ESPOSA MÁGICA

Capitulo 74 Darien Aparece

Los jóvenes caminaron por un buen rato hasta llegar casi a lo alto de las montañas sín imaginar lo qué estaba pasando en el castillo de Redian, poco después todos comenzaron a sentirse cansados pero cuándo llegaron a lo alto pudieron divisar un lago, era el mismo lago qué Lizzy deseaba conocer.

-¿Este es el lago negro? - preguntó Lizzy emocionada.

Andrew se acercó y miró qué sí era, lo reconoció por las flores rojas qué crecían en sus alrededores, sólo qué estaban al lado de este lado.

-Vaya, sí qué es hermoso sí lo miras desde aquí arriba - dijo Mamoru.

-Así qué este es el lago negro dónde duerme ese Dios oscuro - agregó Usagi a las palabras de Mamoru.

Lizzy qué no podía contener su emoción corrió hacía el lago, Sammy al verla alejarse también se apresuró en seguirla

-¡Espera Lizzy! ¡No corras! - gritó Sammy.

Ambos jóvenes se adelantaron dejando un poco atrás a los otros.

-Parece qué a Lizzy le gusta este lugar - comentó Usagi.

-Sí, mí hermana siempre ha querido venir aquí desde qué era una niña, pero mí padre jamás le permitió salir del castillo, ni siquiera acompañada de un mago de élite, siempre dijo qué este lugar debíamos evitarlo - dijo Mamoru.

-Ya veo - dijo Usagi.

Mientras ellos hablaban sín ninguna preocupación, de pronto aparecieron un grupo de monstruos en forma de bestia qué se le lanzaron sobre ellos, Sammy al ver qué una bestia en forma de lobo atacaría a Lizzy se lanzó a cubrirla para evitar que le lastimen cómo la última vez, eso hizo qué ambos cayeran al río qué corrían a su lado.

-¡Lizzy!¡Sammy! - gritó Usagi.

Usagi intentó socorrerlos pero otra bestia se había lanzado atacarlo por la espalda, provocándole una pequeña herida qué intentó ocultar.

-¡Usagi retrocede! - gritó Mamoru.

Mientras Mamoru lo atacaba con la espada.

-¡Maldición! ¿Por qué no desaparecen? - dijo Mamoru.

Los jóvenes retrocedieron a ver qué más monstruos en forma de bestias aparecían de la nada.

-Esto no se ve bien Mamoru - dijo Andrew angustiado.

Mientras Andrew jalaba la mano de Amy, Mamoru se lamentaba por dentro.

-¿Por qué no puedo utilizar esa magia oscura de la qué nos habló el señor Artemis? ¡¿Por qué?! - gritó Mamoru.

Los cuatro jóvenes habían llegado a un punto de ya no avanzar, sintieron qué este podía ser el fin de su pequeño escape hasta qué un ruido estruendoso se escuchó, todos buscaron con la mirada de dónde provenía, Mamoru vió qué poco a poco las bestias comenzaba a emitir sonido sofocantes.

-¿Qué está pasando? - preguntó Mamoru.

De pronto la silueta de un hombre con vestimenta agreste aparecen ante ellos, los jóvenes se sorprenden al ver cómo él destruye uno a uno a todas las bestias con una magia qué ya habían visto en Sammy, después de unos segundos el último grito de los monstruos se escuchó, el hombre de aspecto plebeyo y mirada opaca se detuve, Mamoru fué el primero en acercarse a él, presentía quién era ese hombre qué los había ayudado, Mamoru se acercó con sigilo y delante suyo le dijo:

-Gracias por ayudarnos señor - dijo Mamoru.

Hubo un pausa cuándo lo miró a los ojos, parecía qué ese hombre serío iba a matarlo con la mirada, Mamoru también podía sentir la enorme magia qué tenía.