Pesadillas

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Vegoña Vugoski

Salgo del salón de fiesta y corro hacia su ala, cuando entro en la habitación le pasó el seguro, respiro profundo, saco el estúpido vestido de mi cuerpo como si pudiese borrar la última hora con esa acción , busco entre su ropa algo suyo, necesito sentir su olor, quizas así mi corazón duela menos, quizas así tome la valentía que necesito para irme lejos.

Su closet está lleno de ropa negra, azul oscuro, azul de todos los tonos y mucho blanco, solo una camisa roja, la conozco a la perfección, la tomo y me la pongo encima, quisiera desmaquillarme pero no tengo fuerzas ni siquiera para eso, me lanzo encima de la cama e intento entender los caos de mi mente.

Después de que mis lágrimas murieran de tanto salir, la oscuridad de la noche me arropó en un sueño profundo.

-¡Eres una maldita mujer! -esa voz llena de oscuridad, hace que mis manitos tiemblen, los sollozos ahogados de mi madre hacen que salga de mi escondite.

-Calmate Alberto, la niña , por favor -es la súplica de mi madre quien tiene su rostro manchado de lágrimas.

Mi padre parece un animal irracional, sus ojos se ven mucho más grandes, su nariz también incluso su voz parece aturdir más de lo normal, entonces el sigue gritándole, yo estoy allí en medio de ese caos, tapo mis oídos con mis pequeñas manos, y entonces sin entender un golpe viene directo a mi cara, un grito ahogado sale de mis labios. Y me despierto gritando.

-Vegoña abreme la puerta -Kanat golpea la puerta y yo empiezo a temblar, su voz está muy alta, creo que estoy teniendo un ataque de pánico.

Me duele el pecho , me duele mucho el pecho, paso mi mano por mi pecho acariciándome como si intentase calmarme pero el dolor es grande, duele, no puedo respirar, siento que no puedo respirar, no estoy respirando, intento agarrar aire, pero el aire no es suficiente, las voces de Kanat y Dominic me dan temor, intento dejar de temblar pero no puedo, me voy a morir, me va a dar un infarto, me voy a morir aquí , me voy a morir, sollozo , no , no te vas a morir , respira, no puedo respirar.

Me tiró en el suelo, el aire frío del granito golpea mi espalda, intento concentrarme en ese frío, en algo que me calme pero no lo consigo, no puedo respirar el aire, el aire , no estoy respirando ...

-Vego -las manos de Kanat me levantan del suelo -Vego estoy aquí, Vego.

-No puedo respirar, no estoy respirando -mi voz se vuelve ahogada y repito eso como si fuese un mantra maligno.

-Tiene un ataque de pánico -es la voz de Dominic -. Vegoña, escúchame, Vegoña respira conmigo.

-No puedo respirar , me voy a morir.

-Printssesa mírame -Kanat toma mi rostro en sus manos-. Respira conmigo, vamos mira, respira suave , vamos, si, eso es nena, ves respira.

Respiro , respiro , me duele el pecho todavía. Pero me concentro en respirar, tengo que respirar.

-Eso, es -la voz de Dominic es suave, no me toca, solo está allí presente.

-Buscale agua por favor -pide Kanat mientras acaricia mis cabellos-..

-Me duele el pecho -mi voz apenas es audible para mí misma.

-Sigue respirando , va a pasar -sus manos me acercan a su pecho y los latidos de su corazón llegan a mi oido, latidos rápidos, casi al trote, sigo escuchando esa melodía que me da paz-. Ten bebé.

Toma el vaso y lo acerca a mi boca voy tomando de a poco, después de terminar de tomar el agua, Kanat le da el vaso a Dominic quien se marcha sin decir una palabra más.

-Ven, vamos a acostarte necesitas descansar -Kan me agarra de la cintura y me levanta con su cuerpo, sus manos me rozan como si fuese algo frágil, y me siento horrible de parecer tan débil y vulnerable ante sus ojos.

-No quiero que me veas así -lo digo tratando de alejarme de sus brazos.

-¿Que pesadilla tenias? -acaricia mi cabello con sus dedos haciendo masajes suaves en mi cuerpo cabelludo -.

-¿Cómo sabes ? -mi confusión es evidente.

-Estaba acostado allí en la puerta cuando escuché tu grito , no podía dormir -confiesa , mientras acomoda las almohadas de su cama, para luego pedirme que me recueste-. ¿Era tu padre?

Mis ojos se llenan de lágrimas, tenía años que esa pesadilla no volvía a mi , pero desde que murió , es como un aguijón en mi carne.

-Si, cuando pequeña solía tener esa pesadilla , yo -mi voz no sale, no la consigo y las lágrimas caen por mi rostro, una vez más , siendo débil.

-Ya printssesa -su cuerpo arropa al mío, y debería estar enojada con el, debería alejarlo de mi, pero no lo consigo, hoy le necesito, le necesito como los pájaros necesitan sus alas para volar.

-Kanat déjame volver -susurro en su hombro.

-¿Te quieres alejar de mi? -levanta mi cara para que quede frente a sus ojos , sus hermosos ojos son la perdición, mirarle te vuelve adicta a el.

-Necesito aclarar mi mente y necesito lidiar con todo esto -señalo alrededor como si lo que pasó hace minutos aún estuviese allí manifestándose.

-¿Volverás?

-Si no vuelvo tu me encontrarás -le doy una sonrisa triste.

-Esta bien, vas a volver -besa mi frente y siento otro dolor en el pecho, este es diferente no es un dolor es un apretujamiento en cada parte de mi ser, porque ya se que si logro salir de aquí, haré todo lo posible por no volver. Me conozco bien para saber que el perdón no es algo que yo profeze y Kanat no va a conseguir mi perdón.

-Gracias -le abrazo sintiéndome perdida, estoy perdida.

-Ahora trata de descansar yo estaré aquí para ti -vuelve a besar mi frente mientras me ayuda a recostarme en la cama.

Me deje allí y se sienta en un sillón marrón que está allí.





Peligrosa Adicción (Prime Borrador )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora