Vegoña Vugoski
Brenda ha estado corriéndome de la cocina casi todo el día, me encanta ayudarla en lo que es la comida, pero para ser sinceras doy gracias que todo lo demás es atendido por un gran personal ya que podría pasarme una vida entera limpiando está casa.
—Señorita Vegoña vaya a cambiarse —me guía Brenda mientras casi me empuja por las puertas batientes.
—Esta pendiente de que el guiso quede bien rojito, agrégale más ajo y colocale algo de pimienta...—digo mientras Brenda me da una sonrisa divertida y cierra la puerta.
Me voy a la habitación a cambiarme, Kanat se fue desde temprano con Dominic y no han aparecido todavía, espero que para la hora de la cena estén aquí. Respiro profundo, tratando de calmar mi mente, quizás quiero estar todo el día en la cocina de la mansión para no pensar, supongo que la soledad me está sentando mal, cada que termino aquí sola, las imágenes vuelven a mi mente, siento el pánico eminente, siento esa sensación de que el aire se desaparece y tengo que esforzarme mucho por respirar.
Me siento en la cama, coloco mi cabeza entre las piernas e intento respirar, respira Vegoña Vugoski, respira ya pasó, estamos bien, ya pequeña no volverán, un sollozo ahogado se escapa de mi interior y no puedo pararlo, respira Vegoña me digo a mi misma tratando de que está sensación de asfixia me abandone, me está volviendo a pasar, me está volviendo a pasar, el pánico me roba la calma, no puedo , no puedo respirar, no estoy respirando , me voy a morir, no puedo respirar , me levanto de la cama y me coloco frente a la ventana abro buscando aire, respira Vegoña, tu puedes...
No sé cuánto tiempo tardo en calmarme pero cuando lo consigo aún tengo miedo de que vuelva esa sensación, decido ducharme rápido para volver a la cocina ayudar a servir, necesito estar lejos de la soledad, me toma unos diez minutos volar por la habitación hasta llegar a elegir algo medianamente decente.
Cuando voy saliendo de la habitación lo veo, sus ojos zafiros están allí, su corbata está totalmente desatada y una sonrisa traviesa baila en su rostro, es tan sexy en silla de ruedas, mucho más sexy de lo que quizás antes era, me encanta como se ve en todas las formas posibles, sus manos se alargan atrayendome hacia el.
Cuando mi rostro queda cerca del suyo su sonrisa se borra.
—¿Estabas llorando printssesa?
—¡No quiero hablar de eso Kan! —toco el borde de su camisa y meto mis manos dentro de su pecho—. ¿Puedes adelantar nuestra boda?
Una sonrisa reprimida se posa en sus labios, es hermoso, es esa sonrisa que me cautivo, sus manos se posan en mi cabello acariciándolo.
—¿Quieres que nos casemos mañana? —bromea, mientras posa sus manos en mis caderas obligándome a sentarme encima de el.
—No mañana, pero... no sé podría ser pronto, como en una semana —bromeo mientras Kanat me mira con un brillo diferente en sus ojos.
—Quiero hacerlo, aprovechemos que están aquí todos —dice divertido —. Además printssesa maniaca, necesito probar si algunas habilidades siguen funcionando.
Siento como algo duro me golpea intencionalmente en las nalgas. Mis ojos se abren un poco, mientras una carcajada divertida abandona los labios de Kanat.
—¡Eres un idiota Kanat Chein!
Eso lo hace sonreír aún más.
—¡Voy a cambiarme está camisa printssesa y me uno a la cena! —me da un beso en la nariz, y sigue divertido ante mi.
—Yo te ayudo, vamos —veo la incomodidad en su rostro, pero decide dejarlo pasar.
Lo ayudo a cambiarse la camisa, veo su pecho y trato de no perderme en cada peca y tatuaje que se dibuja en su cuerpo, pero eso requería una voluntad que yo no tengo, así que sedo, lo devoró con la mirada.
—¡Creo que lo de la boda tiene que ser en pocas horas! —la diversión en sus palabras me hace golpearle y esto hace su sonrisa aún más.
Cuando llegamos al comedor, ya todos están sentados una vez más esperando por nosotros, Rebbeca está con Tadeo y la niña, Dominic está con Ámbar , Varvara y Gedeon, Abuela y mi madre están juntas.
—Por fin aparecieron los tortolitos —abuela Adoración saludo mientras escudriño mi cara, quizas buscando alguna señal de intimidad, me hizo sonrojarme.
—Buenas noches abuela —Kanat le sonrió y mi abuela pareció olvidar que tenía casi 90 años, pude ver el rubor recorriendo su rostro arrugado ¿Que fue eso abuela?
—Mi favorito —sonrio abuela, mientras se acercó y pellizco la mejilla de Kanat, Kanat me miró y me guiño el ojo, una sonrisa se formó en mis labios.
—Voy ayudar a Brenda —dije levantándome del asiento, mientras Kanat me detuvo con su mano.
—Nena, hay mucho personal no tienes...
—¡Quiero hacerlo esto me calma! —susurre en su oído el solo asintió soltando me lentamente.
Cuando llegó a la cocina Brenda me mira con enfado y lanza una maldición en Ruso.
—Señorita Vegoña va hacer que el señor Kanat nos despida —me mira con preocupación mientras agrega algo a la comida, ¿Será hojas de orégano?
—No te preocupes nadie las va a despedir, solo he venido ayudar a servir.
—No hace falta señorita, nosotras ya estamos terminando, por favor dejenos a nosotras.
—Bueno, déjame llevar el jugo —sonrio mientras ella me regala una sonrisa divertida.
—Esta allí en el refrigerador —le señala a una de las chicas, Loure, me lo pasa mientras yo me giro con las jarras.
Cuando llegó al comedor me detengo abrutamente.
Nuestra seguridad que siempre tiene las armas escondidas por así decirlo, están apuntando a un hombre de cabellos Rubios.
—Mijail, no puedo entregarte a la niña , su madre la quemaba —la voz de Kanat retumba por toda la sala.
—¿Que eres ahora? ¿Te crees que un Avengers? ¡El mundo tiene sus ojos puestos en ti! ¿Crees que si en el exterior se enteran que tienes una niña secuestrada podré yo ayudarte?
—Su madre la abusa Mijaíl.
—Su madre ha puesto una denuncia contra ustedes, que por suerte he logrado controlar, está en la comisaría esperando a la niña.
Observo a Rebbeca, tiene a la niña cargada, la niña está aferrada a su pecho y sus dedos estan entre metidos en sus cabellos.
—No se van a llevar a la niña —Tadeo dice calmadamente—. No voy a dejar que la niña vuelva hacer maltratada.
—Kto eto i kak on vyglyadit? —la voz del hombre es dura.
—Es mi cuñado —declara Kanat—. Subjefe de la mafia italiana.
—Debo llevarme a la niña, entregársela a su madre y si ustedes quieren pelear a la niña tendrá que ser legalmente —su voz es firme.
—na konu mnogo der'ma, Kanat, ya ne smogu ikh spasti, yesli oni budut prodolzhat' nakhodit' der'mo —le dice que no puede salvarnos si siguen apareciendo estás mierdas.
El hombre da dos pasos hacia adelante y se acerca a Rebbeca, los ojos de Rebbeca están llenos de lágrimas.
—Tranquila pequeña yo iré por ti —le dice a la niña —. Yo voy... Yo...
—¡No por favor, no por favor! —la niña empieza a gritar cuando Dominic empieza a apartarla de Rebbeca para entregarla al hombre, yo me he quedado helada, abuela Adoración y mamá se aprietan las manos una a otra.
—Tadeo, Tadeo —la niña grita el nombre de Tadeo como si pudiera salvarla, como si el pudiera hacer algo.
Es la primera vez que veo a Tadeo llorar en publico. Y una parte de mi se rompe en pedazos, en añicos como las jarras que se caen de mis manos, haciendo que millones de partículas de vidrios se rieguen por todo el salón. Quizás es así como se siente el ser arrojado aún lugar donde no quieres estar. Te traeremos con nosotros Stella. Lo haremos.
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Peligrosa Adicción (Prime Borrador )
RomanceUn corazón incapaz de amar, hielo seco, seco como su alma en sequía , como su corazón agrietado, como una vida sin sentido. Kanat Chein es eso y mucho más, su vida ha sido la consecuencia de las decisiones de otros, en su mundo no cabe el amor, en s...