ZAIA
—Zaia, ¿qué pasa? ¿Quieres que vaya a a allá? Porque te juro que si no me dices, lo haré. El gruñido de Sebastian me hace parpadear.
—Yo... es mi marca de nacimiento. —digo en voz baja, apartando algunos mechones húmedos de mi cabello.
—¿Qué?
—Mi marca de nacimiento. Estaba revisando un viejo libro de antiguas prácticas como la curación, y acabo de ver el símbolo.
—¿En serio? Lo he buscado por todas partes y nunca encontré nada. —pregunta, sonando incierto.
—Sí... es exactamente el mismo... —murmuro, mirándolo. La misma marca que está en el costado de mi pecho, con la V invertida y el símbolo...
—¿Qué dice? —pregunta, con la voz en un susurro mientras aparto mis ojos del símbolo y escaneo la página. Tratando de leerla mientras mi cabeza da vueltas.
—Nacido de la Sangre, —digo, leyendo el título, antes de mirar la primera línea del pequeño texto. —El símbolo de los Nacidos de la Sangre adorna a aquellos nacidos del Celestial Lunar... en su sangre está el fuego para extinguir la tierra y la luna de toda vida. Seres o monstruos, no lo sabemos, pero temerlos, sí. Porque se dice que son el juicio sobre las personas. Por la advertencia de nuestra diosa, reciten sus palabras: Olvídenme y enviaré a mis Nacidos de la Sangre, y ese será el momento de poner fin a mi creación, porque me habrán olvidado y yo... traeré el fin de su tiempo... y los olvidaré.
Hay silencio mientras releo en voz baja lo que acabo de leer en voz alta. Apartando mi cabello, coloco el teléfono entre mi barbilla y el oído mientras reviso la siguiente página, esperando encontrar más.
—Tonterías, eso no puede ser cierto, eso es solo... ninguna de estas cosas es real.
—Existimos, Sebastian, somos hombres lobo. ¿Cómo puedes decir que esto no significa algo? ¿Y no crees que estamos olvidando a la diosa?
—Realmente, Zaia, estos son tiempos modernos. ¿Por qué deberíamos rezar a diario a un dios que probablemente no existe?
Cierro los ojos.
—Ella sí existe.
—No lo sabes. Tal vez se ha ido. No creo que haya un dios o diosa vigilándonos, —responde Sebastian en voz baja.
—Pero yo sí, y sé que es real porque NOSOTROS existimos. El papel que has leído 'Cuidado con aquellos que llevan la marca de la discordia, el engaño y la muerte.' Esto podría estar alineado con eso.
—¿Hay más? —pregunta. Escaneo el resto de los símbolos y dibujos. No hay mucho que pueda descifrar y parte del texto está en un idioma que no reconozco.
—No. Solo hay algunos dibujos más pequeños y un idioma que no reconozco.
—La talentosa Zaia Toussaint, bilingüe, no conoce el idioma, eso es una novedad. —dice, pero a pesar de sus palabras, su tono sigue siendo serio.
—¿Qué podría significar?
—Suena un poco ominoso, pero no le des demasiadas vueltas. Eso es más de lo que yo jamás aprendí con respecto a tu marca de nacimiento, y he estado buscando. ¿Dónde conseguiste ese libro?
—Papá lo tenía. Estaba en una de las viejas cajas en la sala de seguridad. No han sido tocadas en años. —respondo, mirando el símbolo. Incluso el menor detalle del símbolo en el centro coincide con la marca de nacimiento que tengo...
—Entonces podría saber algoritmo, —murmura Sebastian.
—Le preguntaré, —digo.
—Sí, de manera casual, no hay daño en ello, y ve qué dice porque eres su hija y llevas esa marca.
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Yo soy la Luna
WerewolfRechazada por otro, la vida de Zaia Toussaint se desmorona a su alrededor cuando su marido le pide el divorcio nada menos que por su exnovia. Expulsada de su hogar y posición, Zaia abandona la manada, llevando consigo un secreto que espera que su es...