Dlya menya

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Vegoña Vugoski

Mis manos se enredan en sus mechones rubios, me aferró a ellos como si fuesen mi ancla, sus dedos trazan caricias en mi espalda, círculos que no tienen sentido pero que de alguna forma significan algo, algo que no puedes definir con palabras.

Cerrar los ojos ahora me aterra, he tratado de no abrirme ante Kanat, no quiero que vea mis grietas, no quiero que sepa cuánto esto me afecta, me mantengo pegada a sus labios, como si de alguna forma esos labios tuvieran el don de borrar los recuerdos y juro que por instantes por segundos casi todos los recuerdos se van, pero a veces vuelven tan violentamente que tengo que devorarlos desesperadamente para enterrar eso, enterrarlo, eso es lo que quiero hacer enterrarlos en el fondo del mar.

—Kant —susurro en sus labios , el se detiene, sus ojos azules, ese azul profundo, magnético , hechizantes y que antes me miraban con picardia , ahora me dan una mirada diferente, es como si despues de lo que me pasó Kanat no pudiera verme igual.

—¿Si? —sus preguntas se han vuelto incompletas como si tuviera temor de lanzar algo que me lastime, como si fuera posible lastimarme más.

—No quiero que me mires como si fuera una miserable —no quiero su lastima, la lastima siempre me recuerda a Alberto Vugoski y no, no quiero que Kanat me mire así.

—No estoy mirándote así —coloca un mechon de mi cabello en sus dedos y luego se lo lleva a la nariz, respira mi aroma y una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro—. Hueles a mi.

—¿No te gusta? —use su shampo y bueno quizás me coloque un poco de su perfume en la ropa.

—Me gusta tu olor printssesa, ese olor así como a dulce y amargo —se detiene y luego me roza la mejilla—. Pero si te hace bien colocarte mi ropa, mi perfume y mi shampoo nena, puedes hacer lo que quieras, esto es tuyo.

Señala toda la habitación y el exterior.

—Aun no soy la señora Chein , quizas ya el paquete se estropeó —asi me siento como un paquete abierto, literalmente me siento como una cosa pequeña, sucia , manchada, rota, vacía , muerta, me siento horrible.

Sus manos me toman por las mejillas, su rostro se pega al mío, separandonos por milímetros que apenas pudiese pasar el aire.

—No vuelvas a referirte a ti de esa forma Vegoña Vugoski —su voz es fiera —. Escúchame bien... Tu ya eres una Chein, tu eres mía desde que me abofeteaste, tu siempre serás mía, no me importa lo que pasó, grabalo en tu cabeza...

Posa sus manos en mi cien y aprieta suavemente.

—Tatualo en tu interior, ciñelo en tu mente, estoy malditamente enamorado de ti, te amo desde que me abofetea aquel dia, tienes permitido llorar, sentir el dolor printssesa, pero no, no tienes permitido sentirse así, no eres un puto objeto, tu eres mi maldito mundo, y te lo juro, haré que paguen con lágrimas de sangre...

Las lágrimas caen por mi rostro, porque se que Kan me ama, pero yo me siento tan asqueada, tan impura, tan culpable, tan impotente, me siento tan muerta que mi pecho se presiona y una tormenta comienza a caer sobre el pecho de Kanat.

—Esta bien paloma, eso saca todo —acaricia mi cabello—.Estoy aquí amor, estoy aquí para ti.

—Te ... —las palabras no me salen, no puedo decirle que lo amo aunque lo amo más que a nada...

—Lo se... Tranquila, estoy aquí —vuelvo aferrar mis dedos a sus mechones rubios y enroscó mis dedos en ellos, no quiero que Kanat encuentre a alguien digno de el, alguien perfecta, alguien como Nikita ¿Y si se termina enamorando de ella? Y si se arrepiente de darla a Zacarías.

—Kan, entre Nikita y yo, aún me elegirás a mi —su rostro se llena de confusión como si acabará de preguntarle que comen los caracoles marinos.

—¿Esto es por lo de la virginidad?

Me quedó en silencio, es que ella ...

—Nena, la virginidad de una mujer no tiene que ver con la perdida del imen, la virginidad real, es cuando una mujer experimenta todo con un hombre, cuando ese hombre descubre cada milímetro de su cuerpo, cuando la hace sentir cosas que nadie había podido hacerla sentir y yo con Nikita no tuve eso, ni quiero tenerlo, con la única mujer que quiero tenerlo es contigo, ya deja de pensar que después de lo que pasó me voy a ir corriendo, no hay forma nena que yo no descubra cada manera de amarte entera, yo soy seré tu primera vez, ya lo entenderás.

—¿Me juras que no te importa?

—No seas tonta, te lo juro, por mi honor como jefe —señala el tatuaje de la bratva y luego me da un beso en la nariz para luego soltarla y apretarla suavemente entre sus dedos—.

—¡Quiero hacerme un tatuaje¡

—Amo tu piel, cada pedacito de esa piel blanca como la crema de leche,deliciosa, cremosa y comestible, no quiero marcas allí, ni aquí —toca con sus dedos mis pechos, luego baja por mi abdomen —. No sé, ¿Que quieres hacerte?

—No lo se, una paloma con alas rotas —me escucha con atención mientras digo lo que quiero, no dice nada, permanece en silencio.

—¿Donde quieres ponertela?

—No lo se , el experto en tatuajes eres tu —señalo los que están en sus brazos.

—Hazlo en un lugar donde tu te lo puedas ver, yo me hice unos en la espalda y casi nunca me los he visto —le sonrió —.

—¿Me llevarás a tatuarme?

—Si, pero con una condición —sus ojos azules brillan con esa chispa de emoción, picardía, deseo que siempre me ha dado —. Tendrás que complacerme en esto...

Hay una risa divertida en su rostro, pícara, tentadora y hermosa, estoy enamorada como una tonta de Kanat Chein.

—Dime, que cosa.

—Tienes que tatuarte el maniaca en alguna parte —se ríe en carcajadas , y yo le miró mal —.

—¿Estás demente verdad?

—Es sexy —le golpeó en el brazo y comienza a reírse —. Imagínate algo así, bienvenidos a mi printssesa maniaca.

No puedo evitar reírme, es un maldito idiota.

—Eres un imbécil —le golpeó en el pecho y el sostiene mis manos, toda risa se va de su rostro.

—Ya enserio nena, solo quiero que te escribas "Chertovski ideal'no dlya menya" —acaricia mis brazos con cada toque.

—¿Que significa eso?

Se muerde el labio inferior y con una sonrisa pícara lo suelta.

—Tendras que preguntarle al tatuador, vamos.

Peligrosa Adicción (Prime Borrador )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora