Ahora sí

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Vegoña Vugoski

Ya han pasado horas desde que Kanat y sus hombres salieron a buscar a Dominic, la angustia recorre mi espina dorsal y un mal presentimiento llega a mi pecho continuamente.

—¿Puedes dejar de caminar de un lado a otro? —le pido a Varvara quien lleva rato tratando de abrir un camino por el suelo de granito.

—Lo siento, estoy nerviosa y cuando estoy nerviosa me da por caminar —dice a manera de disculpa mientras frena el paso y comienza a juguetear con sus dedos.

Camino hacia la sala donde está instalado Gedeón y la pequeña Kanat, viene detrás de mi.

—¿Gedeon crees que pasó algo? —pregunto y me doy cuenta de lo estúpida que he sido, el sabe tanto o menos de lo que se yo.

El sigue observando un par de computadoras como si su vida pendiera de ellas.

—Puedo ver a Kanat moviéndose en un auto —me muevo rápidamente y me coloco detrás de el, sus lentes le hacen ver más viejo de lo que realmente es—.

Veo la luz moviéndose en la pantalla igual como ocurre en los GPS. La señal sigue moviéndose y eso me da una cierta calma.

—¿Cómo sabes tanto de esto? —pregunta Varvara quien ha rodado una silla y se ha sentado a su lado, esos ojos azules como los de Kanat  le miran con completa adoración, siento pena ajena por ella.

Sin embargo Gedeon se voltea con su sonrisa amplia y ese mechon de cabello que se le cuela por la frente y cae en sus lentes pastosos.

—Desde pequeño así como tú, me gustaron las computadoras y mi hermano empezó a meterme en cursos y luego ya grande estudie informática —Varvara sigue embelesada como si le hubieran colocado un hechizo mágico.

—No soy tan pequeña , en tres meses voy a cumplir doce años —levanta su mentón con orgullo, ese mismo orgullo de Kanat.

—Bueno, para personas como yo, eres pequeña princesa —veo la decepción mezclada con ilusión en esa última palabra.

—¿Que edad tienes tu?

—Veinte años —sonrie divertido mientras remueve los cabellos rubios de Varvara—.

Ella se levanta molesta y sale del salón dejándome a un Gedeon avergonzado.

—¿Le gustó? —me pregunta entre cerrando los ojos y el horror que hay en su rostro realmente es perceptible.

—Si, creo que eres su primer crush —niego mientras vuelvo a depositar mis ojos en esa luz roja y comienzo a comerme las uñas.

Las horas pasan y la luz se detiene, entonces Gedeon empieza a maldecir.

—¿Que pasa? ¿Que está pasando?

—Le han descubierto el chip.

Respiro profundo , Kanat Chein,  tienes que volver a mi por favor, por favor.

El eco de unos disparos me hacen perder el equilibrio, escucho los gritos de los hombres de Kanat y el pánico empieza a correr en mi.

—¡Señorita debemos huir! —la voz de Oleg llega a mis oídos pero no la proceso—. ¡Joven Gedeón vamos¡

—¿Varvara dónde está? —le grito a Gedeón mientras los disparos se escuchan cada vez más cerca.

—¡Voy por la niña Oleg! Sácala de aquí —pide Gedeon mientras , le indica Oleg dónde encontrarse yo solo empiezo a sentir una presión en mi pecho, pasamos unos pasillos.

El recorrido se vuelve un caos, Oleg y otro de los hombres de Kanat, empiezan a disparar a un hombre de cabellos rubios largos, parece un vikingo, da miedo de que te cagas.

—¡Señorita Vegoña! ¿Me escucha? —es Oleg quien toma mi rostro en sus manos, veo la sangre salir de su hombro —. Debes correr rápido por ese pasillo, Nino te llevará, allí va a estar Gedeon.

—¡No puedo dejarte aquí! —lloriqueo viendo como su cuerpo cae pegado a la pared en el suelo.

—Tienes que hacerlo, por favor haz que mi muerte valga la pena —una de sus manos roza mi mejilla —. Ha Sido un placer compartir contigo.

Los disparos me hacen reaccionar, no podría cargarlo es demasiado grande y yo demasiado devilucha, Nino ,comienza a correr, y yo le sigo con la esperanza de que pueda salvar a Varvara y a Gedeon, Nino sigue disparando hasta que llegamos a uno de los pasillos.

Gedeon está herido su pierna sangra y Varvara está presionando con sus manitas su herida. Nino agarra su camisa y la rompe haciendo un nudo en la pierna de Gedeon, justo cuando comenzamos a levantar a Gedeon, se comienzan a escuchar los disparos detrás de la puerta, están demasiado cerca, Nino lleva el peso de Gedeon y me lanza un arma, nunca he usado una.

Al ver el carro siento una alegría inmensa, subo a Varvara dentro y a Gedeon,cuando estoy apunto de subirme y Nino arrancar, entran, los disparos comienzan a caer sobre nosotros y yo por instinto me tiró detrás de una moto que se encuentra allí.

—Sube Vegoña —pide Nino antes de que vuelen los vidrios traseros del carro.

—¡Sácalos de aquí Nino arranca!

El duda pero otro disparo le hace girar y salir , dejándome en medio de este caos, un alivio se instala en mi pecho, cuando veo que el carro ha desaparecido de la vista de ellos. Al menos Varvara estará a salvó y al menos eso me dará paz a Kanat.

Se que en cualquier rato darán conmigo pero una esperanza estúpida se instala en mi pecho, quizás no se den cuenta de que estoy aquí detrás de la Ducati, los disparos cesan de repente y una esperanza inmensa crece en mi hasta que una mano agarra mi boca haciendo que quede en su palma un golpe de gritos.

Recorro el camino de su mano hasta su brazo entero y un escalofrío me recorre toda la piel, está tatuado completamente, incluso en su cuello se ven las líneas negras trazadas, la melena clara está tejida en clinejas que se sostienen, sus ojos  felinos de un color almendrado, me levanta subiendome en su hombro como si fuese un saco de papas, grito y golpeó con todas mis fuerzas, mientras me van sacando de la mánsion Chein ¿Quienes son? ¿Que quieren?

—¿Quien eres , que quieres?

Peligrosa Adicción (Prime Borrador )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora