Nunca sere

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—Debes estar loco Dominic —me quejo mientras le doy un trago a mi vaso de Beluga, el sabor exquisito roza mi paladar.

—Me gusta demasiado esa mujer Kanat —la voz de Dominic es calmada , el solo juega con el vodka en su vaso—. No puedo sacarla de mi mente, no puedo dejarla desprotegida.

—Ella tiene quien la proteja —le doy en la llaga porque necesito que entienda que no podemos tirar todo por la borda por una chica de la que el nunca debió ser su salvador—. Además nunca debiste crear todo este lío.

—Lo se Kanat ,pero siempre hacia todo bien, siempre era cuidadoso , siempre sabía cómo manejarme hasta que llegó ella —mis ojos lo estudian, es mi hermano jamás haría nada que le dañe, si tuviese que morir por el, quizás sería por el y por Varvara que moriré algún día.

—Tengo que reunirme con algunos socios de Venezuela y con Graboski —sus ojos brillan con emoción —. Mientras estemos allá puedes cuidar de ella.

El no me lo agradece pero se que lo hace, se que si.

—¿Dónde está nuestra pequeña intrusa? —bromea Dominic al darse cuenta que tenemos una intrusa, sonrio Varvara de verdad es la niña más traviesa que existe, la veo detrás de las cortinas color cobre, sus ojos azules son más hermosos que los míos—.

Sus ojos se abren al darse cuenta de que puede ser descubierta, estoy seguro que su corazón está latiendo rápidamente.

—No lo sé, debe estar jugando cosas de niña tontas —digo solo para picarla, es muy picada me recuerda alguien.

Ella sale de su escondite y me regala una mirada de rabia y luego lo suelta. .

—No juego cosas de niña tonta Kanat —sus ojos se oscurecen mucho y una sonrisa se dibuja en mi rostro —. Estaba aprendiendome los países del mundo, soy más inteligente que ustedes dos.

Dominic sonríe y me mira cómplice de nuestra jugada.

—¿En qué continente queda Madagascar? —los ojos de Varvara se abren con sorpresa, no, no conoce ese lugar aún—.

—Aun voy por Europa, sabias que Italia no es tan grande —una sonrisa se expande por mi rostro, esa es mi pequeña lo lleva en la sangre, ni Italia ni la mierda Italiana lo son.

—Ven acá pequeña —la llama Dominic, ella termina de salir de las cortinas y se sienta en su regazo, ya tiene nueve años, pero aún así , sigue siendo nuestra pequeña , nuestra niña.

Me levanto del sillón y depósito un beso en su cabellera rubia, le hago un gesto a Dominic indicándole que me voy y el asiente.

Bajo las escaleras, Igor y Danil me siguen , subo al auto y me dirijo a uno de nuestros bares, cuando llegó al lugar enseguida el ambiente cambia, todos parecen tener tanto miedo de mi , que me parece incluso divertido, me bajo del auto y me reciben como si fuese el presidente del país, quizás no lo sea pero manejo más el pais que el.

Al entrar al lugar me encuentro con un par de chicas , altas, blancas, delgadas, con grandes nalgas, siempre he preferido las mujeres de caderas anchas y grandes nalgas, nunca me han importado los pechos.

—Son mías —le digo a Nikita quien me regala una mirada dura, Nikita ha Sido la única mujer con la que nunca he querido acostarme y no es porque no esté buena, es que nos criamos juntos y quizás es mi única amiga.

—Ya les aviso —me dice mientras me  extiende un vaso de vodka como a mi me gusta, se da la vuelta, su silueta es delgada, tiene las mejores nalgas que yo alla visto en unos jeans y un tatuaje de una campanita va dejando destellos de algo de polvo en su espalda ¿Quien lo diría Nikita cree en los cuentos de hadas?

Cuando llevo dos vasos de vodka le hago señas a Nikita y me dirijo a mi habitación especial, si esa que tengo para follar.

Las chicas entran casi al instante de que yo he entrado y sin tener que decir nada , ellas me rodean , una me desabrocha el pantalón y sus manos juegan a ser mi perdición, la otra se encarga de mi cuello y de mi pecho, lo disfruto, mentiría si no dijese que disfruto el placer que me están produciendo, las obligó a llevar el ritmo que yo quiero, las obligó hacer lo que yo quiero, ellas lo disfrutan, veo la exitacion en sus ojos, en su piel y en su intimidad goteante, sonrió con malicia, si hay una de las cosas que más disfruto es ser deseado, me follo a la primera dándole todo el placer, sus gritos son reales, lo sé, siempre he sabido cuando una mujer fingue, cuando está a alcanzado ya el orgasmo,me retiro y me introduzco en la otra, la otra está mucho más exitada y no tengo que hacer mucho para que se corra, pero le toca soportar el peso de mis embestidas, no tengo delicadeza, no quiero tenerla, cierro mis ojos y la liberación que tanto necesitaba llega. Las dos chicas me dan un beso en la mejilla, saben bien que está prohibido tocar mi boca.

Sus ojos se muestran esperanzados, quizás ellas sueñen también con un príncipe que las rescate de toda la mierda que viven , pero yo no soy un príncipe, yo no creo en los cuentos de hadas, yo no soy capaz de querer a nadie más que a mís hermanos y a mi, no soy un buen tipo y nisiquiera quiero serlo, me gusta matar, me gusta romper a la gente y me encanta poseer lo que quiero, cuando quiero y como quiero, y así estoy bien, no tengo que lidiar con pelas tontas,  no tengo que someterme a órdenes de una mujer, no tengo que doblegar por amor y mucho menos, tengo una debilidad.

Nunca seré como mi padre, nunca seré tan débil como el, nunca dejare que ninguna mujer me doblegue, nunca dejare que ninguna mujer me toque el rostro, nunca dejare que ninguna mujer me haga desear cuidarla,y protegerla, no nací para amarlas, nací para poseer , para usarlas.

Peligrosa Adicción (Prime Borrador )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora