.

— Todo está perfectamente bien. — la doctora retiró el transductor y limpió el abdomen de Ángel.

— Todo está en perfecta condiciones. Tienes aproximadamente cinco semanas de gestación. Como es un embarazo múltiple, eres considerado de alto riesgo lo que significa que tienes que cuidarte mucho más de lo normal. No levantes nada pesado, si vas a ejercitarte que sean ejercicios leves, nada de emociones fuertes y mucho cuidado con el sexo rudo. 

Ángel se ruborizó y Micah solo sonrió.

— ¿Ósea que podemos tener intimidad durante el embarazo? Él se ha vuelto un ninfómano.

— ¡¡¡Micah!!!

La doctora se carcajeó ante la reacción de Ángel.

— No tienes por qué apenarte, Ángel. Es muy normal que durante el embarazo tu apetito sexual aumente a niveles exponentes. Mi consejo es que sean cuidadosos cuando lo hagan, nada de posiciones raras y zero rudeza. Queremos que estos bebés nazcan a su tiempo y saludables. Tienes que comer bien y bastante. Recuerda que estás comiendo por tres y los bebés absorberán todo tu hierro y calcio, así que tienes que tomar vitaminas.

En Lo Profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora