Parte 233

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Anteriormente, antes de que Fiamma y su grupo fueran a ese sitio, eso no estaba... es decir, ellos agarraron e hicieron la cueva desde el principio, eso era algo muy notorio debido a que no había ninguna deformación y todo parecía hecho a mano. Había antorchas alumbrando el lugar.

La cueva era lo suficientemente amplia como para que entren 10 personas.

-Ustedes... ¿Hicieron todo esto?-pregunto Sayumi mirando con asombro a sus alrededores-.

-Sí, de hecho fue algo muy rápido. Este lugar no es la gran cosa, pero al menos es seguro.

-Oh... los de tus grupos deben ser personas increíbles.

-Ah...-el comenzó a rascarse la cabeza-. Algo así...

Kurisu parecía preocupada por lo de antes.

-¿No creen que deberíamos apurarnos?-pregunto Kurisu-.

-¿Huh? ¿Por qué?

Sayumi no se dio cuenta de eso. Su humor parecía haber vuelto a la normalidad.

-Sí, dudo que tengamos mucho tiempo para hablar... intentare contarles todo de manera rápida e irnos hacia donde esta Neah. No sabemos si pueden venir más personas a atacarnos-respondió Fiamma preocupado mientras se tocaba la barbilla-.

Y de alguna forma, habían llegado.

Frente a ellos había una casa y el espacio era más amplio que por donde vinieron. Detrás de la casa, era visible una escalera para salir a la superficie y si arriba había varios pequeños agujeros. Había un camino marcado que los llevaba hacia la puerta de la casa. El lugar estaba muy iluminado gracias a las antorchas y la temperatura era regular.

-Miren, en la izquierda hay un portal, si pasan por ahí podrán salir a la superficie de manera al azar o simplemente se puede usar las escaleras.

Todos vieron hacia la izquierda donde estaba el portal.

*Toc Toc*

-¡¿Eh?! ¡¿Qué estás haciendo, Kurisu?!

Mientras ellos estaban distraídos, ella agarro y fue a golpear la puerta. Al ver que nadie le contestaba decidió espiar por la ventana y no vio nada.

-Qué raro...

Insistió nuevamente y toco la puerta. Nada paso... no se escuchó ningún sonido. Sus hombros decayeron deprimida y suspiro, ya dándose por vencida.

La puerta se abrió haciendo un fuerte sonido y la expresión de Kurisu cambio. Frente a ella estaba parada una chica de cabello rubio y ojos marrones, en ese momento estaba envuelta en una toalla debido a que recién se había terminado de bañar. Su cabello aún seguía mojado y las gotas de agua se deslizaban por su piel.

La chica estiro sus brazos y se lanzó contra Kurisu.

-¡¡Fiamma!! ¡Al fin volviste!-grito la chica mientras enterraba la cara de Kurisu en sus pechos-.

Cuando se alejó un poco para ver la cara de "Fiamma" vio a Kurisu que obviamente no era Fiamma y llego a la conclusión.

-¡¿Fiamma versión mujer?! ¡¿Qué te han hecho?!

Llego a la conclusión equivocada. Ella estaba apretando los cachetes de Kurisu cosa que no le gustó mucho, pero la chica no se dio cuenta de eso y siguió.

-¡¡Ya deja de jugar, Emi!! ¡Y vístete de una vez! ¡¿Por qué siempre haces lo mismo?!

Emi era el nombre de la chica y estaba en los 20 años de edad, aunque esa fue la edad que tuvo cuando entro al juego por ende tiene 25.

Las manos de Emi se detuvieron al escuchar el grito de Fiamma y levanto la mirada, al verlo enojado... se levantó y se fue corriendo hacia dentro.

-Ah... Maldicion... siempre hace lo mismo... que cansador.

Si, cada vez que él llegaba Emi lo recibía de esa forma incluyendo tirándosele encima cosa que molestaba a Fiamma. Por ese mismo motivo... salió corriendo.

-Me imagino lo cansador que debe ser ¿No?-dijo irónicamente Sayumi desviando su mirada-.

-Podría ser... ¿que en el día del evento te peleaste con ella y por eso me golpeaste a mí?

-¡¿Cómo lo supiste?!

En el momento en el que Emi había abierto la puerta, Eiki al verla solamente en una toalla se tapó los ojos con sus manos y aún seguía así.

-Hermano, ya puedes mirar-dijo Sayumi en un tono de voz frio, aun sin perdonar a su hermano-.

-¿En serio? ¡Ah! Gracias...

Mientras tanto... Kurisu seguía tirada en el suelo parpadeando constantemente.

-Que molesta....

-Kurisu... ¿Estas bien? Por favor perdónala ella siempre es así.

Fiamma estaba extendiendo su mano para ayudarla a levantarse.

-Está bien, no me importo mucho eso-dijo Kurisu mientras agarraba la mano de Fiamma y se levantaba-.

Una vez que se levantó empezó a sacudirse y con sus manos se limpió la parte de atrás de su pantalón que estaba algo sucio.

En el rato que paso, Emi aprovecho para entrar dentro de la casa, buscar ropa y vestirse. Ahora mismo, ella estaba parada contra la puerta.

-¿Y bien? ¿Cómo te fue en el evento? Seguramente ganaste fácilmente...-pregunto Emi como si ya supiera la respuesta-.

Fiamma la ignoro y dio unos pasos hacia delante, quedando justo en la entrada a la casa.

-Vamos adentro, tenemos varias cosas de las que tenemos que hablar... por cierto ¿Dónde está el?

-Sigh... como digas. ¿El? ¡Ah! Está probando suerte nuevamente...

Fiamma puso la misma expresión que la de una persona al tener que lidiar con un amigo o familiar que se la pasa perdiendo apuestas y no se detiene.

Luego de eso, Fiamma se adentró en la casa y Emi lo siguió y de esa manera los demás fueron entrando.

Todos entraron a la casa y se dirigieron a la sala, en realidad solo siguieron a Fiamma. Una vez ahí, se sentaron en las sillas que había varias, todos pusieron las manos sobre la mesa rectangular que se encontraba en la sala.

Fiamma había comenzado a explicarle a Emi todo lo que había pasado y que era lo que iban a hacer a partir de ahora, además, aprovecharon para presentarse y Emi mintió en su edad por lo cual Fiamma había decidido intervenir.

-Entonces... me estás diciendo que perdiste en el evento contra un chico y ahora vamos a seguirlo ¿No?

No parecía gustarle mucho esa idea, aun así el respondió con una sonrisa.

-Sí, es una persona en la cual podemos confiar y tranquilamente puede ser nuestro líder.

-Pero... ¿Por qué ahora? Hemos estado mucho tiempo viviendo aquí ¿Cuál es la necesidad de avanzar ya en este punto?

El bajo la mirada.

-No lo sé... pero, no creo poder soportar más esto, deberíamos intentarlo.

-Fiamma... siempre te hemos seguido, pero... no sé si esto sea lo mejor.

-Sí, lo sé. Se lo que debes pensar y tienes razón, va a ser arriesgado tratar de terminar el juego... aun así, deberíamos intentarlo. Aparte, ya hemos derrotado al primer jefe.

-Fiamma... ¿Eh? ¡¡¿Qué?!! ¡¿Ya han derrotado al primer jefe?!

Emi se levantó repentinamente exaltada y golpeo la mesa con sus manos, la silla se cayó. Luego de ver esa reacción, se quedaron mirándola y se rieron de su expresión con una pequeña risa para luego asentir.

-Oye... ¿Es en serio?-pregunto Emi que todavía continuaba de pie-.

The Chosen Ones (capítulos 205 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora