Dominic
Lev me mira con preocupación, hay una angustia evidente en sus ojos.
—Son muchas cápsulas su estómago está lleno de estás —me quedo frío, si una de esas bolsas se rompe podremos salvarla pero si se rompen varias sería imposible.
—¿Hay que hacerle un lavado estomacal?
—Vamos a intentar hacer que las expulse por las esces —se levanto de la silla y empezó a buscar algo en el estante—. Si no las expulsa así , tendremos que intevernila Dominic.
Asentí , mierda ojalá pueda expulsarlas.
—Dominic —la voz temblorosa de Ámbar me llamo—. No me quiero morir.
—No te vas a morir, no vas a morir —no muñeca no puedes morirte.
—Sientala Dominic —me pidio Lev , preparo una solución y se la dió a beber —. Esto debería hacer que comience a sentir ganas de evacuar.
Al cabo de unos diez minutos Ámbar me pidió ir al baño.
—Puedes dejarme sola, no quiero que me veas —obvio se tendría que quitar la parte baja de su ropa.
—No voy a mirarte lo prometo, pero voy a estar aquí , no se que pueda pasar y dejarte sola no parece una buena idea.
Ella me miró con desconfianza pero no tenía las fuerzas para luchar.
Se bajó los pantalones y su bluma, su piel es traslúcida, aparte la mirada, solo estirando mi mano para que la tomase, tardo unos segundos en tomarla , pero lo hizo, empezó a expulsar las capsulas, sus quejidos llegaron a mis oídos como si fuesen una tortura.
—¿Empezo a expulsar? —fue Led quien pregunto detrás de la puerta.
—Si, en eso está —mi voz salió llena de miedo y nisiquiera pude entenderlo.
—Vale estoy aquí —me aseguro , mientras Ámbar apretaba mi mano continuamente, me gire para observarla sus ojos grises estaban llenos de lágrimas, su rostro de muñeca estaba roto, manchado por lágrimas.
—Ambar va a pasar , respira , vas a estar bien —me acerque a ella y moje mi mano , puse mi mano mojada en su frente apartando el cabello de su cara, pase mi mano por su frente en una pequeña caricia.
Ella respiro con dificultad, su rostro estaba cubierto de vergüenza, no me sostenía la mirada, estaba avergonzada y eso me hizo sentir fatal.
Cuando termino de expulsarlo todo , me gire para darle tiempo de limpiarse , o lo que fuera. Salimos del baño.
—Vamos a revisar que no quedará nada —Lev me miró con preocupación —. La fiebre no es un buen indicativo, es una alerta.
La tome de la cintura y la deposite con cuidado en la máquina de placas, su cuerpo aún esta caliente, después de hacerle la placa, la acosté en la camilla, cerró sus ojos , y su respiración se volvió más tranquila, eso me angustio , estuve apunto de pedirle que abriera los ojos.
—Esta vacía —respondio Lev con una leve sonrisa—. Voy a ponerle un suero para hidratarla.
—¡Gracias a Dios! —si le debía una a Dios era está, sonreí , está limpia, va a estar bien—. ¿Y la fiebre?
—Bajara pronto —Lev agarro el brazo de Ámbar , sus ojos grises se abrieron con preocupacion—. Voy a colocarte una vía, para pasarte suero, eso te hidratarla y ayudará al dolor de estómago, voy a colocar también Omeprazol para aliviar tu estómago.
Ámbar me miró con esa misma preocupación.
—No tienes que tener , no te hará daño —asegure mientras apreté una vez más su mano, volvió a cerrar los ojos.
Después de que le tomaran la vía y le empezarán a pasar el suero se durmió,su cabello rojizo está disperso por toda la camilla sentí las ganas de acomodarlo, pase mis manos por sus cabellos enredados y enrulados,un mechon cobrizo quedo enredado en mi dedo, su boca está entre abierta y un poco de baba empezó a rodar, no pude evitar sonreír, su cuerpo no es delgado, no tiene esa fragilidad, es relleno pero bonito, se parece a una muñeca de porcelana.
Le arrope con una manta que me trajo Lev y nisiquiera se movió, Lev le puso un relajante, me acordé de Antonieta.
—Antonieta —mi voz salió rápido , pero fue reemplazada por la voz angustiosa de Antonieta.
—¿DONDE ESTAS DOMINIC? ¿QUE PASO CON LA NIÑA? —su voz fue demandante.
—Antonieta si alguna de las niñas presenta vómito o algo así avísame , Ámbar estaba siendo usada como mula , tuve que traerla al médico.
—¡Dios mío! —ahogo un grito—. Se me hubiera muerto esa muchachita si no hubieras venido.
El solo pensarlo me sentó mal. Si ella se hubiera muerto, no no quiero ni pensarlo.
—La llevaré mañana en la mañana.
Me senté en una silla a lo lejos de la camilla, el sueño me venció.
Allí estaba ella sus ojos iguales a los míos, su piel, sus cabellos, incluso su sonrisa, sus cabellos largos en una trenza , un vestido largo color púrpura decorando su silueta que ahora carga con el peso de una vida.
—Dominic no dejes que me haga daño , por favor —su suplica retumbó en la oscuridad—. Me va a matar, ella le dijo mentiras.
Susurro viendo a todos lados temerosa.
—¿Que mentiras? —mi pregunta salió aunque ya sabía la respuesta.
—Todas las que te dijo a ti Dominic, te juro son mentiras —su voz tembló y de repente escuché el disparo , la sangre empezó a brotar de su pecho, mi grito salió desperado corrí a su cuerpo , su cuerpo lleno de sangre, tanta sangre que se mezclaba con el púrpura de su vestido, mucha sangre, sus ojos oscuros me miraron con desesperación.
—Dominic nos mató, nos vamos Dominic, me voy principe—su voz salió cortada por la sangre que empezaba a salir de su boca, sus dedos llenos de sangre rozaron mi mejilla —. Te amo Dominic. Los amo.
—¡No, no te mueras! ¡No me dejes , por favor! —grite, grite desesperado —. ¡No te mueras!
—¡Oye, oye cálmate¡ —una mano golpeó mis mejillas haciéndome volver a la realidad, abrí los ojos aún sobresaltado, siempre era la mismas pesadilla, siempre era la misma escena, en distintos lugares—.
Los ojos grises de Ámbar me miraron con confusión. Que hacía de pie. En su otra mano cargaba la solución y la vía empezaba a llenarse de sangre, me levanté rápido.
—Ven, no debes pararte, ve la vía se está llenando de sangre —señale el tubo plástico que se veía de ese color—. Vamos acuéstate.
—Gracias —dijo después de que termine de acomodar la vía y la solución, sus ojos grises estaban llenos de preguntas , supongo que todas de mis pesadillas , pero no sé atrevió a preguntar.
—No me lo agradezcas , voy a ir afuera a fumar , trata de dormir.
Al salir de la habitación me encontré con Lev fumando un cigarrillo en su balcón.
—¿No eres médico? —me burle señalando el cigarrillo.
Una sonrisa apareció en su rostro.
—No me jodas Dominic , todo el mundo cree que uno por ser médico debe ser una especie de Dios —se rio con amargura, y quizás lo entendía un poco, la gente siempre espera mucho de uno.
Encendí el cigarrillo y le di una buena calada, la oscuridad se mezcla con las luces de la ciudad, dándoles un aspecto de pesebre navideño.
—Solo bromeaba —aclare después de un rato.
—¿Cómo sigue la chica?
—Creo que está bien, debe estar durmiendo.
—Si no la hubieras traído Dominic eso se hubiera reventado en su interior —su sonrisa fue reemplazada por amargura.
El volver a pensarlo me hizo sentir fatal.
—¿Crees que eso la afectará? —pregunte mirando a la nada.
—Físicamente ya está limpia Dominic, pero mentalmente, no creo que vuelva hacer la misma.
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Peligrosa Adicción (Prime Borrador )
Storie d'amoreUn corazón incapaz de amar, hielo seco, seco como su alma en sequía , como su corazón agrietado, como una vida sin sentido. Kanat Chein es eso y mucho más, su vida ha sido la consecuencia de las decisiones de otros, en su mundo no cabe el amor, en s...