The Chosen Ones (capítulos 205 en adelante)

Parte 206

Mientras estaban caminando por el pasillo, Alisa se quedó mirando un poco incomoda a Ritsuko que parecía estar tranquila.

Había algo que la estaba preocupando a Alisa, no era... por decirlo así, no era algo tan preocupante... era una idiotez pero no podía dejar de preocuparse por eso.

-E-este... las chicas... ¿Cómo son?

Ritsuko miro a Alisa un poco confundida por la pregunta.

-Huh... Lo siento... nunca me di cuenta... no, nunca pensé que eras un hombre...-dijo Ritsuko lamentándose mientras con su mano derecha se tocaba la frente-.

-¡No digas cosas así! Simplemente... quería saber cómo son las chicas que se están quedando en esta mansión...

-¡Ah! ¡Haha! ¡Con que te referías a eso! Uhm... b-bueno... son buenas chicas...

Las palabras de Ritsuko no lograron aliviar la ligera preocupación de Alisa, es más podría decir que se preocupó aún más, debido a la expresión que tenía cuando hablo de ellas.

-De todas formas, no deberías preocuparte por algo como eso... seguramente te llevaras bien con ellas.

-Ya veo... escucharte decir eso me tranquilizo de alguna forma...

Ellas continuaron caminando lentamente sin apresurarse mientras miraban hacia delante, en un momento Alisa miro a Ritsuko fijamente, se quedó asombrada al ver como la luz que entraba por la ventana resplandecía en el rostro de Ritsuko que parecía un poco molesta por eso. Ella no se había dado cuenta de que estaba siendo observada.

(Huh... ella es muy linda...)

-¿Qué pasa, Alisa?

Alisa al ver el rostro de Ritsuko se había llegado a preguntar si ella algún día podría ser como ella, por ese motivo... parecía un poco triste.

-Ah... nada.

Finalmente habían llegado hasta donde estaban las escaleras y comenzaron a bajar.

-Por cierto... ¿Qué opinas del lugar?-dijo Ritsuko tratando de comenzar una conversación-.

-Huh... bueno, no esta tan mal, es un poco antiguo y muy grande pero... por alguna razón, las cosas antiguas no van contigo...

-Hmm. Yo opino igual, creo que es muy grande y hay muchas habitaciones vacías... que molestia.

-¿Entonces para que la compraste?

Ritsuko se quedó pensativa... ¿Por qué había comprado una mansión antigua y tan grande? ¿Había una razón en especial para eso?

No, la respuesta era un poco...

-¡Oh! ¡Ya recuerdo! La compre porque no sabía en qué gastar la plata...

-¡¡¿Ah?!! ¡¿Qué clase de razón es esa?! Lo hubieras donado...

-Alisa... no grites tan fuerte que mis oídos no aguantaran. ¿Donarlo? ¿Qué es eso? Igual... solo eran un par de millones, nada raro.

Los ojos de Alisa se abrieron y miro a Ritsuko de una forma un poco rara. Obviamente, Alisa no le gusto para nada lo que había dicho.

(¡¿Solo un par de millones?!)

-Oye...

-¡Ah! ¡Kaaaaaaaaaarin!

Alisa estaba por decir algo y darle un buen sermón... tal vez, pero Ritsuko grito energéticamente saludando con su mano a Karin que estaba cerca de la puerta principal. Ellas finalmente bajaron de las escaleras y se acercaron a Karin que se había quedado quieta mirándolas con una sonrisa.

-Hola, Jefa.

-Huh... no me llames así, Karin. Ah... buenos... uhm... ¿Cómo estás?

Alisa estaba detrás de Ritsuko observando como ellas conversaban, ya parecía haberse tranquilizado y no parecía que le vaya a decir algo a Ritsuko.

-Ritsuko... parece que sigues teniendo un poco de sueño ¿Quieres algo para comer?-pregunto con Karin dirigiéndose con respeto a Ritsuko-.

-Nah. Por el momento... ¿Podrías traerme mis zapatillas? Tengo que salir y encargarme de algunos asuntos.

Por alguna razón, la atmosfera era diferente, había algo que diferente la manera de hablar de Ritsuko había cambiado, nunca se había dirigido de ese modo a Alisa en cambio con Karin, sí. Alisa se dio cuenta de eso, pero su expresión no cambio.

-Ya veo, ahora mismo se las traeré.

-Bien.

Karin se fue hacia su derecha, donde se podía ver que por ese lugar estaba la cocina y las luces estaban prendidas, seguramente Honami se encontraba ahí.

-¿A dónde vas a ir?-pregunto Alisa con curiosidad-.

-Tengo que encargarme de algunos asuntos... Maldicion, que molestia.

Alisa vio que Ritsuko parecía un poco cansada y decidió no preguntar más.

Ambas se quedaron en silencio.