Peligrosa Adicción (Prime Borrador )

Heridas nuevas abren las viejas

Vegoña Vugoski

3 meses después...

Regresar de Francia ha Sido un sabor agrio, nunca pensé que regresaría con mi prometido en silla de ruedas, siento la forma en que Kanat evita mirarme desde que hemos llegado, la forma en que continuamente se mantiene lejos de mi,  el está intentando que yo no lo vea así.

Entro a su despacho está sentado en la silla de ruedas un montón de papeles esparcidos por su escritorio, unos lentes de montura gruesa le dan un toque sexy e intelectual ¿Kan usa lentes?

Al escucharme entrar se quita los lentes y los arroja al escritorio, en el escritorio hay una foto de sus hermanos, el regalo que yo le di y todo lo demás  es puros papeles esparcidos, casi hace que haga un puchero de decepción al ver que se ha quitado los lentes, se ve tan adorable.

—No me mires así Vegoña —su voz es fiera desde que llegamos de Francia su humor ha Sido una mierda y yo he pagado la peor parte.

—¿Cómo te estoy mirando? —me siento en frente, encima de su escritorio, sus ojos se mantienen fijo en los papeles y veo la tensión en su rostro, está enojado.

—No quiero tu lastima , no la quiero así que vete —se mueve en la silla de ruedas dándome la espalda —. Quiero que salgas de mi despacho ahora.

—No me voy a ir  —me cruzo de brazos , no tengo nada mejor que hacer así que puedo quedarme aquí todo el puto dia—.

—Dimitri —grita Kanat mientras se vuelve a mi , enserio me va a mandar a sacar de su despacho por centésima vez.

—Kanat dime —entra Dimitri angustiado, pero cuando me ve se relaja visiblemente, luego ve a Kanat, luego da un paso atrás.

—Sacala de aquí y asegúrate que no vuelva a entrar.

Dimitri da un paso hacia mi y me pide disculpas con la mirada.

—No me toques —salgo de allí , pero el cree que va a poder conmigo será idiota cree que puede sacarme de su vida,pues se equivoca, así que cuando salgo espero a que Dimitri salga y me quedó allí escondida detrás de las cortinas que dan con el balcón .Dimitri me ve y sonríe divertido, pero vuelve por el pasillo que vino, espero unos minutos y vuelvo a entrar.

Kanat cierra los ojos y resopla.

Cierro la puerta detrás de mi y le pasó seguro, Kanat me mira confundido y entre cierra los ojos.

—Es por si te da por gritar para que saquen a tu prometida —le suelto mientras vuelvo a sentarme en el escritorio justo donde se termina el reguero de los papeles—. Deja de hacer eso, no me apartes así Kan, enserio me duele.

—No creo que debamos seguir siendo prometidos mírame Vegoña —su voz es gelida—. No puedo ducharme solo, no puedo vestirme solo, no puedo manejar, no soy más que un saco de papas.

—Ahora no puedes pero lo lograrás —digo tratando de tocar su mejilla pero se gira alejándose con la silla de ruedas.

—No lo sabemos Vegoña  ya han pasado 3 meses y lo único que puedo mover es mi pie—escupe con ira—. Pensé que esto iba ser cosas de unas semanas pero ya ha pasado todo este tiempo y aún no recupero nada.

—Eso es un avancé Kan si seguimos haciendo la terapia pronto estarás de pie —sonrio esperanzada pero Kanat me borra la sonrisa al girarse y verme, por primera vez veo la oscuridad en sus ojos azules.

—Quiero que salgas de mi despacho Vegoña y quiero que dejes de ser mi prometida —se quita el anillo y lo pone en el escritorio, siento como todo en mi interior se rompe en mil pedazos, es como si me hubieran enterrado un cuchillo en el pecho.