Parte 223

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 -Yukari... despierta. Tengo un nuevo juego que nunca has jugado, te daré el honor de que lo juegues primera ¿Si? Vamos, es un juego nuevo y solo para ti.

Yukari ese era el nombre de la hermana de Kyoko.

Ella estaba intentándola despertar hablando como si fuera un bebe, eso es algo que tuvo que hacer siempre para despertarla. Después de tantas veces, se acostumbró.

Se quedaron esperando en silencio.

-Uuuh... mmm... ¿Un juego nuevo para mí? Hehe...

De pronto, se empezaron a ver movimientos debajo de la manta que cubría a Yukari, no podían ver que era lo que estaba haciendo, pero ya estaba despertando.

(Realmente... parece funcionar...)

-Sí, solo para ti. Ahora... ¿Podrías levantarte? Parece ser un buen juego.

Ciertamente, Yukari se dio vuelta y se quedó mirándolas... pero no de la forma que esperaban. Ella había agarrado la manta para cubrirse por completo solo dejando expuesta su cara. Si, parecía estar en guardia. Además de la cara se podían ver sus manos en forma de puños agarrando la manta cerca de su mentón.

-¿Qué... estás haciendo?

-Frio.

No era así, hacia demasiado calor.

Desde que se dio vuelta no se movió de su posición. Verla cubrirse todo su cuerpo con su manta a excepción de su cara era algo gracioso verla en esa situación.

-Por cierto... ¿Dónde está?

-¿Dónde está que cosa?

-El juego. El juego, ¿Dónde está? Dijiste que era un juego nuevo... ¡Estoy súper ansiosa quiero jugarlo ya!

Mientras más hablaba, Yukari mas se movía hacia delante, Kyoko que estaba mirando hacia otra lado pensando en que decirle no se dio cuenta.

Yukari estaba emocionada y ansiosa por jugar el juego que su hermana le había dicho, lamentablemente para ella eso era una mentira.

Una cruel mentira.

-Ah... si, el juego... huh, bueno una vez que te levantes te lo daré ¿Si? ¡¿Eh?! ¡Espera, Yuk...

*Crack* *crack*

Yukari se había estado acercando como si fuera un gato en busca de comida y en la mano de Kyoko había un puñado de comida, aunque en cierto sentido... era algo parecido a eso.

-Se rompió.

Cuando salió de la cama, con su rodilla había pisado la consola portátil que se encontraba en el suelo, era de ella. Las miradas de todos se dirigieron a la consola portátil rota, partida en dos. Yukari retrocedió para ver que había pasado aunque en parte ya se lo imaginaba.

Ella se subió al colchón sin cambiar de posición y con la mirada hacia abajo se quedó mirando lo que había hecho.

-Ah.

Se puso de rodillas sobre el colchón y la manta que seguía cubriendo su cuerpo se cayó. Sus manos agarraron la consola portátil que estaba en el suelo, junto ambas manos y se quedó mirando cómo había quedado mirando hacia abajo, en ningún momento levanto la mirada para ver a las demás.

-N-no te preocupes, son cosas que pasan... ¿Cierto?-dijo Kyoko tratando de animar a su hermana-.

Todas se quedaron mirando a Yukari sin poder verle su rostro, entonces...

-Uuuuh... ¿Por qué? Uuuuh...

Entonces... Yukari levanto su mirada y todos se quedaron mirándola sorprendida.

-Oye... ¿Esto es en serio? (x4)

Kyoko se quedó en silencio.

Ella estaba de rodillas y en sus manos sostenía la consola portátil hecha pedazos.

-Uuuuuuuh, lo siento... no era mi intención... uuuwaaah.

Si, ella se estaba disculpando con la consola portátil. En este mismo momento, Yukari tenía una cara súper triste... era como si le hubiera pasado una gran desgracia, aunque para ella lo era. Las grandes lágrimas se deslizaban por su mejilla y caían en el colchón.

Aunque estaba llorando por algo ridículo, no era una broma. De hecho, más de una en ese momento tenían ganas de abrazarla fuertemente.

Yukari tenía grandes ojos de color rubí al igual que su hermana y el cabello negro que llegaba hasta sus talones. Alisa al ver como Yukari estaba vestida recordó cuando se reencontró con Ritsuko, ella tenía solamente una camisa blanca desabrochada y su ropa interior roja con un diseño simple. Si la camisa estuviera abrochada de igual forma se podía ver su sostén rojo.

No parecía que ella iba a parar de llorar por el momento, estaba realmente deprimida. Mientras las demás miraban sin decir ninguna palabra, Kyoko estaba pensando en alguna solución para hacer que su hermana dejara de llorar.

Y la encontró.

-¡Ah! ¡Yukari, no te preocupes! Ritsuko podrá comprarte una nueva consola portátil, incluso podría comprarte muchas más...


The Chosen Ones (capítulos 205 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora