The Chosen Ones (capítulos 205 en adelante)

Parte 318

2

-¿Finalmente volvieron?

-¿Ya están aquí?

Cuando abrieron la puerta se encontraron con sus compañeros y se dieron cuenta de que Hasegawa, Iris, Kiriha y Asagi ya estaban de vuelta. La mirada de Kurisu se movió violentamente al sentir una poderosa fuerza y vio las armas que Kiriha traía.

-¿Por qué tienes esas armas? No te corresponden a ti.

Kurisu no se sentía enojada pero si vio la necesidad de preguntárselo, en este momento, Kiriha si quería podría agarrar la espada y matarla fácilmente.

-Vamos, no te enojes-respondió calmadamente-. Lo hice por precaución en este momento las necesitamos ¿cierto?

-Nos seria de mucha más ayuda si estuvieran todos los guías presente y no solo un par de espadas.

Ayase se acercó a Kurisu, la tomo del brazo y la llevo a sentarse sin darle la oportunidad de seguir la conversación. Kiriha quería continuar hablando con Kurisu, todos esos pensamientos se desvanecieron cuando sus ojos se encontraron con los de Tsukasa.

-¡Tsukasa!

Fue corriendo hacia él sosteniendo la lanza dorada en sus manos para entregársela.

-¿Sucede algo?

-Esto es para ti, espero que te sirva.

Tsukasa al ver la cara angelical de Kiriha, tomo la lanza con asombro.

-¿Oh? Gracias realmente va a servirme.

-Eso espero.

Ellos eran los únicos que estaban de pie en una rara atmosfera.

-Ustedes dos... ¿Por qué no se sientan? Tenemos muchas cosas de que hablar.

Ayase interrumpió el momento que estaban teniendo y con una fría voz fueron obligados a sentarse.

Era el momento de hablar de lo que sucedió cuando salieron a explorar y hasta donde llegaron. Solo faltaba una persona, una persona que ni siquiera estaba presente en la mansión.

No decidieron esperarlo y la charla comenzó.

La primera en hablar fue Kiriha que dio algún que otro motivo por el cual había escondido las dos espadas y la lanza ningún motivo fue algo fuera de lo normal, después de eso cuando decidieron seguir explorando y no encontraron nada regresaron para esperarlos.

Por su parte, ellos contaron lo que les paso cuando entraron a esa cueva a explorar y como las cosas se fueron tornando más y más raras. Dijeron que habían conseguido alguna que otra cosa y luego las perdieron.

Cuando la conversación termino, cada uno decidió gastar el tiempo a su manera.

Explorando. Entrenando. Conversando. Durmiendo. Buscando alguna que otra cosa en la mansión. Buscando comida afuera, ninguno trato de alejarse demasiado de la mansión.

La noche llego rápidamente y fueron tranquilos a dormir sin notar que él no había regresado. Akira paso toda la noche despierta pero...

Al final, Neah no regresó.

3

El reloj marcaba que eran las 10 am.

No hubo ninguna señal de que Neah estuviera cerca ni mucho menos aviso. Por ese motivo todos estaban reunidos alrededor de la mesa, algunos serios y a otros no les importaba que pudo haber sucedido.