Ámbar Martinez
Ya ha pasado meses desde que regrese a Rusia, intento seguir adelante, así se supone que debe ser, debo seguir porque no puedo pasar el resto de mi vida esperándole, espere sus llamadas, pense que iba a llamarme, pensé que apareceria en navidad como en las novelas romanticas tontas que veo, pero no llego, no llamo, y tuve que levantarme .
Estoy en una cafetería, con su dinero monte está cafetería, he estado ocupada en esto que la verdad el dolor ha pasado, el dolor deja de sentirse en el día cuando atiendo a los viejitos enamorados, o a la chica que está sumergida en el dolor e incluso su cabeza no le da para sacar cuentas, o a la sexy camarera y al empresario, pues si he dedicado mis últimos meses a vivir la vida de otros, a escuchar detrás de un café la historia de dos amigas que están planeando como ponerle un GPS al auto de uno de sus maridos que es infiel para encontrarlo en el acto y así mandarlo al lugar de donde no debió salir.
Pero en las noches frías , en los días que Lina se va de fiesta, en esos momentos de soledad profunda el dolor es insoportable, las lágrimas caen por mi rostro, los gritos me ahogan y quiero llamarlo, pero me niego a ser yo quien le busque.
Varrvyra me ha escrito, pero tenemos un acuerdo de no hablar sobre el, lo que la niña ha cumplido fielmente, aunque a veces se toma fotos donde hay algo de el, como una gorra, sus chaquetas y se que es audaz, se que ella quiere de manera sublime decirme algo Pero yo solo me enfoco en su sonrisa de niña hermosa.
Este mes tengo exámenes finales como me incorpore tarde a los estudios sabatinos he tenido que estudiar el doble para poder sacar los dos últimos años de secundaria, lo que me ha quitado el sueño.
Cierro los ojos frustrada por no poder dormir, busco mi teléfono Varvy me pasó su número, no tiene foto de perfil, de los tres Chein el es el único que no tiene nada puesto porque incluso el hielo de Kanat tiene una bonita foto de Vegoña y el en el jardín de la mansión. Abro la foto de Dominic y solo está el icono de la aplicación, sin querer se me va la llamada y empiezo a tener un ataque cardíaco cuando intento colgar pero por una razon loca mi teléfono no obedece a mis dedos.
—Oruga —su voz profunda suena lenta —. ¿Ámbar eres tu?
Suena triste o borracho, no sé cuál de las dos.
—Oruga hablame por favor —su voz suena terriblemente triste.
—Lo siento se activó sin querer —digo mordiendome el labio inferior y esperando su risa, una risa que no llega.
—Me alegro que se activará ¿Cómo estás?
¿Cómo estoy? ¿Cómo estoy?
—Bien —digo sintiendo como todo el aire deja mi estómago —. ¿Y tú?
—Estoy muy borracho oruga, quizás estoy soñando esto —una risa suave es lo que sale después de esa confesion—.
—¿Que haces tomando?
—Es mi nuevo hobby —otra risa sínica sale—. Tu estás feliz.
No sé si es una pregunta o una afirmación. Me quedo en silencio.
—¿Cómo va tu colegio? —sus palabras salen aún más arrastradas pero aún así le entiendo.
—Estoy en exámenes finales , no soy muy buena para las matemáticas —le confieso mientras giro con mi mano un llavero.
—Lo lograrás oruga, las matemáticas están en todos lados nena, tienes que perderle el miedo.
Siento como todo mi cuerpo se altera cuando me habla así.
—Lo intentaré —pienso en llamarlo halcón pero las palabras mueren en mis labios.
—¿Ya pensaste que vas a estudiar?
—Criminalista —bromeo y se me escapa una sonrisa.
Una carcajada sale y es una pena que no pueda verlo sonreír y solo escucharlo.
—Espero que no sea para encontrarme culpable —baja la voz y pienso que se ha dormido pero luego habla—. ¿O estás pensando en cubrirme las huellas?
Una sonrisa estúpida se dibuja en mi rostro y casi me golpeó yo misma con el llavero para aterrizar.
—Quizas Dominic Chein podría inculparte.
—Hipoteticamente de que me culparias.
—De manipular la escena —digo picada, si eso le sentaría bien, un manipulador de escenas donde uno cree que está enamorado de uno, pero no el idiota está enamorado de otra.
—Quizas la escena no estaba manipulada señorita Ámbar, pero hay criminalistas mañozas.
—Puede señor Dominic, pero eso no te haría excento de culpa.
—Estamos hablando de crímenes porque suenas en mi cabeza muy sexy Ámbar Martinez —me sonrió está ebrio así que mañana probablemente no recordara esto ni tampoco entiende lo que hablamos.
—¿Que tan sexy?
—Digamos que existen escalas en mi mente de ti sexy , es decir —se queda un momento pausado supongo que algo del alcohol casi me hace reír —. No lo sé, eres muy sexy hasta sonriendo ¿Suena loco? Yo podría tenerte ganas solo con tu sonrisa.
—Eres un idiota Dominic.
—Lo se oruga lamento dejarte ir nena —su voz es casi inaudible y no se si está llorando o no pero suena muy mal.
—¿Estabas bebiendo de verdad?
—Si, lo siento estoy muy borracho no me prestes atención, yo estoy feliz de que estés feliz , felicidades por tu café está hermoso —dice y me quedó frenada ¿Cómo sabe lo del café?
—¿Cómo sabes eso?
Para mí sorpresa no estoy molesta.
—Lo siento, le pedí a Danil que me pasara fotos tuyas y de cómo te iba, yo necesitaba saber que estabas bien, porque quiero que estes bien, también ví al chico ese Rambo mandarte flores.
Rambo es solo un amigo me envió flores por la innauracion del café. Me quedo pensando y no se porque ni me salen las palabras, me gusta saber que se preocupa por mi, pero me da rabia que no sea valiente e intente darme lo que yo pido.
—¿Estás molesta conmigo?
—No Dominic yo debo dormir tengo examen mañana, me gustó hablar contigo —las palabras salen atoradas en mi pecho y me duele mucho —. Cuídate.
—¿Ambar te gusta ese chico?
—Yo no te estoy preguntando si te gusta alguien o si estás saliendo con alguien.
—Creeme nunca había sido tan mojigato como ahora, ya casi me están saliendo alas.
No le creo pero aún así no puedo evitar sonreírle al teléfono como una idiota.
—No me gusta es solo un amigo.
—No creo Ámbar que el lo sepa.
Y sin más me cuelga haciéndome enfadar ¿El me cuelga a mi? ¿El estúpido ese me cuelga a mi?
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Peligrosa Adicción (Prime Borrador )
Lãng mạnUn corazón incapaz de amar, hielo seco, seco como su alma en sequía , como su corazón agrietado, como una vida sin sentido. Kanat Chein es eso y mucho más, su vida ha sido la consecuencia de las decisiones de otros, en su mundo no cabe el amor, en s...