The Chosen Ones (capítulos 205 en adelante)

Parte 217

-Auch... eso me dolió...-dijo Alisa que estaba tirada en el suelo mirando con que se había tropezado-.

Suzuka y Mai se quedaron mirándola.

-Te lo dije...-dijo Mai con su mano sobre su cara-.

-¡No fue mi culpa! ¡¿Qué diablos es esto?!

Alisa estaba enfurecida por haberse caído y más aún cuando Mai le hablo que de alguna forma lo sintió como una broma. Se levantó y luego se quedó mirando con que se había tropezado.

-En serio... ¿Qué es esto?

-Probablemente sea ella ¿No, Suzuka?

-Si...-Suzuka se golpeó fuertemente la cara con su mano-. Eso... que le dijimos que no duerma en cualquier lado...

Alisa con la cabeza de lado se quedó mirando con lo que se había tropezado.

Eran varias sabanas que estaban tiradas en el suelo todas mezcladas y enrolladas, eso se podía ver a simple vista pero la realidad era otra.

-Mm... por favor no lo hagan... uuh... no por favor, no me violen...

Había alguien durmiendo, escondida debajo de todas esas sabanas que estaban amontonadas, cuando Alisa estaba dirigiéndose hacia donde estaba la computadora y golpeo a la chica que estaba debajo de las sabanas, la despertó, bueno no del todo.

-¡¿Qué clase de sueño es ese?!

Suzuka y Mai miraban como si estuvieran diciendo "¿Otra vez esto?"

Alisa agarro las sabanas y empezó a sacarlas para ver quien estaba durmiendo plácidamente en el suelo.

-Uuh... por favor detente, tengo frio.

(¡¿Cuántas sabanas hay?!)

-Córrete Alisa, este es nuestro trabajo (x2)

Ambas chicas patearon a la chica que se encontraba debajo de las sabanas sin misericordia alguna, luego se quejaban de un poco de agua...

Finalmente, la chica que había estado debajo de las sabanas, se la podía ver completamente mientras que las sabanas estaban desparramadas alrededor de ella.

La chica sin las sabanas sobre ella, seguía acostada en el suelo dándole la espalda a Alisa, de pronto empezó a temblar.

-Que frio...

Si, ella estaba temblando de frio aunque hacía calor. Eso fue lo que la despertó.

La chica lentamente abrió sus ojos y se sentó en el suelo al frente de las dos chicas, empezó a parpadear repetidamente y a bostezar. Se podía ver que tenía mucho sueño.

-Hnaaa... ¿Huh? ¿Mai... y Suzuka...? Ahh... ¿Qué necesitan?-pregunto la chica mientras se rascaba los ojos-.

Anteriormente cuando Suzuka le presento a Rumi y Megumi se podía ver que Mai no las podía soportar o no quería hablar con ellas, en este caso... Suzuka y Mai no parecían soportar a la chica que se acababa de despertar.

-Oye... Shiia... desde hoy una nueva chica va a empezar a vivir con nosotras- le informo Suzuka a Shiia-.

-Aaah... que bien... ¿Ahora puedo dormir?-luego de eso se dio vuelta dándole la espalda a Suzuka y Mai-.

Shiia una chica que tiene 15 años aunque parece más pequeña, tenía el cabello negro brilloso y dos coletas atadas con dos moños rojos, su cara y su voz eran extremadamente lindas, el verla media dormida la hacía aún más linda.

Ciertamente era bastante linda, pero sus ojos era lo que más sobresalían, sus ojos de color dorado. Ella llevaba puesta una remera roja que no era su talle, le quedaba muy grande.

Shiia y Alisa se quedaron mirándose ambas con la cabeza de lado, de una forma graciosa.

-¿Ella... es la nueva chica?-pregunto Shiia señalándola-.

-Si-respondió Mai-.

Shiia se acercó a Alisa "caminando" en cuatro patas como si fuera un gato.

-¡Mucho gusto! Mi nombre es Shiia, espero que nos llevemos bien.

-Oh, el gusto es mío. Yo soy Alisa.

Shiia asintió tres veces.

-¡Bien!-grito Shiia sacudiendo sus manos y se levantó de golpe-.

Alisa también se levantó y observo el suelo.

Las sabanas que estaban desparramadas por todos lados y no solo en ese lugar en toda la habitación había sabanas en el suelo.

En el rincón derecho había un colchón grande en el suelo, al lado había un escritorio y sobre el escritorio se encontraba una pecera con tres peces dorados. Luego había dos sillones y justo delante de los sillones se podía ver un sofá blanco.

Además al igual que se podía encontrar sabanas en el suelo de cualquier clase de color, también había ropa.