Digna

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Dominic

Después de ser arrojados en la parte trasera de un auto, nos vendaron, intento ver algo a través de la tela, pero todo es oscuridad ,no hemos parado de recorrer carreteras, las únicas veces que nos hemos parado en la carretera es para orinar, intento contar los tiempos, han pasado ya un par de horas, el hombre aprieta el cañón justo en mi cien.

—¿Ambar estás bien?— mi voz sale suave y temblorosa.

—Si —escucho su voz suave como la seda, y justo luego, siento que me golpean en la cabeza, el dolor me desestabiliza, suelto un par de maldiciones,oigo los gritos de Ámbar y luego otro golpe en mi cabeza, y todo lo demás es oscuridad.

Para cuándo me despierte empiezan a empujarnos a algún lugar, mis ojos están completamente vendados, no sé si es de día o es de noche, pero lo que si se es que vamos en avión a algún lugar porque el sonido de un aeropuerto es casi imposible de no distinguir incluso con los ojos cerrados.

Mientras subimos las escaleras, rozo la mano de Ámbar, reconozco esa mano, la suavidad extrema de su piel, su piel es como la seda pura, suave y calida. Cuando subimos al avión, siento que soy arrastrado a alguna parte hasta que me dejan en un asiento y un hombre apoyando su arma en mi cabeza.

No hago preguntas, no peleo, incluso trato de descansar mi cuerpo y mi mente, porque se que no nos matarán aún, y debo sacar a Ámbar de esta, debo guardar mis fuerzas para el que me mandó a secuestrar.

****

Al llegar aún vendado puedo percibir algunas cosas, a veces me arrepentía de haber estado en la FANV pero hoy no es uno de esos dias. Es una ciudad subterránea, lo se porque este tipo de temperatura, ese olor característico de los subterráneos y la falta de viento fuerte me lo dice, estudie muchos años sobre ciudades subterráneas,y tengo el leve presentimiento de que estoy en Turquía.

Un tipo me abre la piel en mi antebrazo y saca el chip que me puso Gedeon para verificar si funcionaba , espero que lo hiciera. Supongo que lo han roto, hablan en un idioma que no conozco pero es arabesco. Escucho a Ámbar quejarse y mi cuerpo se tensa.

Me tiran a una silla y luego siento como amarran mis pies y manos en esta, intento escuchar cuántas voces hay para saber cuántos son, si puedo soltar mis manos puedo dar pelea, todos esos pensamientos se desvanecen cuando me quitan la capucha y a su vez la pañoleta.

Ámbar no está amarrada a una silla, la repaso de pie a cabeza, aparte de sus ojos llorosos no ha recibido ningún golpe y por una vez lanzo una plegaria de agradecimiento al Dios del cielo.

Hay cinco hombres en la sala, la luz es tenue, el lugar es de piedra y me confirma que efectivamente estamos en Turquía. El primer hombre es alto pero delgado, el segundo es bajito y gordo pero tiene una Scar Cs, dos están en mi espalda y apenas puedo fijarme en los detalles y el otro en la puerta es el más alto y corpulento. Espero que Gedeon de verdad sea bueno en lo que hace, el problema es que en un lugar subterráneo encontrarnos será una misión imposible. Intento poner toda mi atención en las posibilidades de sacarnos de aquí, o al menos sacarla, pero no hay forma. Estamos jodidos.

Un hombre alto de ojos almendrados y cabello enrulado entra al lugar, lleva un traje oscuro y un tatuaje le cubre un pedazo de su cara.

—Dominic Chein ¡Bienvenido hijo de puta! —me suelta en un Ruso patético y las comisuras de mis labios se elevan.

—¿Quien eres? ¿Que quieres?

—Soy Karim Bouyakhricham hijo de puta —me golpea directo en la cara con el arma haciéndome sonreír más ampliamente —. ¿Donde mierda esta mi hija y mis sobrinas?

Peligrosa Adicción (Prime Borrador )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora