Dominic Chein
La mejilla de Ámbar está enrojecida, unas gotas de sangre le recorren desde esta hasta el cuello, comienzo a gritar y a intentar safarme de la silla, pero veo como los ojos oscuros de Karim brillan divertidos, eso es lo que ese hijo de perra está buscando, sabe que torturarme a mi no le servirá.
-¿Te crees que esto es un puto juego niñita? -la agarra de los cabellos, sus hermosos mechones en esas manos inmundas, respiro tratando de guardar mis energías, en algún momento deben quedarse menos hombres, tengo que tratar de parecer un hombre indefenso.
-Dejala -rujo buscando que su atención se centre en mi-. Déjala en paz, ella no tiene nada que ver con esto.
-¿Sabes? Tienes razón -se burla acercándose a mi y colocando el cuchillo en mi mano, tengo dos hombres en mi espalda hacer algo es acabar con la vida de Ámbar en segundos-. Lanzalo, si no la tocas, te juro que le enterrare el cuchillo en sus putos ojos.
Veo el rostro de Ámbar, ya toda la valentia que la estaba manteniendo arriba a empezado a flaquear un poco, me centro en sus ojos y me disculpó a través de mi mirada, le hablo con mis ojos preparandola para el dolor, esto le va a doler, pero no será tan malo como que este hijo de puta la ataque.
Respiro profundo, voy a tratar de que el cuchillo se clave en su muslo ligeramente, no voy a lanzarlo con tanta fuerza como para que no entre del todo, cierro los ojos un segundo y luego la miro, una disculpa silenciosa sale de mis labios, y lanzo el cuchillo, el cuchillo se clava en su muslo izquierdo y sus ojos grises se abren por el dolor pero no grita, no se escucha nada, ella solo se limita a sentir el dolor mientras las lágrimas recorren su hermosa cara.
Karim Bouyakhricham sonríe divertido como si hacer que nos lastimemos pudiese casuarle un placer extremo, se saca el teléfono del bolsillo y contesta, mientras le hace señas a uno de sus hombres, que viene directo a mi y me pone un paño en la boca y ata una tela alrededor.
-¿Donde está mi hermano? ¡Quiero escucharlo. -la voz de Kanat suena calmada para cualquiera que no lo conoce, pero puedo ver cómo su voz que suele ser gruesa y grave, se disminuye al final de la pregunta.
-Lo tenemos bien divertido, y a la chica también -dice Karim mientras quita el altavoz y empieza a alejarse de nosotros, saliendo del lugar.
Ya solo quedan cinco hombres en la sala, el moreno alto tiene una Ak-9 , apuntando a Ámbar, el otro tiene una Ak-47 los otros tres están detrás de mi y uno apunta directamente a mi cabeza. Solo tengo una mano suelta que se les olvidó volver amarrar. Tengo que esperar el momento perfecto para atacar.
Justo cuando voy a atacar entrar Karim Bouyakhricham con otros dos hombres. ¡Mierda! Solo Dios puede sacarnos de aquí.
-Vamos pecas -Karim toma un mechon rojo del cabello de Ámbar y no pienso racionalmente.
-¡Sueltala hijo de puta!-escupo sintiendo ganas de cortarle en pedazos la mano, dándole el gusto de verme así.
-¿Es tuya está perrita? -roza los labios de Ámbar quien se mueve de un lado a otro negando.
-Dejala fuera de esta mierda Karim o te juro que tú hija pagará las consecuencias -el mencionar a su hija sin saber si tiene una realmente ha Sido arriesgado pero al ver las sancadas que da hacia mi y cuando su puño colapsa en mi estómago, siento que vale la pena, mientras tenga sus manos en mi, y no en Ámbar, todo lo demás no me importa.
Comienza a golpear mi rostro, mi abdomen y si no hubiera Sido golpeado tanto en la FANV hubiera estado pidiendo ya piedad, pero resisto sin chillar. Justo entonces veo mi oportunidad, el revolver que le cuelga en el pantalón, si logro tomarlo y apuntarlo, sus hombres tendrán que retroceder.
Se aleja de mi un par de pasos y busco provocarlo.
-¿Ya sabes que le harán a tu hija si nos tocan? -se vuelve acercar está vez me toma del cabello y lo jala con fuerza, es mi momento, el revolver no tiene el seguro puesto y supongo que es un milagro, lo agarro rápidamente y apunto a su abdomen.
-Diles que me suelten o disparo -siseo en su oído, aprieto más el revolver en su abdomen.
El me estudia unos segundos.
-Desatalo -le pide a uno de sus hombres , pero se que es una puta trampa, igual espero que desate mis piernas y justo cuando lo hace le doy con el pie en la cara, me levanto de la silla aún enganchada a mi cuerpo y lo apunto con el revolver.
-Dame a la chica -digo aún apuntándole, se que no pueden matarme y me la juego con esa carta pero a Ámbar no la necesitan.
-Lo siento Dominic, necesito a la chica -dice Karim mientras mueve su mano, saca un arma y yo le disparo justo allí-. ¡Hijo de puta!
¡Eso es por tocar a Ámbar cerdo!
Lo veo caer en el suelo chillando como un cobarde y retorciéndose en el suelo, aprovecho ese momento para tratar de agarrar a Ámbar, pero entonces escucho el sonido del impacto justo antes de darme cuenta de que es a mi, que me han disparado, todo parece ocurrir en cámara lenta, es como si de repente el tiempo se hubiera vuelto más pesado, más lento y como si los minutos durasen mucho más, el grito ahogado de Ámbar es una certeza de lo que acaba de suceder, coloco mis manos en mi estómago, sintiendo el líquido empezar a salir, me tardo unos segundos solo en mirar a esos hermosos ojos grises que siguen gritando, un grito que ya no escucho, una mirada que no me dió tiempo de amar lo suficiente y es justo ahora que lo se, si pudiera elegir una forma de morir, elegiría morir mirando esos preciosos ojos plateados y esa hermosa melena rojiza, así que si este es mi final, solo espero que Kanat logré sacarla de aquí, caigo de bruces en el suelo y no hay nada más que oscuridad.
Me voy solo con una angustia en mi mente, Ámbar ha quedado en manos de esos malditos.
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Peligrosa Adicción (Prime Borrador )
RomanceUn corazón incapaz de amar, hielo seco, seco como su alma en sequía , como su corazón agrietado, como una vida sin sentido. Kanat Chein es eso y mucho más, su vida ha sido la consecuencia de las decisiones de otros, en su mundo no cabe el amor, en s...